El autor recorre en La travesía del Pacífico (primera entrega de su viaje), las islas Fidji, Nueva Zelanda y Australia, y con su visión humorística describe con sencillez y melancolía, pero también con ironía punzante los hábitos y costumbres de los nativos y colonizadores del siglo XIX en las por aquel entonces colonias o áreas de influencia inglesa. En India (segunda entrega de su viaje), el autor recorre Ceilán y todo el subcontinente indio colonial, incluyendo las áreas que con el tiempo devendrán las futuras naciones de Pakistán y Afganistán. En el tercer volumen de Viaje alrededor del mundo, siguiendo el Ecuador, Twain llega a Suráfrica tras haber recorrido las islas del pacífico, visitado Nueva Zelanda, Australia e India. Sus descripciones de un territorio donde se enfrentan ingleses, Boers y zulúes, y de sus costumbres, están llenas de ironía. Sigue añorando un mundo primitivo que está dejando de serlo por causa de sus colonizadores, los ingleses, y aunque le sería fácil identificarse con los Boers, tampoco éstos escapan a su visión humorística y sarcástica pues encarnan un sentido rígido de la vida, lo que para un hedonista como Mark Twain no puede por menos que sorprenderle, ya que le recuerdan a los colonizadores de su país, Estados Unidos.
C?est l?histoire d?un chercheur d?or nomme? Mark Twain, parti de Saint- Louis, Missouri, arrive? a? Virginia City, Nevada, quelque part entre 1856 et 1865. Un voyage qui devait se faire en trois mois aller-retour, dont quatre semaines en compagnie de son fre?re. Et qui se transforma en un pe?riple de sept ans, seme? d?incroyables aventures, tout au long des 3000 kilome?tres qu?une diligence faisait alors en 22 jours, et qu?une voiture ou un train parcourent aujourd?hui en seulement 26 heures.
La mentira es universal... Todos mentimos; todos tenemos que hacerlo. Por tanto, lo inteligente es educarnos con esmero para que mintamos de manera juiciosa y considerada. (...) El conjunto de narraciones contenidas en este volumen reúne lo mejor de la obra breve de Mark Twain. El lector reflexionará y se emocionará con la ironía y el ingenio que rezuma la obra de este genial escritor.
Huckleberry Finn, el amigo de Tom Sawyer, es un muchacho aventurero al que no le gusta la escuela, sino andar por ahí a su aire. Sin embargo, la vida de Huck no es fácil, su padre lo maltrata y tiene que vivir con la viuda Douglas, una mujer que se ha propuesto " civilizarlo " . Huck decide escapar de todo y emprende un viaje por el río Misisipi. En su huida le acompañará Jim, un esclavo negro que busca su libertad. Entre lo dos se forjará una especial amistad.
Three men, a boy, and a dog are trapped in a hot air balloon flying over the Pacific. One of the men and the dog fall out, and the rest crash on a strange island.
Concebida como secuela de The Adventures of Tom Sawyer, Huckleberry Finn narra toda la historia en su dialecto nativo de Missouri. La historia comienza con un resumen de Tom Sawyer y explica cómo le ha ido a Huck desde que fue adoptado en la casa de la viuda Douglas y su hermana Miss Watson. El canalla de su padre amenaza su relativa seguridad al intentar reclamar el dinero que Huck y Tom han recuperado de la cueva de Injun Joe.
Twain dejó escrito: «El producto más franco, más libre y más privado de la mente y del corazón humano es una carta de amor». Este epistolario inédito hasta ahora en español (que abarca desde el noviazgo de la pareja en 1867 hasta la muerte de Olivia «Livy» Langdon en 1904) revela no sólo la íntima parcela sentimental del genial escritor estadounidense, sino también el aspecto profesional de su carrera. En muchas de las cartas aparece el espíritu filantrópico del novelista, su sentido de la solidaridad y su hondo desasosiego por el ser humano. Pero, sobre todo, como bien señala Rubén Pujante Corbalán en su postfacio, la utilización maestra del humor es «el matiz que fluctúa en la correspondencia como testimonio de un estilo personal. Son las anotaciones humorísticas, los pequeños comentarios jocosos, los chistes y anécdotas graciosas los que amenizan la lectura de las cartas y despiertan la sonrisa y la carcajada complaciente del lector». Cabe leer pues esta correspondencia como una radiografía de la vida de Twain, quien escribió en el prefacio a su autobiografía: «Me ha parecido que podía ser tan franco, libre y desinhibido como una carta de amor si supiera que lo que estaba escribiendo no iba a ser expuesto a ojo humano alguno hasta que yo estuviera muerto, ignorante de todo e indiferente».