Resultados de la búsqueda para: Marcel Proust





UNA TEMPORADA CON MARCEL PROUST (RENE PETER)
En estas páginas el lector encontrará el doble placer de conocer al Marcel Proust anterior a la leyenda, y de respirar la atmósfera encantadora y frívola de 1906, a la que en pocos años la guerra pondría fin.Hasta que la nieta de René Peter encontró, hace dos años, el presente texto, poco se sabía del Proust que, en el verano de 1906, se trasladó a Versalles sumido en la tristeza, el desamparo y la depresión tras la muerte de su madre.René Peter y Proust se habían conocido de niños y luego dejaron prácticamente de verse hasta que en 1904, a raíz del éxito obtenido por Peter como autor teatral. Proust le felicitó y reanudaron su amistad. Dos años más tarde, tras la muerte de su madre Proust se instaló en el Hotel des Réservoirs, situado cerca del Boulevard du Roi, donde vivía René Peter.A lo largo de cinco meses, en el curso de las conversaciones que mantenían a diario, los dos amigos hurgaron en sus recuerdos, comentaron hechos representativos de la vida y los amigos que les rodeaban e hicieron proyectos. Después, Peter se casó, Proust se hizo célebre y, poco a poco, dejaron de verse.

MARCEL PROUST (SERRAHIMA BOFILL, MAURICI)
Maurici Serrahima ens acosta a Proust, vida i obra entrelligades. L?admiració, la passió i la profunditat amb què s?hi endinsa ens permet entendre millor no tan sols el «temps perdut», sinó també la tècnica d?una escriptura que furga els replecs més profunds de la memòria per capturar-hi instants d?un món que ja no existeix. Afectat com Proust per les crisis asmàtiques, Serrahima ens exposa la seva teoria dels talls amb la realitat i aborda la vida de l?escriptor amb empatia. Però el mèrit del seu assaig és que no substitueix la lectura de Proust per una reflexió més o menys brillant, sinó que aboca el lector precisament a llegir-lo: a descobrir l?arquitectura subtil d?una obra que va canviar definitivament la literatura.

MARCEL ANTES DE PROUST (MARCEL PROUST)
En Proust siempre hay sol, hay luz, hay matices, hay sentido estético, hay alegría de vivir. Jorge Luis Borges Más de veinte años antes de empezar a publicar En busca del tiempo perdido, Marcel Proust daba sus primeros pasos como escritor. Su colaboración con la revista Le Mensuel, entre noviembre de 1890 y septiembre de 1891, constituía hasta 2012 un aspecto inexplorado de su trayectoria literaria. En ese año se publicaron en Francia, por primera vez, los once textos publicados allí por Proust, recobrados por el bibliófilo francés Jérôme Prieur, autor de un extenso estudio introductorio. Cuatro años después, presentamos la primera traducción de estos textos al español, realizada por Matías Battistón

MARCEL PROUST . LA MEMORIA RECOBRADA (NATUREL, MIREILLE)
«Durante mucho tiempo, me acosté temprano» es posiblemente el más célebre incipit de la literatura francesa, las primeras palabras de una obra magistral cuyo autor no dudaría en comparar con la construcción de una catedral: En busca del tiempo perdido, la obra de un hombre, Marcel Proust, el hombre de una obra. Jamás ningún escritor había llevado la introspección ni la elaboración de la memoria tan lejos, ni gozado de un aura casi mística para diversas generaciones de lectores de todo el mundo gracias a la prodigiosa búsqueda que inaugura el sabor de una pequeña magdalena. Obra en clave, reputada de hermética ―la famosa frase proustiana― y sin embargo desbordante de imaginación, En busca del tiempo perdido nos invita a penetrar en los misterios del autor, a descubrir sus secretos. A menudo se ha descrito a Proust como un ser febril, extremadamente tímido, recluido en una habitación forrada de corcho... Pero, entre los fantasmas y las experiencias vividas, ¿quién era realmente Marcel Proust? ¿Acaso el célebre Cuestionario al que respondió el autor y que lleva su nombre puede responder a esta pregunta? Este libro, que incluye numerosos documentos procedentes de la colección familiar, de archivos franceses, de los cajones de la célebre casa de la tía Léonie en Illiers-Combray, y también de la correspondencia, de manuscritos raros o inéditos, de recuerdos hallados en los lugares que Proust frecuentó y amó, reúne por primera vez estos tesoros con la voluntad de celebrar una vida y una época que son hoy eternas gracias a la magia de un estilo inimitable.