A caballo entre el reportaje y la ficción, Galíndez narra un suceso histórico: la desaparición y ulterior asesinato del abogado y combatiente vasco en la Guerra Civil española, Jesús de Galíndez. Nueva York, 1956: Jesús de Galíndez, representante del PNV en Estados Unidos, trabaja en una tesis doctoral sobre las dictaduras latinoamericanas centrada en la figura de Trujillo y su sanguinario régimen. Poco después de presentar su tesis, Galíndez es secuestrado y conducido a la República Dominicana, donde se le pierde el rastro para siempre. A partir de este hecho, Manuel Vázquez Montalbán crea un relato imaginario: la investigación que, treinta y dos años más tarde, lleva a cabo una universitaria americana, Muriel Colbert, a la que pondrán en peligro las mismas fuerzas oscuras que acabaron con Galíndez. Sobre el misterio, las verdades a medias y las especulaciones se construye esta novela apasionante que en 1991 fue galardonada con el Premio Nacional de Narrativa.
«Cualquier parecido entre los personajes de esta novela corta y personajes de la realidad es responsabilidad de la intención del lector. A mí que me registren, aunque cuando se escribe en clave de divertimento la parodia lleve inevitablemente a una cierta impresión de caricatura de rostros y espíritus realmente existentes.»
Esta crónica del "reinado laico" de José María Aznar es, en la certera pluma de Manuel Vázquez Montalbán, un relato irreverente, mordaz, irónico y esclarecedor del proceso que ha llevado a un joven inspector de Hacienda, que se vanagloriaba de no tener carisma, hasta la primera fila de la derecha europea y la cúpula imperial de George W. Bush. Con una gran dosis de ironía y de complicidad con el lector, Vázquez Montalbán, nos ofrece un análisis político e histórico de los principales avatares -el decretazo, el banderazo, la boda en El Escorial, la conquista de Perejil, el Prestige- de la presidencia de José Mª Aznar. "Un hombre con la capacidad analítica de Vázquez Montalbán es más necesario que nunca en un tiempo en el que informar no es conocer." JOSÉ LUIS SAMPEDRO
Si bien es cierto que Manuel Vázquez Montalbán narra las andanzas de Pepe Carvalho en dieciséis novelas ?diecisiete si se incluye Yo maté a Kennedy (1972)?, también recurre al relato como forma breve para abordar las aventuras de un detective que ha alcanzado la categoría de mito. Recopilados con el título de Cuentos negros, este volumen ofrece tres modalidades de relatos a la vez diferentes y complementarias: una novela corta, La muchacha que pudo ser Emmanuelle, un conjunto de cinco relatos, y dos ensayos de reflexión sobre los entresijos de la escritura que tienen al más famoso detective de la literatura española por motor o pretexto. Aparecidos entre 1988 y 2000, estos textos acompañan la evolución de la serie Carvalho y de su protagonista y, al igual que los relatos agrupados bajo el título de Cuentos blancos, se publican reunidos por vez primera. Como afirma Georges Tyras en la introducción que abre el volumen, es posible que el cuento sea la forma idónea de la ficción policíaca. Y así lo demuestra Vázquez Montalbán con la maestría con la que escribe unos textos que seducen por la truculencia de los personajes y las divertidas peripecias de la investigación y que tienen como protagonista a Pepe Carvalho. Gastrónomo exigente y amante pasivo, ex agente de la CIA y antiguo militante comunista, letrado distanciado y sociólogo desengañado, Pepe Carvalho examina el mundo desde una postura no sólo escéptica sino aséptica, lo que le permite desentrañar la globalización sin fronteras del vínculo entre política y delito, investigar sobre el cinismo del poder, constatar el estado de degradación en el que está sumido el mundo, todo ello sin olvidar personajes habitados por la ternura y puestos en escena bajo su mirada perspicaz y respetuosa.
El universo literario de Manuel Vázquez Montalbán no se limita tan sólo a las novelas protagonizadas por el escéptico detective y gastrónomo exigente Pepe Carvalho. Bien al contrario, la forma breve, el cuento, nunca dejó de acompañar la evolución del escritor barcelonés en su relación con la escritura narrativa en cuanto a los temas abordados y a la manera de tratarlos. Cuentos blancos responde así a la voluntad de rescatar del olvido veintiún relatos, hasta la fecha perdidos en el marasmo editorial para reunirlos por vez primera en un volumen y reparar de algún modo su condición de textos dispersos. Diferentes entre sí y presentados según un estricto orden cronológico, estos cuentos publicados entre 1982 y 2000 ofrecen al lector la oportunidad de conocer desde una nueva perspectiva a uno de los grandes maestros de la narrativa española del siglo xx. «El niño y el perro» o «La Polaca» subrayan el abismo entre la realidad y la visión que de ella propone el discurso político; en «El muchacho que había huido de casa», la homosexualidad desempeña una función de provocación social; en «Televisión basura», la acumulación de personajes y situaciones estrambóticas favorecen la eficacia de la sátira de cierto tipo de emisión televisiva; «Pensión Villa Benci» es un eficaz juego sobre los códigos policiacos; «El festín de Pierre Ebuka» es un relato surrealista del juicio abierto contra un funcionario europeo caníbal y asimismo una reflexión sobre la decadencia europea... Estas pequeñas joyas del relato breve evocan todo el universo montalbaniano, donde el sarcasmo y la sátira delirante dan paso a la ternura y la poesía, invitando, como toda la literatura de Manuel Vázquez Montalbán, a «leer hasta entrada la noche y en invierno viajar hacia el sur»?
El tío de América que no faltaba en las familias españolas le encarga a Carvalho que vaya a Buenos Aires a buscar a un primo que ha querido desaparecer después de haberse salvado en los tiempos de la Dictadura Militar. Carvalho percibe en Buenos Aires el espectáculo de después de una batalla, la reconstrucción de la razón colectiva y personal en tiempos de sustitución de la épica y la crueldad por el cinismo superviviente. La búsqueda del fugitivo bonaerense le permite a Carvalho atravesar con su mirada extranjera, vertical y horizontalmente, una de las sociedades más urbanas, más complejas, fascinantes y contradictorias del mundo, metáfora misma del universo mestizo del fin de milenio.
El club de fútbol más rico del mundo recibe en sus oficinas un anónimo en el que se amenaza de muerte al recién fichado delantero centro del equipo, Jack Mortimer. Los directivos del club contratan al detective Carlvalho para que inicie la investigación, haciéndose pasar por psicólogo para poder andar a sus anchas por el mundo deportivo sin levantar las sospechas de la prensa. Las pistas apuntan a un asunto de especulación inmobiliaria en el que están mezclados el presidente de un club de división regional y el delantero centro de su equipo, una vieja gloria venida a menos. Esta serie de coincidencias complican aún más, si cabe, la búsqueda del autor de las amenazas.
Tres años después de sus andanzas en Quinteto de Buenos Aires, vuelve Carvalho. Y también vuelve Charo con la intención de orientar el futuro del detective. A pocos meses del final del milenio, Carvalho vive una historia de amor, sectas, espionaje y muerte. Convocado para seguir un curso de espía y reclamado por una extraña mujer que le envía faxes, primero enigmáticos, luego enamorados, Carvalho convive con la sospecha de que ha sido elegido para una finalidad que no puede controlar. Bajo el peso del eterno diseñador del mundo, el poder del dinero, el detective hace suya la ansiedad de Beckett: «Esto no es moverse, esto es ser movido» y, por primera vez en su ya larga vida literaria asume su condición de instrumento para la tragedia.
Una bella extranjera acude a Carvalho para que encuentre al hombre de su vida. Al final de una laberíntica búsqueda por una ciudad que se autodestruye para autoconstruirse, aparecerá el griego buscado, un fugitivo del amor y de la muerte. Paralelamente otras dos mujeres también buscan al hombre de su vida, y una de ellas, Charo, acaba convirtiéndose en el principal personaje, aunque ausente, de una novela dedicada a la irracionalidad del amor.