Pocas, muy pocas, son las ediciones publicadas de La serrana de la Vera a lo largo de la historia. También son escasas las monografías que sobre la obra se han escrito, a pesar de los fructíferos esfuerzos de los investigadores más recientes.Castalia también contribuye a ese nuevo interés con esta nueva edición de la obra del desconocido Luis Vélez de Guevara (Écija, 1579-1644), autor coétaneo de Lope de Vega, que tenía por sí mismo personalidad suficiente para ser gran escritor si no hubiera estado a la vera de un desmesurado monstruo del ingenio , como afirma el profesor Francisco López Estrada.Comedia basada en un hecho legendario que desde el medievo permanece en la memoria del pueblo, nos muestra a Gila, una auténtica campesina que defiende su honor villano, así como las inquietudes que sufre la mujer en la sociedad barroca. Sin embargo la protagonista, representante de esa mujer sometida durante siglos, no cumple con los cánones establecidos de su rol, situándose en el límite de lo femenino y lo masculino.La edición que ahora presentamos parte del manuscrito autógrafo, firmado y rubricado en Valladolid en 1613 y que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid.Aquéllos interesados en nuestro teatro del Siglo de Oro y especialmente los estudiosos de la puesta en escena deberían leer La serrana de la Vera. Con seguridad no saldrán defraudados.Pilar Bolaños Donoso es doctora en Filología Española y profesora titular del departamento de Literatura Española de la Universidad de Sevilla. Su tesis doctoral, publicada en 1983, versó sobre la vida y obra del doctor Felipe Godínez (¿1584?- 1659), del que ha preparado ediciones de algunas de sus obras. Igualmente, ha investigado y editado a dramaturgos del siglo XVIII como Pintos Brandao, Olavide y Cándido M. Trigueros.
Luis Vélez de Guevara, comediógrafo de fama, hizo con esta novela de costumbres, casi novela picaresca, la síntesis cultural y literaria de la época barroca. En ella fundió todo su saber de madurez: desde Luciano y Apuleyo hasta Fray Luis, el " Crótalon " , toda la literatura viva de su momento (Cervantes y Quevedo) y claros elementos folklóricos. Todo ello enlazado por la anécdota del diablo como guía, y sostenido con un lenguaje plegado sobre sí mismo con extraordinario ingenio.
La producción dramática de Luis Vélez de Guevara (1578-1644) podría convertirse, tanto por su cantidad como por su calidad, en un foco de atracción para el estudio de nuestro teatro áureo. La aproximación a su obra que supone esta edición pone de manifiesto algunos de los valores que podrían caracterizarla. La reconstrucción en "Más pesa el Rey que la sangre" de la heroica defensa de Tarifa por parte de Guzmán el Bueno, tema de amplia tradición y pervivencia en nuestro ámbito cultural, permite a Vélez de Guevara una reflexión, interesada, acerca de la primacía del vasallaje al rey y del cumplimiento de deber por parte de sus súbditos, por encima de cualquier otro sentimiento. En "Reinar después de morir", utilizando el también conocido tema de los amores trágicos de Inés de Castro y don Pedro de Portugal, presenta la fuerza de la 'razón de Estado' como motor del "fatum" que empuja a los protagonistas.