Es difícil, para un perro pastor alemán que vive al servicio de un grupo humano, no añorar la libertad que conoció como cachorro. Y sobre todo no sentir nostalgia por todo lo que perdió en sus vivencias con los mapuches, los indios de la Araucanía en Chile. Y es que nuestro perro se cayó en la nieve y, rescatado por un jaguar, fue a dar en un poblado mapuche. Allí creció con su compañero Aukamañ, el niño indio que era como un hermano para él, y allí aprendió a respetar a la naturaleza y a todas sus criaturas. Sin embargo, ahora debe obedecer las órdenes de aquellos para los que trabaja y dar caza a un fugitivo misterioso, escondido más allá del río. ¿Adónde nos llevará la caza? El destino está escrito en su propio nombre, Leal, y le llevará a una situación que pondrá a prueba, pasado tanto tiempo, su fidelidad a viejos lazos de afecto.
Juan Belmonte vive en el sur de Chile, frente al mar, llevando una vida sencilla y casi anónima, acompañado de algún amigo insobornable y de sus recuerdos de viejo guerrillero que ha trabajado también como agente y ha aceptado encargos de algunos de sus viejos mandos. Después de dar con las monedas de oro que evadieron unos nazis de la prisión de Spandau, Juan Belmonte recibe una llamada: debe localizar a los que quieren rescatar a un preso en el Chile de Bachelet. Se trata de un famoso torturador, descendiente de cosacos, que sabe mucho sobre quienes apoyaron la dictadura de Pinochet y lo protegieron durante este periodo. Pese a sus contactos, Juan Belmonte nunca se ha jugado tanto la piel. El ?n de la Historia revalida a Luis Sepúlveda como un gran narrador, experto y ágil, capaz no sólo de trazar una peripecia pegada a la actualidad, sino de desplegar ante el lector sus conexiones históricas con la Revolución rusa y con el ejército de cosacos, que juraron un odio anticomunista feroz.