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CANCIONES (GARCÍA MONTERO, LUIS ANTONIO)
Luis García Montero (Granada, 1958) es uno de los poetas actuales más importantes en lengua española. Recientemente reunió su obra poética en el volumen Poesía (1980-2006), y ha publicado Vista cansada (2008). Ha recibido, entre los más prestigiosos, el Premio Adonáis por El jardín extranjero (1983), el Premio Loewe y el Premio Nacional de Poesía por Habitaciones separadas (1994), o el Premio Nacional de la Crítica por La intimidad de la serpiente (2003). Catedrático de Universidad, también es un reconocido ensayista: Poesía, cuartel de invierno (1987), Aguas territoriales (Pre-Textos, 1996), Los dueños del vacío. La conciencia poética, entre la identidad y los vínculos (2006), o Inquietudes bárbaras (2008) son algunos de sus más destacados libros de ensayos. Ha realizado adaptaciones teatrales, incursiones en la literatura infantil como Lecciones de poesía para niños inquietos, o estudios y ediciones de autores como Gustavo Adolfo Bécquer, Rafael Alberti, Carlos Barral o Luis Rosales, entre otros. Articulista de opinión en diversos medios, en Pre-Textos apareció una amplia selección titulada La puerta de la calle (1997). Su última obra es Mañana no será lo que Dios quiera (2009), una biografía novelada sobre el poeta Ángel González.

LA POESÍA SEÑOR HIDALGO? ANTOLOGÍA DE POEMAS CERVANTINOS . ANTOLOGÍA DE POEMAS CERVANTINOS (GARCÍA MONTERO, LUIS)
Durante la conversación que mantienen Don Quijote y el Caballero del Verde Gabán, en la obra maestra de Miguel de Cervantes, se produce una de las descripciones de la poesía más sorprendentes y sensatas. Enterado Don Quijote de las preocupaciones por la suerte de un joven que quiere dedicarse a la poesía, opina de este modo: "La poesía, señor hidalgo, a mi parecer es como una doncella tierna y de poca edad y en todo extremo hermosa, a quien tienen cuidado de enriquecer, pulir y adornar otras muchas doncellas, que son todas las otras ciencias, y ella se ha de servir de todas, y todas se han de autorizar con ella". A pesar de que Cervantes declarase en alguna ocasión que la poesía era el don que nunca quiso concederle el cielo, el Quijote es un libro que presta atención a la poesía de manera constante. Si a esta característica le sumamos la inteligentísima definición que Cervantes hace del género, no es de extrañar que la novela que narra las andanzas del Caballero de la Triste Figura haya inspirado algunos magníficos poemas escritos por los poetas más representativos de los últimos siglos. El poeta granadino Luis García Montero ha sido el encargado de inaugurar la Biblioteca Cervantina que acaba de poner en marcha la editorial madrileña Visor. La Poesía, Señor Hidalgo... es una antología de poemas cervantinos que reúne a autores como Dámaso Alonso, Felipe Benítez Reyes, Gabriel Celaya, Luis Cernuda, Gerardo Diego, León Felipe, Gloria Fuertes, Federico García Lorca, Jorge Guillén, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Manuel Machado, Blas de Otero, Pedro Salinas y Miguel de Unamuno, entre otros. En opinión de García Montero, "como cada lector es dueño y siervo de su mirada, los buenos libros valen para todo. Un libro es un libro y sus interpretaciones, y corremos el peligro de desconocer el valor del libro si desconocemos la voluntad de sus intérpretes". Sobre algunas de esas interpretaciones se estructura el prólogo que García Montero ha preparado para la edición, centrándose en las opiniones que los poetas vertieron sobre el texto cervantino. "Desde los versos jocosos de Francisco de Quevedo, hasta la dignificación romántica de la locura, el personaje de Cervantes cabalgó por la lírica dejando poco a poco de ser un simple remedo satírico de los caballeros andantes, para transformarse en un símbolo de la libertad humana y de los bellos sueños condenados a la derrota", afirma el catedrático de literatura española de la Universidad de Granada.

LA PUERTA DE LA CALLE (GARCÍA MONTERO, LUIS)
Luis García Montero ha reunido en La puerta de la calle una selección de columnas periodísticas y literarias publicadas durante 1995 y 1996 en la edición de El País Andalucía. Con este libro, el poeta trata de jugar con una mirada propia en campos de interés colectivo, sugerir como individuo algunas ideas de repercusión pública y penetrar con la distancia callejera de lo cotidiano en la subjetividad propia. La primera persona del columnista literario es un buen recurso. Frente a la homologación y al consenso del pensamiento único, el detalle de la mirada personal y la experiencia biográfica adquieren significación. La literatura aporta en los periódicos un saludable cambio de tercio, un aliento rojizo de vida en la piel neutra de las informaciones. Cuando los mensajes totalitarios de las grandes agencias han sustituido a las lecciones de San Isidoro o Santo Tomás, la melancolía y la perplejidad del columnista sirven para recordarnos que muchas verdades son simples opiniones, puntos de vista interesados. La literatura rompe el consenso, porque nos revela el derecho a la disidencia de los lectores, la posibilidad impertinente que tiene cualquiera de buscar sus huecos en el día, su opinión personal.