Texto establecido, presentado y anotado por François MatheronProtagonista central de los debates marxistas de la segunda mitad del siglo XX, Louis Althusser es autor de una obra que en los últimos años ha comenzado a ser leída como fundante de un pensamiento posmarxista en el que la teoría de la historia prioriza la dimensión del acontecimiento, del encuentro contingente que deja de lado toda sustancia y todo sujeto del devenir histórico. Marcado por su afinidad temprana con el cristianismo y por la posterior influencia de Lacan y del estructuralismo, el "posmarxismo" de Althusser comienza a tomar forma en los cursos que, entre 1955 y 1972, dictó en la Escuela Normal Superior sobre "Los problemas de la filosofía de la historia", "Maquiavelo" y "La filosofía política en los siglos XVII y XVIII", y que, hasta ahora inéditos, se reúnen en este volumen por primera vez. En ellos, la relación del autor con la enseñanza filosófica se expresa como una experiencia de pensamiento en la que se trata de volver a captar -para ponerse a su altura- el trabajo de "algunos hombres que intentaron el esfuerzo mayor de lucidez que pueda haber". Althusser se vale de la ausencia de especialización del curso para intentar construir, no una filosofía nueva, sino una "práctica nueva de la filosofía", apuntando incansablemente "a que las cosas se muevan".Se encontrará aquí, por lo tanto, no sólo el pensamiento en acto del autor -atento a muchos de los temas más visibles en su obra-, sino también algunas de las claves necesarias para la comprensión del horizonte del pensamiento y de la política de nuestra contemporaneidad.
Figura clave de la intelligentsia de izquierdas de los años sesenta y setenta, Althusser es objeto en esta obra de un completo estudio en que se analiza tanto su universo teórico como su actividad política en el interior del Partido Comunista Francés. La primera parte se dedica a su juventud vinculada a la cultura católica, la segunda se centra en su descubrimiento de Marx y la tercera examina su búsqueda del método y su epistemología.
En el curso de la primavera de 1972, el filósofo comunista inglés John Lewis consagró, en la revista del Partido Comunista británico, Marxism Today, dos artículos al caso Althusser. Diagnóstico: dogmatismo agudo. Pronóstico: el enfermo no subsistirá demasiado tiempo. El punto de ataque es el humanismo. Para John Lewis no existe ningún problema: la filosofía marxista es humanista. El hombre hace la historia. El hombre hace la historia trascendiendo la historia. El hombre sólo conoce lo que él hace. La tesis de Althusser sobre la ruptura epistemológica es una pura invención. Marx fue, desde el comienzo al fin, humanista y hegeliano. Creyente en el Hombre, en la Alienación y en la Negación de la Negación (=trascendencia). Yo respondí a John Lewis en un artículo publicado por Marxism Today en el otoño de 1972. Este libro es la versión castellana (tomada del francés) del texto inglés, corregido y desarrollado en algunos puntos. Además incluyo una nota política demasiado extensa como para aparecer en el artículo antes mencionado. Al idealismo de John Lewis opongo las tesis materialistas del marxismo-Ieninismo sobre la historia, la lucha de clases y la filosofía. De todo ello, deduzco conclusiones teóricas. A propósito de la ruptura epistemológica, mantengo mi tesis, si bien retomo mi autocrítica del 67: mi desviación teoricista me había llevado, fácilmente, en 1963-1965, a una concepción errónea de la filosofía. Y saco las primeras consecuencias referidas a la historia del pensamiento de Marx. Pero, fundamentalmente, me pregunto: ¿por qué este debate sobre el humanismo? ¿Por qué esta ola de ideología burguesa en el marxismo? Donde John Lewis se calla, yo hablo de política. En primer lugar: el XX Congreso, su explicación pseudo-marxista de las violaciones de la legalidad socialista por el culto de la personalidad. Los resultados. Pero es preciso ver más allá del XX Congreso: a la larga lucha del movimiento obrero por romper con la ideología burguesa y ocupar posiciones proletarias. Porque el corazón de la ideología burguesa es la pareja economicismo-humanismo. El humanismo, cuando no se reduce a un simple discurso general, sino que constituye un sistema coherente y durable, tiene siempre un reverso: el economicismo. Incluso en el movimiento obrero. La prueba: la Segunda Internacional. La lucha continúa.Louis Althusser
A distancia del tiempo y de la controversia, y a un continente de distancia, Althusser vierte en esta entrevista algunas de sus últimas reflexiones sobre filosofía y marxismo. Se recogen temáticas recientes, diferentes a las ya publicadas, tales como los mundos de Epicuro, Demócrito y el materialismo aleatorio; trata la relación entre filosofía, ideología y política, y cierra con unas vigorosas páginas sobre el historicismo y el antihumanismo teórico de Marx que resultan esclarecedoras y, sobre todo, pertinentes ahora que el término humanismo se pronuncia con frecuencia tal que su significado real ha terminado por diluirse.