Nada se mueve en la señoría de Orsenna. La otrora capital de un imperio pujante es ahora una ciudad dormida, carcomida por la inercia. Un joven patricio, Aldo, es enviado a la ribera de las Sirtes para vigilar a las tropas acantonadas. Más allá del mar, la última frontera, están las costas de un ignoto país con el que la señoría mantiene una guerra de tres siglos, tan aletargada como los propios contendientes. Con la llegada de Aldo, todo empieza a dar señales de vida, y el entusiasmo vital desequilibra el juego de fuerzas sobre el que se sustenta la paz.
Els articles que s'inclouen en aquest llibre recullen les actes dels cicles de conferències dedicats a dos escriptors francesos contemporanis tan allunyats com són Julien Gracq i Jean- Paul Sartre. Dues actituds diferents davant la creació literària, dues visions del món divergents, dues formes de vida oposades serien un bon argument per afirmar la no coincidència entre ambdós escriptors, si no fos per una exacerbada voluntat de recerca de la llibertat i del saber. Nexe dèbil i alhora prou resistent per a reunir-los en aquest llibre. Concebem que la llibertat no pot ser restringida exclusivament a l'àmbit individual, sinó que ha de transcendir-lo i abastar la col·lectivitat, perquè ambdues són complementàries. Un raonament prou vàlid per a un títol tan suggeridor com Somnis de llibertat.
Un trabajo crítico desde el corazón mismo de la escritura, algo que muy pocos pueden hacer. El crítico es un lector ideal, más atento tal vez, y que se ofrece a actuar de intermediario elocuente entre el autor y otros posibles lectores. Pero además, la escritura se origina en la lectura, se escribe porque otros antes que nosotros han escrito, y se lee porque otros antes que nosotros han leído. Lectura y escritura constituyen un proceso continuo y creador. El título informa sobre el análisis y maduración para la expresión de la opinión crítica. Si se lee con la pluma en la mano, y se sigue el texto a través de las páginas, de las frases, de las palabras, podemos recobrar el movimiento propio de la escritura, que no obedece a ninguna idea preconcebida, ni a una preocupación por el equilibrio cuidadosamente estudiado, sino a un impulso misterioso, inaprensible. El secreto de la escritura se halla en su automatismo, incluso cuando el autor cree dominarlo.