Con doble fin científico y pastoral, este libro está dirigido a los cristianos enamorados de la poesía de san Juan de la Cruz. Basado en Las categorías de espacio y tiempo en san Juan de la Cruz, la experiencia docente, los congresos internacionales y conferencias impartidas, analiza ahora los poemas con un lenguaje más cercano. Aporta consideraciones sobre las dinámicas de la vida espiritual y sobre el lenguaje místico, analiza dos poemas que describen la experiencia mística: Entréme donde no supe y Tras de un amoroso lance, la dinámica del proceso espiritual en Noche, Cántico y Llama, y el fundamento de la fe cristiana en Del Verbo divino, El pastorcico y La fonte. El verso que es título de la obra Para venir a saberlo todo no quieras saber algo en nada remite al límite del método, invitando al lector a aprender los poemas de memoria y cantarlos con amor de inteligencia mística.
Karol Wojtyla más tarde papa Juan Pablo II, la figura más representativa del renacimiento filosófico-teológico polaco de la posguerra, nos ofrece en este libro el primer jalón las primicias de su trayectoria de pensador, medularmente centrada en la comprensión y en la explicación del hombre cristiano.
El P. Eulogio Pacho ha consumido muchas horas en estudiar la paternidad sanjuanista de las dos redacciones conocidas de la Llama de amor viva, y en publicar el resultado de sus indagaciones. Ha llegado al convencimiento de que la mejor manera de afrontar el problema de la autoría de la segunda Llama es publicar críticamente íntegro el texto de ambas redacciones en un mismo volumen, de modo que cualquiera pueda confrontarlas para adoptar una posición sólidamente fundada al respecto.
Ahora, cinco siglos más tarde, el poeta Juan de la Cruz, el único cuyo nombre se traduce a cada nuevo idioma que lo acoge, pues todas las literaturas lo hacen suyo: John, Jean, Giovanni, el hombre derrotado, fracasado, el medio fraile (como lo llamaba la santa de Ávila), el poeta inédito en vida, el reformador bajo sospecha, el monje secuestrado, el místico incomprendido por los suyos, el hombre solo, que prefiere las criaturillas vegetales de la huerta a la, tantas veces, onerosa compañía de las pasiones humanas, el fino exegeta, el viajero, el teólogo, el artista, el contemplativo, el humanista, el enamorado nos regala su misterio encarnado en un solo verso: ¡Oh Ninfas de Judea! Este trabajo, es un tímido asomo a la hondura del acto creador del poeta carmelita a través de este verso, un sorprendente hallazgo del Cántico espiritual que esconde un foco de luz que ilumina el fondo remoto de los siglos.
La búsqueda de la palabra y la reflexión sobre el lugar que ocupa la poesía en el mundo animan los veintisiete poemas que forman Puntos de no retorno, un libro sincero, cruel y radical donde se mezclan la pasión por lo clásico y la necesidad de nuevas fórmulas de expresión. En palabras de su autor, en este poemario confluyen el «misticismo sufí y el punk a la busca de esa espiritualidad marginal de la contracultura». Contundente, moderno y, a la vez, dotado de un trasfondo místico y metafísico, con este poemario Andrés García Cerdán ha obtenido el I Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz, de la Academia de Juglares de Fontiveros.
En este estudio, Mª Jesús Torres examina los nueve romances titulados ?Romance sobre el evangelio In principium erat Verbum acerca de la Santísima Trinidad?, así como el romance ?Otro del mismo que va por Super flumina Babilonis?, paráfrasis del salmo 136, concluyendo que son origen y base de la obra posterior del Santo, tanto de los poemas considerados ?mayores?, como de su prosa místico-teológica y doctrinal. Dado el carácter teológico de los romances, la metodología que ha utilizado ha sido interdisciplinar. Los romances sanjuanistas provocan en el lector una profunda admiración ante la síntesis perfecta del credo eclesial, vertido en un género lírico popular y un lenguaje impregnado de afectividad, de ternura y de sobria belleza.
Una de las razones por la que muchas personas abandonan pronto la lectura de Juan de la Cruz es que comienzan por la Subida del Monte Carmelo. En ella Juan se enfrenta a uno de los grandes desafíos del ser humano: la libertad para dejarse amar así como la libertad para amar. La profunda comprensión de la naturaleza humana que tiene Marc Foley, reforzada por sus estudios en psicología, así como por sus extensas lecturas en literatura, le convierten en un guía sabiamente dotado para acercarnos a la experiencia contemplativa de Juan de la Cruz.
Estas páginas se ocupan del amor gratuito, limpio de escorias y egoísmos. Solo ese amor es capaz de orientar la vida en la dirección acertada. Juan de la Cruz, santo y poeta enamorado, no podía contener el fuego que albergaba en su corazón -un fuego que nacía del amor de Dios- sin transmitirlo a los demás. No escribió por escribir, sino que sus vivencias le ardían tanto y quemaban de tal manera sus entrañas que el único remedio que encontró para su «mal» fue comunicarlo, no hablando más que de lo que de verdad estaba viviendo y experimentando. Sus consideraciones son tan altas y sus experiencias tan subidas que no tiene otra salida para poder transmitirlas que echar mano de dos recursos que le ayuden a darse a entender: la poesía y las parábolas, pértigas que utilizó para sobrepasar el listón tan alto que sus propias ansias le imponían.
Este libro es una meditación fenomenológica, que retoma las aportaciones de Heidegger para la interpretación de la experiencia mística y busca superar sus deficiencias, cuyo propósito es arrojar luz sobre los rasgos esenciales de los protagonistas del Cántico Espiritual B, de San Juan de la Cruz y mostrar que «si el alma busca a Dios, mucho más le busca su Amado a ella». A lo largo de estas páginas resuena el eco de la «música callada» con la que las criaturas celebran la unión del Amado y de la amada. El análisis filosófico del eco del amor divino, tiene por fin poner de manifiesto que la unión mística con el Esposo-Cristo es un modo de vida al que todo hombre está llamado, y no una vía de salvación extraordinaria. Se trata de mostrar que el amor-ágape es el principio y el fin de la existencia. De suerte que, si el hombre puede renunciar a todos sus apetitos por amor a Dios es porque la sola presencia del Amado basta para inflamar su voluntad y dilatar su deseo, a fin de que pueda gozar de la vida eterna, que consiste en amar a Dios como Él se ama en cada una de las Personas de la Santísima Trinidad y ama al hombre: hasta la muerte, puesto que el amor perfecto no conoce fin.
Lucas de San Juan de la Cruz escribe esta obra como amante hijo de su madre Patria: Calahorra (La Rioja). En ella describe con detalle el origen de la ciudad, sus hechos gloriosos, sus laureles y, cómo no, la historia de sus grandes hombres. El autor no esconde el orgullo que siente por ser hijo de una ciudad de la que, durante siglos y siglos, han hablado historiadores antiguos y contemporáneos, poetas y literatos. Él mismo nos dice en el prólogo: "Los cuatro imperativos que deben existir en un ser que esté ennoblecido con la dignidad de hombre, cristiano, sacerdote y religioso, obligan a ser más patriota y a amar con delirio a sus paisanos."
Aunque los tiempos no dejan de cambiar, los grandes testigos de la experiencia humana más auténtica y profunda recobran cada día mayor actualidad. Uno de esos maestros es, sin duda alguna, Juan de la Cruz. La belleza y profundidad de sus versos, así como su doctrina, siguen hoy hablando de la necesidad de un amor auténtico y de una forma de vida que pueda llenar de valor la existencia humana. El propósito de este congreso es abordar el Libro de la Subida del Monte Carmelo, con la ayuda de los avances en el campo sanjuanista y de los mejores expertos, nuevas perspectivas y claves de lectura que pongan en evidencia la riqueza, la actualidad y el humanismo de Juan de la Cruz, y también que favorezca una correcta lectura e interpretación de la vida y doctrina del Doctor místico.
?Cántico espiritual? ?poema y comentario? es la obra cumbre, la más leída y la más trabajada por san Juan de la Cruz y poéticamente constituye la cima de la lírica religiosa universal. Eulogio Pacho, teniendo en cuenta esta singularidad, nos ha dejado su último comentario inédito con una importante novedad: el desarrollo de las estrofas ajustándolo al desarrollo del itinerario espiritual. Ya lo intentó el místico doctor en su comentario al Cántico B, pero sin lograrlo plenamente. Nuestro especialista en san Juan de la Cruz dispone el orden de las estrofas de acuerdo al desarrollo progresivo de la vida espiritual y su comentario adquiere así un valor didáctico y pedagógico, que complementa el valor poético de las 40 estrofas de Cántico.
Este libro, escrito por un maestro Zen, explica de forma práctica la experiencia de vivir los versos de San Juan de la Cruz como Kôan de Meditación Zen, aportando por vez primera una síntesis de algunas de las expresiones más profundas y fecundas del pensamiento oriental y occidental. Plasma una aventura interior, un compromiso con la vida, una deuda de amor. Recorrerlo no es sino continuar la senda de nuestras vidas, la que cada uno había ya iniciado en las páginas de otros libros, en la música de otras canciones, en el gozo y ternura de otras travesuras, en el silencio que reside más allá de los recuerdos. Experimentarlo a través de la meditación nos coloca ante el espejo de nuestra ignorancia y el reflejo de lo que creemos conocer. Si te atreves a indagar sobre lo que hay más allá de lo que somos capaces de pensar y de sentir, déjate llevar por todas las sugerencias que emanan sutilmente de cada uno de estos Kôan, déjate sorprender por los ecos que surgen del fondo de tu conciencia, y observa atentamente cómo se gesta el germen de una convicción, cómo se va manifestando una fuerza más poderosa que tu voluntad, cuya vocación no es otra que conducirte a la verdad que abrigas en tu interior. Pedro Vidal López. Tras un largo período de formación iniciado en 1983 en España, Alemania y especialmente en Japón, recibe la transmisión como Maestro Zen a manos del Maestro Koyama Shikei. Dirige el Centro de Formación Sincronía, especializado en Meditación Zaike-Zen y Contemplación.