La lectura de este libro puede ayudar a quienes están interesados en el conocimiento de san Juan de la Cruz. También dará luz a los que están comprometidos en su propio camino espiritual. Y planteará, sin ninguna duda, enfoques, actitudes y la propia preparación de aquellos que ejercen como guías espirituales de otros.
Este Diccionario, único en su género, no pretende imponer opiniones ni dictaminar a favor o en contra de posturas. Quiere ser instrumento eficaz para acercarse al Santo y penetrar en su figura y mensaje polifacéticos. Cada uno de sus colaboradores ha incorporado al final de su aportación la bibliografía más específica y moder-na posible, tras realizar su propia síntesis personal. En la selección de las entradas se ha primado lo específico sobre lo común y universal. Se ha buscado lo más personal y representativo a fin de ofrecer una visión lo más fiel posible del mundo sanjuanista.
Introducción general y a cada obra. Obras menores: Poesías. Avisos. Cautelas... Obras mayores: Subida del Monte Carmelo. Noche oscura. Cántico Espiritual (B). Llama de amor viva. Cántico espiritual (A). Epistolario.
Esta es la obra maestra de San Juan de la Cruz y la más querida y cuidada por él. Refleja fielmente el alma del Santo y, tomada en conjunto, tiene mucho de autobiografía espiritual. Nueva edición. Bibliografía actualizada.
El itinerario vital, el pensamiento y la obra de san Juan de la Cruz. A través de las páginas de este libro, Carlos Ros pretende penetrar en la vida y los escritos del santo de Fontiveros para dar su perfil más exacto posible. "Creo que es osadía glosar la figura de Juan de la Cruz, el santo de la nada, como le llamó Hegel, el trovador del cielo, el poeta por la gracia de Dios, el maestro del camino de la cruz y buscador de Dios, el hombre celestial y divino, que apodó Teresa de Jesús. Juan de la Cruz -el más grande y original poeta y cantor del amor divino- ha sabido escoger su sitio oculto y velado en el Monte Carmelo. Iba para cartujo y Teresa lo convirtió en descalzo, que aúna el retiro de la oración con la apertura al mundo. Juan elegirá siempre la vida oculta de silencio, oración y penitencia, pero no rehusará los oficios, que los tuvo varios y de alta responsabilidad".
El autor del presente libro pone de relieve los recursos lingüísticos que desvelan la vida interior de San Juan de la Cruz, que avalan su calidad estética y que sirven de soporte para transmitir conocimientos trascendentales difíciles de conceptuar. En sus páginas se comenta cómo la Llama del Espíritu alienta experiencias de fe (ciencia secreta) que adentran en los profundos de Dios y permiten disfrutar de bienes con sabor a vida eterna; además, se ha pretendido destacar el gozo inefable con que se vive la relación entre el amor infinito y connatural en el Padre y participado y experimentado sabrosamente por sus hijos.
El reconocido sanjuanista autor del libro nos presenta los textos de san Juan de la Cruz encerrados en los envases en que al Santo le resultaban familiares: comparaciones, semejanzas, símiles, ejemplos, metáforas, significaciones... Nuestro místico desarrolla puntos muy diversos y en algunos encuentra más dificultades que en otros, como es lógico. Puesto, pues, a redactar y a explicar lo mejor posible y con la claridad más diáfana que pueda sus temas, echa mano de sus conocimientos filosófico-teológicos y bíblicos, y de la experiencia propia y ajena que tiene. Y cuando le parece entremezcla citas de la Escritura y comparaciones. El objetivo de esta obra es el de que la luz del Espíritu que inundó a san Juan de la Cruz pueda penetrar nuestro vivir diario.
Los tres relatos extensos que componen este bellísimo libro recrean, desde la ficción, tres episodios históricos singulares (no exentos de misterio y, por tanto, favorables a las hipótesis más arriesgadas) protagonizados por tres poetas míticos: San Juan de la Cruz, Friedrich Hölderlin y Fernando Pessoa. En el primero de ellos se narran los últimos días y la muerte del místico de Ávila en el otoño de 1591 en un convento de Úbeda. En el segundo se siguen los pasos del poeta romántico en su larga caminata desde Burdeos (adonde había llegado sólo cinco meses antes para ocupar un puesto de preceptor) hasta Stuttgart, en la primavera de 1802. En el tercero se describe la noche (8 de marzo de 1914) en que el poeta portugués concibió al primero de sus famosos heterónimos, Alberto Caeiro. Aunque nacidos en épocas muy diferentes, estos tres autores tienen en común, además del altísimo nivel de sus obras, un mismo impulso vital y poético hacia una plenitud que sólo parece poder alcanzarse en territorios extremos (la muerte, la locura, el desdoblamiento) mediante formas de autosacrificio y traspasando fronteras: la frontera de la vida, en busca de la unidad trascendente y definitiva; la de la razón, que llevará a una sintaxis nueva que funde y celebre un mundo sagrado y perdido; y la de la identidad, que propiciará el nacimiento de una voz multiforme que armonice los contrarios. De esta manera, en los tres episodios recreados por Vicente Valero asistimos a tres «fugas»; fugas que aspiran, sin embargo, a una integración más alta y diferente. Este tríptico, que parece escrito al lado del camino, ofrece una mirada ejemplar sobre la naturaleza y las «pequeñas cosas» que conforman el mundo; al mismo tiempo que, desde una gran verdad no sólo literaria, se acerca a los anhelos, miedos y aparentes locuras de los hombres de cualquier época.
Xabier Pikaza retorna por tercera vez el Cántico espiritual de san Juan de la Cruz, a quien considera «una de las personalidades más ricas y complejas del siglo XVI y de la Modernidad». En esta ocasión, el autor observa el Cántico como un ejercicio de amor, comentando y proponiendo sus elementos básicos en una línea de conocimiento y práctica cristianos, haciendo hincapié en la relación del Cántico con la propia biografía de san Juan (lo escribió tras una dura experiencia de cárcel) destacando algunas de sus aportaciones más novedosas: el erotismo y el amor como asignatura pendiente, la oración, la Iglesia entendida como una comunicación de amor con Dios y con los otros, la protesta social que busca superar las diferencias que establecen la riqueza o el poder en la sociedad y en la misma Iglesia, y el testimonio ecológico. El libro se completa con un apéndice biográfico de san Juan y una bibliografía básica sobre su obra y su pensamiento.
Poeta máximo de obra mínima -como dijo Dámaso Alonso-, San Juan de la Cruz ocupa la cima de la poesía española con menos de una veintena de composiciones en su haber. Lejos de hallarse aislados en un espacio de revelación y misterio, sus versos se nutren
El Cántico Espiritual es una obra de san Juan de la Cruz escrita parte en verso, parte en prosa. El comentario que nos ofrece el presente libro sobre el Cántico pretende llevar al lector al conocimiento místico. Cántico es un tratado de mística. San Juan de la Cruz afirma que sin el acompañamiento de un maestro no se puede hacer el camino contemplativo. Ofrece una oportunidad, pues no es fácil dar con el maestro de espíritu necesario. Sus escritos tienen el don de iluminar al caminante espiritual. Todos sus escritos, especialmente Cántico Espiritual, tienen la gracia de suplir la carencia del guía humano. Los comentarios de este libro pretenden demostrarlo.