Algunos dicen: «La Semana Santa de ahora ya no es como la de antes. Se ha profanado todo. Se ha diluido todo. La mayoría de mis amigos aprovechan estos días para irse de vacaciones. Uno termina pensando si esto de ser cristiano no será ser un bicho raro». Yo quisiera deciros que no os dejéis contagiar por el pesimismo. Seguro que en su balance de Semana Santa, él no va a contar el número de personas que desfilaron en las procesiones, sino el número de creyentes que le acompañaron desde el corazón.Aquí se recogen las celebraciones de la Semana Santa y de los domingos del tiempo de Pascua.
Esta Cuaresma es el tiempo de «la gran catequesis» de los cristianos para redescubrir el amor que Dios nos tiene y responder a su amor. El autor nos presenta las celebraciones dominicales de este tiempo cuaresma que nos lleva al misterio pascual del Señor que se entregó por nosotros. El Padre lo resucitó y validó así toda su vida.
«La enfermedad que padece el mundo, la enfermedad principal del hombre, no es la pobreza o la guerra, es la falta de amor, la esclerosis del corazón» (Madre Teresa de Calcuta). ¿Qué ofrece este libro? Reflexiones y oraciones agrupadas en dos partes: Salmos de la misericordia y relatos del Nuevo Testamento. El estilo es el habitual de una celebración de la Palabra. Dada la amplitud de algunas introducciones y la variedad de reflexiones ofrecidas, es posible utilizar el material como catequesis especialmente para adultos y jóvenes. El animador que se sirva de estas propuestas cuenta con una gran riqueza de contenido, lo que le exigirá sintetizar, reducir, escoger aquello que juzgue más oportuno para su grupo o comunidad. Completa la riqueza del libro las canciones originales del autor que van en apéndice.
La Navidad es una fiesta cristiana muy esperada. Y bien sabemos que con el Adviento, empezamos la preparación de la Navidad. Las páginas de este libro quieren ser una ayuda para ambientarnos a fechas tan señaladas y que hemos de vivir con hondura tratando de comprender lo que significan en la vida de fe de un cristiano. Se trata, en un primer momento de celebrar los domingos de Adviento para cargarnos de esperanza ya que, sin esperanza, se nos seca el corazón. Luego vienen las fechas más señaladas de Navidad. En las páginas de esta obra encontraremos sugerencia, textos y oraciones que ayudarán a la asamblea a vivir las eucaristías de estos días y domingos.
Si la Cuaresma está marcada por la idea del Éxodo, salida de la esclavitud hacia la tierra de la libertad, entonces la Cuaresma ha de ser como una especie de éxodo personal y comunitario, la salida de nosotros mismos, de nuestros egoísmos y el camino hacia el hermano, el prójimo, el otro. El hermano es el eslabón para ir al Padre y preparar la Pascua, como lo hizo Jesús. El día del bautizo comenzó una travesía que cada uno tiene que recorrer. Otros, se preparan para recibir el Bautismo. Todos convocados a descubrir la esencia de la vida cristiana: volvernos al Evangelio, volvernos al hermano. En la línea de los ciclos anteriores, el autor nos presenta abundantes, variados y ricos materiales para la celebración dominical cristiana.
«Señor, enséñanos a orar» (Lc 11,1); hemos de repetir con humildad esta súplica. Todos estamos sumergidos en la inquietud y la actividad y nos vemos a veces abrumados por ello. La Cuaresma se nos presenta como tiempo de oración (¡que es más que tiempo de oraciones!). La novedad de este libro consiste en que propone una oración cuyo centro es el Evangelio de cada domingo de Cuaresma. Así la Palabra de Dios se convierte no solo en un texto que estudiar, sino en un manantial para rezar. Para ser hoy «evangelio de Dios» hay que ser buen creyente; y para ser buen creyente hay que ser buen orante. Son especiales destinatarios los agentes de pastoral de nuestras de las comunidades cristianas, y todo aquel cristiano que desea vivir en contacto con el Dios que se anuncia en el Evangelio.
Como una ayuda para vivir la Cruz de Jesús, te ofrezco estos Vía Crucis. El camino de Jesús es también tu camino en los caminos de la vida. El camino de Jesús es único. Pero cuando este su camino se hace camino nuestro, se transforma en infinidad de caminos. Cada uno recorre las estaciones con unos pies diferentes, con un corazón y con una vida distinta, que siendo como la de los demás, sin embargo, es una vida totalmente única y personal.
La Iglesia está recuperando la oración y adoración al Santísimo. Estas «horas santas» nacieron en contexto de triduo pascual, pero pueden ser muy bien usadas en otros momentos de oración y exposición. Bastarán pequeños retoques de referencia a los días del triduo pascual. Hora Santa es el espacio de oración que la comunidad (o algunas personas de la comunidad cristiana) dedican a rezar delante del Santísimo.
La Semana Santa y el Tiempo Pascual concentran muchos esfuerzos pastorales en las comunidades cristianas, a pesar de las amenazas de los desplazamientos vacacionales. Este libro es una referencia de lo que se puede hacer tanto en las comunidades con presencia de presbíteros como en aquellas que no disponen de la posibilidad de un presbítero en la celebración dominical. A estas comunidades les queda siempre lo esencial: la reunión, la proclamación y escucha de la Palabra, la oración y la animación fraterna para ser testigos del Resucitado en la vida ordinaria. El autor ofrece sugerencias con posibilidad de elección de homilías, gestos, peticiones Una riqueza que exige a los encargados de la celebración preparar y elegir lo que es más apropiado para la asamblea concreta que presiden.
Cada vez son más los equipos de seglares que reúnen a la comunidad cristiana en ausencia de presbíteros. Tras estos «materiales» se esconde la mano amiga de un sacerdote que quiere aportar su ayuda para que la celebración, con presbítero o sin él, sea digna y vivifique la fe de los creyentes. Estas celebraciones, nacidas en el mundo rural de Cantabria (España), son una propuesta concreta realizada con gentes sencillas. Moniciones, peticiones de perdón, oraciones, presentación de dones, oración de los fieles, homilía, acción de gracias tienen, pues, un contexto. Bastarán retoques para hacerlas válidas en otros lugares. Pueden variar detalles. Lo central es en todas partes lo mismo: reunidos para escuchar la Palabra y hacer memoria del Señor resucitado.
El Adviento es comenzar a vivir de nuevo con alegría la esperanza de las promesas de Dios que está viniendo. El Adviento es comenzar a reverdecer nuestros corazones con la esperanza de que está ya en camino el Prometido de siglos. El Adviento es comenzar a reverdecer nuestras vidas con la esperanza de que lo viejo está secándose y lo nuevo comienza a hacerse primavera.