Tres relatos magistrales de Juan Marsé. En «Historia de detectives» cuatro muchachos, encerrados en un Lincoln abollado y herrumbroso, dan alas a su fantasía, mezclada con el humo azul de sus aromáticos cigarrillos de regaliz. La crítica mordaz de la bravura obcecada de un militar franquista en «Teniente Bravo» constituye uno de los hitos en la historia de la narración breve de las letras hispanas. Y finalmente, en «El fantasma del Cine Roxy», los mitos del celuloide conviven con la realidad del presente, encarnada en un banco construido sobre las ruinas de un antiguo cine de barrio cuyos héroes se resisten a desaparecer. Reseña:«Lo grande de un escritor como Marsé es saber crear personajes con entidad.»Fernando Trueba
Dentro de la obra de Juan Marsé, Últimas tardes con Teresa ocupa un lugar especial y muy significativo, pues en ella se dan cita todos los elementos de su particular mundo narrativo, la geografía de su enorme talento. A lo largo de sus páginas nos encontramos con dos personajes cuya larga y feliz estancia entre los lectores les ha convertido, como siempre ocurre con los grandes tipos de la literatura, en mitos, encarnaciones de su tiempo. Teresa, muchacha rebelde, universitaria e izquierdista, hija de la burguesía catalana; y el inmigrante, chava, murciano y ladrón de motos llamado Pijoaparte viven una historia de amor que refleja todas las contradicciones de una época, el esplendor, la miseria y la mediocridad de las clases sociales, la ingenuidad del compromiso fácil y la amargura y el resentimiento de los perdedores, habitantes de un exilio interior en el que, forjados en tantas derrotas, sueñan como niños.
El embrujo de Shanghai es una estremecedora fábula sobre los sueños y las derrotas de niños y adultos, asfixiados todos por el aire gris de un presente desahuciado. En la Barcelona de la posguerra -ese espacio ya mítico donde transcurren todas las novelas de Marsé-, el capitán Blay, con su cabeza vendada y sus suspicacias sobre los escapes de gas que están a punto de hacer volar toda la ciudad, se pasea por el barrio sacudido aúnpor los estertores de la guerra perdida y acompañado por los espectros gimientes de sus hijos muertos. El pequeño Daniel le escoltaa través de aquellas calles póstumas, en las que conocerá a los hermanos Chacón, quienes custodian la verja de entrada de la casa en la que convalece Susana, una niña enferma de los pulmones, hija de la señora Anita, bella y ajada taquillera de cine, y de Forcat,un revolucionario, huido del país y nimbado por el fulgor mítico de los furtivos. Pronto llegará a la casa un amigo y compañero de viaje de Forcat, que narrará a los niños la arriesgada aventura que el padre de la niña emprendió en Shanghai, enfrentado a nazis sanguinarios, pistoleros sin piedad y mujeres fatales que le salen al paso en los más sórdidos cabarets de la ciudad prohibida. Dueño más que nunca de una extraordinaria fuerza evocadora y de un estilo deslumbrante, pero engastado en una prosa transparente ya un tiempo hipnótica, Juan Marsé construye aquí lo que es sin duda una de las obras maestras de las narrativas europeas de finales del siglo XX.
Espléndido relato de iniciación al deseo y a la escritura, Caligrafía de los sueños es la novela que Juan Marsé publicó tras recibir el Premio Cervantes 2008, y también su novela más autobiográfica. A mediados de los cuarenta, Ringo es un chiquillo de quince años que pasa las horas muertas en el bar de la señora Paquita, moviendo los dedos sobre la mesa, como si repasara las lecciones de piano que su familia ya no puede pagarle. Desde esa taberna del barrio de Gracia, Ringo es testigo de la historia de amor entre Vicky Mir y el señor Alonso: ella, una mujer entrada en años y en carnes, masajista de profesión, ingenua y enamoradiza; él, un cincuentón apuesto que empezó frecuentando a la mujer para curarse de una lesión en el pie y ha acabado instalándose en su casa. Allí viven junto a Violeta, la hija de la señora Mir, hasta que sucede algo inesperado: un domingo por la tarde, Vicky se echa a las vías de un tranvía intentando un suicidio imposible y patético, mientras el señor Alonso desaparece para no volver. Lo único que queda de él es una carta que prometió escribir y que Vicky estará esperando y deseando hasta la locura, mientras Violeta mueve sus espléndidas caderas por el barrio, hosca e indiferente a los halagos. La vida entera discurre por el bar de la señora Paquita y bajo la mirada de Ringo, que escucha, lee, y finalmente empezará a escribir, llenando de luz esa triste caligrafía de toda una generación que alimentó sus sueños en los cines de periferia y en las calles grises de una ciudad donde el futuro parecía algo improbable. Reseña:«Cuando un maestro de la narración como Juan Marsé escribe con ese placer interior, el resultado es una fiesta.»Rosa Montero, Babelia, El País
En la cabina de un cine de barrio, una prostituta es asesinada a sangre fría. Pero el misterio no está en el quién ni en el cómo, sino en el por qué. Y ni el propio asesino recuerda el motivo. La nueva novela de Juan Marsé. Es una tarde de enero de 1949 y Carol se acerca caminando con desgana al cine Delicias. Lleva tacón alto, medias negras y una gabardina a medio abrochar. La platea está abarrotada: en los carteles se anuncia la reposición de Gilda, y hay cola para disfrutar de ese cuerpo de mujer hecho de curvas y sonrisas, pero a Carol eso poco le importa. En vez de sumarse al público, sube a la cabina de proyección. Allí la espera Fermín Sicart, el encargado, que a cambio de unas monedas y una triste merienda, va a disfrutar de sus encantos. No es la primera vez que Carol y Fermín se encuentran entre bobinas y vasos sucios, pero hoy algo se tuerce y Carol no saldrá viva del encuentro. Cuando ya han pasado más de treinta años, en el verano de 1982 alguien se empeña en convertir en película estos hechos escabrosos. Los expedientes hablan claro: hubo un crimen, una víctima y un asesino. Fermín, reo confieso, recuerda muy bien cómo estranguló a su querida Carol con un cinta de celuloide, pero ya no sabe por qué. Al hilo de esta pregunta Juan Marsé construye una espléndida novela que nos guía por los callejones de la memoria y el olvido, sabiendo muy bien que a veces los recuerdos son bombones envenenados. Reseñas:«A sus 83 años, Marsé regresa con Esa puta tan distinguida, un recorrido por la desmemoria del pasado a través de la Barcelona de la postguerra. La publicación coincide con el 5º aniversario de Ultimas tardes con Teresa, la novela que consagraría al "Pijoaparte" como la piedra fundacional de su obra.»Matías Néspolo, El Mundo «Juan Marsé ha vuelto a asomarse a su mundo, a esa Barcelona gris de la postguerra y a esos perdedores entrañables -incluso cuando hacen daño a sus semejantes- que pueblan su universo literario. Esa puta tan distinguida es una exploración en la frontera entre memoria y realidad. O en la memoria como el único paraíso que nunca nos puedan arrebatar y el olvido como estrategia de supervivencia.»César Coca, El correo español «Un crimen, un asesino que evoca el pasado y un escritor que escribe un guion cinematográfico. El novelista reflexiona sobre la realidad y la ficción, los recuerdos y las trampas que nos juegan en Esa puta tan distinguida, su obra más autobiográfica.»Javier Ors, La Razón «El escritor barcelonés, Premio Cervantes 2009, demuestra que mantiene la misma fuerza e inspiración que en sus primeras obras.»J.M. Pozuelo Yvancos, Cultural, ABC «Merece la pena sumergirse en una mezcla de ficción, realidad, guion cinematográfico, magistral como todo lo que toca Marsé.»Adolfo Gil, La Opinión de A Coruña
Como explica Juan Marsé, La gran desilusión, concebido como «un libro personal», recorre las décadas de los años treinta y cuarenta en «una especie de miscelánea de imágenes y recuerdos que remitían tanto a noticias y fechas históricas como a vivencias, modas y costumbres vinculadas al acontecer cotidiano, a la memoria popular de una época». Prologado y revisitado por su propio autor hoy, este libro tan delicioso como inclasificable es fruto de un proyecto del todo singular realizado en los años setenta, y supone un acontecimiento editorial de primer orden, ya que es la primera vez que se encuentra en librerías. El resultado de tal aventura es sorprendente porque sumergió a Marsé en los «paisajes, ritmos y atmósfera» que le ayudarían «de manera decisiva» a escribir Si te dicen que caí, su «novela más arduamente trabajada, más compleja de estructura y más densa de vivencias personales»; y porque «conserva, leído hoy, un soterrado y conmovedor intento de decir entre líneas lo que no se podía decir (?) al consignar algunos hechos y noticias considerados entonces por el régimen como intocables y ejemplares en su versión oficial».
El 8 de mayo de 1945, el día siguiente a la capitulación de Alemania y la conclusión de la guerra en Europa, un inspector de policía recorre las calles de la barriada barcelonesa del Guinardó junto con Rosita, una adolescente a la que necesita para que identifique un cadáver. Durante esa particular jornada conocemos las degradadas y miserables vidas de los protagonistas, así como la no menos oscura y desesperada situación de la Barcelona de la primera posguerra. Esta magistral novela corta, publicada en 1984 y galardonada con el premio Ciudad de Barcelona, contiene la geografía, los personajes, los símbolos, el mundo literario, la temperatura moral y el estilo que han convertido a Juan Marsé en uno de los mayores narradores españoles contemporáneos. La edición de Fernando Valls sigue el texto que el autor revisó y ha dado por definitivo, y aporta un estudio imprescindible sobre el conjunto de la obra de Marsé y sobre el lugar que Ronda del Guinardó ocupa en ésta. La anotación aclara todos y cada uno de los puntos del texto que remiten al personal mundo del escritor, y los pone en contacto con otras regiones de su universo narrativo.
Publicada por primera vez en 1970, La oscura historia de la prima Montse, ahora revisada y corregida por el autor, constituye el punto culminante de la madurez narrativa de Juan Marsé. La novela arranca con la visita de un hombre, diez años después, al lugar donde se fraguó su tragedia. Condenada al derribo, nada queda del antiguo esplendor de la torre de sus tíos, la adinerada, católica y encopetada familia de los Claramunt. Todo empezó cuando su prima, Montse Claramunt, joven idealista consagrada en la orden seglar de las Visitadoras a la caridad y el proselitismo entre el pueblo llano, conoció a un presidiario -estudiante ateo, atractivo y ambicioso, de clase obrera- y quiso convertirlo en su protegido, entender sus problemas y entregarse a él. De esas buenas y peligrosas intenciones surgirá una historia oscura, cuando se interpongan los estatutos sociales y el culto a la respetabilidad. Reseña:«El mundo de Marsé siempre tiene una rara cualidad de adviento. Como si la búsqueda de ese arte de la evocación, que es para él el arte del novelista, no fuera sino hacer visible a los otros la luz y el brillo del mundo. Señalar, como quería Joyce, el lugar de la epifanía.»Gustavo Martín Garzo
El amante bilingüe es una sátira feroz y divertida sobre la dualidad cultural y lingüística catalana, agravada por las diferencias de clase, así como una dolorosa reflexión sobre la necesidad permanente de ser otro. Juan Marés, un soñador que se ha hecho a sí mismo, se ve engañado y abandonado por su mujer, perteneciente a la alta burguesía catalana, y de la que está totalmente enamorado. Este abandono lo hunde en la desesperación y la indigencia, y lo convierte en un marginado solitario, un astroso músico callejero que deambula por los barrios bajos de Barcelona, hasta que concibe una delirante estratagema: hacerse pasar por un charnego pintoresco y fulero llamado Faneca, para reconquistar a su ex mujer. La falacia empieza como una broma, una aventura algo grotesca e inverosímil, pero adquiere una dinámica imprevista, y el personaje ficticio comienza a ganarle terreno al real, la máscara devora a Marés y se hace dueña de su voluntad, de su memoria y de su lengua. El amante bilingüe fue adaptada al cine en 1992 por Vicente Aranda, con Imanol Arias en el papel de Faneca, y Ornella Mutti en el de su mujer. Reseña:«Aquí podemos descubrir algunas de las mejores páginas de Marsé.»Joaquim Marco, El Periódico
Señoras y señores es una recopilación de retratos que Juan Marsé publicó entre los años 70 y 80 en la revista Por Favor y El País. Con vocación humorística y satírica, Marsé realiza afiladas descripciones de diversos miembros de la vida pública. En esta edición, corregida y revisada por el autor, rescatamos aquellos retratos de personajes que han sobrevivido al paso del tiempo, desde estrellas del cine internacional como Marilyn Monroe hasta protagonistas del ámbito nacional, desde políticos o empresarios como José María Ruiz Mateos, hasta personajes de la farándula como Isabel Pantoja. Además, para celebrar la presente reedición, Juan Marsé ha añadido a la selección dos relatos hasta la fecha inéditos. Artur Mas y María Dolores de Cospedal son perfilados aquí con la prosa maestra, incisiva y satírica de uno de los grandes autores de las letras españolas.
El libro es un recorrido por el Madrid más terrorífico, fantástico y fantasmal. Estructurado como una guía, todos los lugares se pueden visitar por los lectores, y en muchos de ellos incluso es posible pasar una noche de miedo. Enclaves embrujados y otros en los que suceden fenómenos paranormales o se aparecen espectros son los protagonistas de esta obra. Además, cada capítulo presenta precisas indicaciones sobre cómo llegar a los distintos lugares y las coordenadas GPS de cada uno de ellos.
Publicada por primera vez en 1970, La oscura historia de la prima Montse constituye el punto culminante de la madurez narrativa de Juan Marsé. La novela arranca con la visita de un hombre, diez años después, al lugar donde se fraguó la tragedia. Condenado al derribo, nada queda del antiguo esplendor del chalet de sus tíos, la adinerada y católica familia de los Claramunt. Todo empezó cuando su prima, Montse Claramunt, joven idealista consagrada en la orden seglar de las Visitadoras a la caridad y el proselitismo entre el pueblo llano, conoció a un presidiario -estudiante ateo, atractivo y ambicioso, procedente de las capas más bajas de la sociedad- y quiso convertirlo en su protegido, entender sus problemas y entregarse a él. De esas buenas y peligrosas intenciones surgirá una historia oscura, cuando se interpongan los estatutos de la clase social y el culto a la respetabilidad.
Tras sus largos poemas anteriores, que se movían entre el salmo y la iluminación, y partían de la experiencia en ciudades como Nueva York en su primera obra, Puer profeta, Nápoles en Leyenda napolitana, y Londres en Laberinto, Juan Carlos Marset nos entrega en este Días que serán tal vez su libro más transparente, pero no menos hondo. Agrupados en tres partes, «Lo que pasó», «Partida parte» y «Está por ver», los poemas hablan del pasado, del presente y del futuro ante una inminencia fatal, y un posible renacer. El autor no ha renunciado a ciertos recursos sonoros, a los juegos de rima y de aliteración, y tampoco a las paradojas, las citas y los homenajes para encerrar su reflexión metafísica, su enseñanza moral, a propósito del tiempo, del arte, de la vida.
Edición escolar, con material didáctico, de esta obra de referencia de Juan Marsé, galardonada con el Premio Biblioteca Breve en 1965. Ambientada en una Barcelona de claroscuros y contrastes, Últimas tardes con Teresa narra los amores de Pijoaparte, el inmigrante, chava, murciano y ladrón de motos, cuya mayor aspiración es alcanzar prestigio social, y Teresa, una bella muchacha rubia, rebelde, universitaria e izquierdista e hija de la alta burguesía catalana. En su relación se reflejan todas las contradicciones de una época, el esplendor, la miseria y la mediocridad de las clases sociales, la ingenuidad del compromiso fácil y la amargura y el resentimiento de los perdedores. Los personajes de esta novela a la vez romántica y sarcástica pertenecen ya, por derecho propio, a la galería de retratos que configuran toda una época. Reseñas:«El Pijoaparte, tan exacto en su naturalismo, tan personaje del miserable mundo real, es también un héroe clásico de las novelas, uno de esos jóvenes alucinados por la amplitud de sus deseos y por los designios de su propia voluntad que aparecen siempre en Stendhal, en Balzac, en Maupassant, en Flaubert.»Antonio Muñoz Molina «Entre quimeras y realidades, con una voluntad libérrima de creación opuesta al recetario de la novela social, Juan Marsé ofreció un panorama memorable de la Barcelona de los años cincuenta y de su desapoderado heroísmo.»Lluís Izquierdo