Ofrece un esbozo bibliográfico del novelista Juan Antonio de Zunzunegui y presenta su archivo personal, que forma parte de los fondos de la Biblioteca Nacional.
La nueva edición de la obra de este abogado vizcaíno supone la recuperación de un escritor injustamente olvidado. Juan Antonio de Zunzunegui y Laredo (1901-1982) debe situarse entre los numerosos narradores de posguerra que practican un tipo de relato tradicional, realista. Su obra representa un paso previo para la novela social de los cincuenta. Durante los años cuarenta se produce en España un cambio y la literatura de neto compromiso político y de exaltación bélica pierde importancia casi por completo. Así, surge una novelística que se caracteriza por la práctica de este realismo tradicional, de corte decimonónico, con influencias naturalistas y costumbristas, entre la que se puede destacar la de Ignacio Agustí y Juan Antonio de Zunzunegui.
Vidas sin historia, sin grandeza humana, individuos vulgares dedicados a oficios menores, muchos de ellos profesionales del mundo del hampa deambulan por las calles del viejo Madrid. Nada que admirar ni tomar como ejemplo: la vida a ras de tierra, la vida como es.Subtitulada Novela picaresca. En muy paladina lengua española nos muestra unos pícaros muy especiales. Ni la técnica, ni los personajes siguen el patrón que los cánones de la crítica literaria marcan. Zunzunegui no se somete a sus reglas.Como dice Rafael María de Hornedo su mérito está en haber incorporado la picaresca a su novelística, sin alterar en nada su propio ritmo de maduración creativa a través de la tradición decimonónica, una tradición flexible, amplia, cuyas figuras representativas podrían ser Dickens, Galdós y Baroja.Con respecto a la paladina lengua española es simplemente la lengua de Zunzunegui, fruto de una búsqueda incansable, enriquecida con el lenguaje de germanía usado por los ladrones y los madrileñismos propios del ambiente y de la época. Muestra evidente de la plenitud de su autor.Juan Antonio de Zunzunegui (Portugalete, 1900- Madrid, 1982), heredero de Galdós y de la Generación del 98, publicó La vida como es en 1954, por lo que recibió el Premio Larragoiti a la mejor novela del año.Pilar García Madrazo, doctora en Filología Hispánica, es también licenciada en Geografía e Historia y en Psicología Pedagógica. Catedrática de Instituto desde 1968, es una gran estudiosa de la obra de Zunzunegui.