En estos poemas, como en otras obras de Joyce, el idioma se usa como medio de sátira, de destrucción por la burla; así, Gas from a Burner que literalmente quiere decir gas de un mechero, puede significar fanfarronada, dando su origen a una frese idiomática que, sin embargo, y tal vez por la poca difusión que estos poemas han tenido, no ha obtenido la aprobación popular, Joyce, conocedor hasta la médula del idioma inglés, gusta de crear nuevas frases o idiomas y de deshacer otras, ya establecidas, creando la confusión en el lector y la ambivalencia de sentido que todas las frases hechas poseen, exigiendo de aquél un análisis lógico del significado último de las mismas; de aquí que traducir a Joyce sea muy difícil o muy fácil, motivo principal por el cual se ha optado por hacer la edición bilingúe de sus poemas, para que el lector pueda juzgar por sí mismo. J. M. Martín Triana, traductor.
Con este libro recupérase un texto emblemático para as letras galegas. Vai acompañado dun estudo introdutorio da profesora Kery Ann McKevitt. Nel claréxanse definitivamente as fontes empregadas e as circunstancias nas que Otero Pedrayo realizou unha tradución que encarna a vocación de modernidade e animou o espírito dunha época, polo que merece a atención das novas xeracións. Publicada en 1926, esta tradución de fragmentos do Ulises non só foi a primeira que se realizou a calquera das linguas peninsulares, senón que representa a vontade de toda unha xeración literaria galega por vencellarse ao movemento anovador que naquelas datas se estaba a desenvolver na literatura do resto de Europa.
Este libro documenta uno de los períodos más fértiles de la vida y obra de James Joyce. Durante los doce años que pasó en Trieste, el escritor trabajó como profesor de inglés, empezó su vida en común con Nora, tuvo a sus dos hijos y cultivó su amor por la ópera. Fueron años difíciles, llenos de estrecheces económicas y, sin embargo, extremadamente productivos desde el punto de vista creativo. En la ciudad italiana Joyce escribió la mayor parte de los relatos de Dublineses, transformó Stephen el héroe en Retrato del artista adolescente y comenzó a trabajar en Ulises. John McCourt recrea de forma fiel y amena la vida cultural del Trieste de principios del siglo XX y analiza con rigor las influencias en la literatura de Joyce de las distintas corrientes políticas y artísticas que por entonces animaban esta ciudad imperial y cosmopolita.
'Este libro único merece ocupar un lugar permanente al lado de las obras de James Joyce' T. S. Elliot 'Lo que da a estas páginas una fuerza especial es esa compleja mezcla de frustración, afecto resentimiento y dolor que Stanislaus experimentó en los años en que más cerca estuvo de su hermano.' Richard Ellmann 'Mi hermano James Joyce no sólo tiene una estructura narrativa autónoma, sino que respeta con un criterio bastante ortodoxo una de las conquistas más firmes y necesarias de la novela moderna: el punto de vista coherente. (...) El resultado es un libro singular y asombroso, que pueden leer no solamente los lectores devotos de Joyce, sino todo tipo de lector, incluso los que no conocen a Joyce o no gustan de sus obras.' Juan José Saer
El tema central de este libro, la traducción fílmica del Ulises de James Joyce, abre el camino para futuros estudios de este tipo, al mismo tiempo que pone en tela de juicio la tradicional mirada miope que la literatura y los literatos, por lo general, han venido dedicando al cine. No hay que olvidar que una novela como ésta, que puede ser leída de multiples maneras, es "per se" un ejemplo de escritura intraducible. Con todo, quienes leen y van al cine con la asiduidad y religiosidad de quien dedica igual veneración a ambas formas de contar una historia, comprenderán que pese a esa aparente inutilidad de películas como ésta, en su traducción al cinematógrafo se encierra su verdadera esencia, en una profundidad que la hace pasar inadvertida, pero que siempre está ahí, en la esencia misma de esa imagen que ha nacido de una plalabra o frase escrita, y que en el caso de Joyce nos hace pensar que, tal vez, su obra es en sí misma cine. Es bien sabido el interés que siempre tuvo Joyce por que su novela Ulises fuese llevada al cine, en especial de la mano de Sergei Eisenstein. Pero la novela sería filmada veintiseis años después de su muerte, de la mano del polémico y controvertido director Joseph Strick, que aunque no llegó a conocer personalmente a James Joyce, sí que conoció, como el mismo Joyce, los cortes, la censura y las prohibiciones de la crítica más reaccionaria y despiadada.
Autobiografía encubierta, ataque a la moral recibida, relato de aprendizaje sin paragón en la lengua inglesa, esta obra es tambiém el primer experimento novelístico de James Joyce. Esta nueva edición recrea vívidamente la variedad estílistica del ori
Edición crítica, contempla las ediciones originales existentes, incluyendo la edición francesa de Auguste Morel con la colaboración de Stuart Gilbert -enteramente revisada por Valery Larbaud y el autor- y ofrece un cuadro comparativo con las diferencias encontradas. También incluye anotaciones enumeradas a lo largo del texto y desarrolladas al final del libro manteniendo la idea original de que éstas no entorpezcan la lectura. 'Ulises es la más difícil de las novelas entretenidas, y la más entretenida de las novelas difíciles. Leerla no es suficiente; hay que hacerlo con especial atención, y volver a leerla.'Richard Ellmann 'Joyce tomó el arte de la escritura donde lo dejó Flaubert. Desarrolló en el Ulises un proceso iniciado en Bouvard y Pécuchet, y lo llevó a un grado extremo de densidad y eficacia. [...] Allí donde Cervantes satirizó una forma de locura y un modo de expresión grandilocuente, Joyce satiriza al menos setenta, e incluye de manera implícita una historia completa de la prosa inglesa.'Ezra Pound'Hay que acercarse al Ulises de Joyce como el predicador bautista iletrado se acerca al Antiguo Testamento: con fe.'William Faulkner'Es indiscutible que Joyce es uno de los primeros escritores de nuestro tiempo. Verbalmente, es quizá el primero. En el Ulises hay sentencias, hay párrafos, que no son inferiores a los más ilustres de Shakespeare...'Jorge Luis Borges