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Resultados de la búsqueda para: José Luis Cano
«Elcano era natural de Guetaria, maestre de navegar, y cuando lo conocí en Sevilla andaba huido de la justicia [...] Juntos hicimos la navegación más larga de la que haya noticia en la historia, que según los geógrafos no habrá nunca otra igual, tanto de dificultades y peligros, como de descubrimientos» Así comienza esta extraordinaria obra -ajustada al milímetro a la veracidad histórica; escrita con todo el dinamismo y la emoción de las grandes novelas de aventuras-, en la que el relato del primer viaje alrededor del mundo, narrado por un joven marinero que participó en la expedición, se conjuga con la crónica de una fascinación irresistible, la misma que alentaría a los personajes de Melville: la fascinación de «navegar mares prohibidos»Juan Sebastián Elcano, aquel vasco cuidadoso en el vestir y parco de palabras, cuya excepcional inteligencia hizo posible el éxito final de la arriesgada travesía, se yergue como el protagonista indiscutible de una hazaña que dejó atónitos a sus contemporáneos y que, sin duda, volverá a asombrar ahora al lector actual con esta obra apasionante en la que también hay espacio para el humor y los enredos galantes.
El Convento de San José del Carmen (Las Teresas), situado en pleno barrio de Santa Cruz de Sevilla, fue fundado por Santa Teresa en el siglo XVI, tras haberse establecido anteriormente en otras dos casas sevillanas, encargándose personalmente del traslado a este convento el mismo San Juan de la Cruz. La clausura la constituye un palacio del siglo XVI, con la clara estructura de palacios de esa época, muy semejante a la Casa de Pilatos, la de Miguel Mañara, etc. En este palacio del siglo XVI habitaron ilustres familias sevillanas, tales como miembros de los Ribera o el banquero de Carlos V, Pedro de Morga, entre otros. El edificio atesora sobresalientes obras de Martínez Montañés, Juan de Mesa, Barahona, Maestres, junto a las de otros grandes artistas sevillanos.
Todas las vertientes del arte han tenido y tienen en África una expresión auténtica y original. Este arte no está hecho para ser contemplarlo desde fuera, sino que es una expresión íntima de sus habitantes, que ellos viven desde su interior, porque conocen su significado. No es un objeto de adorno, sino que cumple una función social. Este arte no busca el retrato, ni la anécdota ni el detalle, sino lo que esa figura representa y simboliza. Este libro ilustrado es un acercamiento a este arte.
Luis Cernuda destinó el lugar central de su poesía al sacrificio de la vida que resulta ineludible al artista. Esta acusada sinergia de obra y vida nos ha permitido recorrer y explorar su producción poética, crítica y traductora entre Nueva Inglaterra, México y California, atendiendo ya a las circunstancias vitales, ya a la exégesis de los textos. De Los años norteamericanos de Luis Cernuda se desprende con particular evidencia que su capacidad de sentirse menospreciado estuvo tan desarrollada como su capacidad de desprecio; pero hemos querido demostrar que la leyenda que él mismo se labró a pulso en el trato con los demás fue sólo la parte más superficial o defensiva de su persona. La leyenda no cuenta que Cernuda despreció cualquier tipo de hipocresía (sexual, literaria o política), ni que su idealismo pervivió residualmente hasta el final de su vida. En el fondo, lo que su leyenda escondía era otra cuestión que a los lectores de su obra nos interesa más, su absoluta servidumbre a un destino: la poesía. El prestigio actual de Cernuda probablemente proceda de todo lo que le hizo «difícil» entre sus contemporáneos. Sus antipatías contra la familia, su falta de ambición en el escalafón social y académico, sus posturas insobornables, su posición marginal ante las hegemonías literarias en España y en el exilio, su disponibilidad ante lo inesperado y su inclinación a abandonar con todas las consecuencias el entorno habitual son valores atractivos para generaciones futuras, que se incrementaron en los últimos años de su biografía. Paradójicamente su figura se agiganta a la luz de lo que se llamó su leyenda o su triste realidad.
El historiador José Luis Casas nos presenta la biografía de un personaje excepcional: el gaditano José Manuel Gallegos Rocafull (1895-1963). Filósofo y teólogo formado en Sevilla y Madrid, fue canónigo de la catedral de Córdoba, ciudad en la que desempeñó una activa labor en el campo del catolicismo social, y profesor de Filosofía en la Universidad de Madrid. Al comenzar la Guerra Civil permaneció fiel a la República, y realizó labores de propaganda a favor de los republicanos en Bélgica y en Francia, lo que le supuso la suspensión a divinis y un enfrentamiento con el cardenal Gomá. Exiliado en México desde 1939, fue profesor de Filosofía en varias universidades y colaboró activamente con el mundo del exilio. Desarrolló una intensa actividad intelectual en el ámbito de la filosofía y de la teología, con obras que han devenido fundamentales en la historia del pensamiento mexicano. Gallegos Rocafull fue un hombre que se debió a una doble lealtad: a aquella España republicana, que debía comportar una sociedad más libre y justa, y a sus convicciones católicas, llenas de expectativas con la llegada al pontificado de Juan XXIII.