Resultados de la búsqueda para: Jesucristo





¿ES ÉSTA LA VERDADERA «IGLESIA DE JESUCRISTO LIBERADOR Y POBRE»? (RAÚL HERNAN DA SILVA CENTURIÓN)
La corona de espinas de Jesucristo representa un símbolo esencial de humildad en la encrucijada de la flagelación y el martirio. Jesucristo yacía impasible en el sombrío crepúsculo del lúgubre abandono y desolación; donde apenas articulaba palabras de ternura para dar paso a las gotas de sangre que germinará triunfante sobre el oprobio para convertirse en la Salvación de la Humanidad. Es la máxima expresión del amor de Jesús que con su cruz enhiesta entre el cielo y la tierra une la majestuosidad del Perdón y la Resurrección de la Vida. A este sacrificio se aproxima la opresión de los pobres para consolidar el testimonio de la fe y la esperanza en la periferia del mundo. Para muchos cristianos la Iglesia camina cansina y desanimada hacia un futuro incierto y muchas veces adolece de criterios contradiciendo su misión de ser un baluarte de los valores humanos, demostrando incoherencia en su lucha por reivindicar la justicia y debilidad en el desarrollo de la liberación integral de la persona. Con razón se le exige a la Iglesia reformas estructurales y morales para que sea la Madre y Maestra que todavía no lo es. Ante todo, esperamos de la Iglesia una mayor comprensión y que acompañe como el buen samaritano a sanar las heridas de sus hijos. Por ende, el compromiso debe ser un signo de esperanza en un mundo desafiante por la sin razón y la barbarie, donde ha de imperar el diálogo constructivo, la sensatez y el sentido crítico para separar con lógica la cizaña del trigo. Con la presencia del Papa Francisco se ha abierto una etapa crucial de cambios necesarios ad intra et ad extra en la Iglesia. Pastor carismático y conocedor de la realidad social al demostrar con hechos concretos su sensibilidad con los que sufren la pobreza: ?Veo a la Iglesia como un hospital de campaña tras una batalla [...] Cuando lo más importante es el anuncio primero: Jesucristo te ha salvado?. Sí, nos salvó y nos salvará... Por consiguiente, ver al pobre e identificarlo con Jesús, representa el gesto oportuno, la praxis efectiva y la misión que debe seguir la Iglesia para que sea verdaderamente: ?La Iglesia de Jesucristo liberador y pobre?. El presente libro pretende que sea una lectura reflexiva y aprovechada por toda persona interesada, sobre todo, es una propuesta para los estudiantes de Teología y Sacerdotes que quieran profundizar de forma metodológica y con rigor científico, el estudio de la Teología Latinoamericana de la Liberación. El argumento tiene como objetivo demostrar con fundamentos válidos la trascendencia que tuvo y sigue teniendo la Teología de la Liberación en la comunidad cristiana. Como creyentes sabemos que el amor a Jesucristo se debe fusionar con el amor al prójimo al ser una disyuntiva equidistante de solidaridad y justicia. Es una realidad Evangélica que constituye un imperativo categórico de la Iglesia que quiere ser de los pobres y con los pobres.

JESUCRISTO (GONZÁLEZ, ANTONIO)
Cristología básica, completa y comprensible, dirigida a los adolescentes mayores, jóvenes y a cuantos deseen tener las claves para entender a Jesucristo.

CARTA DE JESUCRISTO AL ALMA DEVOTA Y OTROS ESCRITOS (LANDSBERG, JOHANNES JUSTUS)
Esta carta del cartujo alemán Juan Lanspergio (1488-1539) enseña a vivir en Dios con rectitud y santidad. La carta de Jesucristo es una figuración de este maestro espiritual, utilizada para ofrecer una serie de consejos que ayudan a mantener la profunidad espiritual. Junto con la carta se añaden otros escritos espirituales del mismo maestro. Un estudio introductorio, del investigador de la mística Salvador Sandoval ayuda a situar la obra en su contexto.

JESUCRISTO, HORIZONTE DE ESPERANZA (II) . LA INTERPRETACIÓN DE LA PERSONA Y LA OBRA DE JESÚS EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA (GESTEIRA GARZA, MANUEL)
La comunidad primitiva, integrada inicialmente por los seguidores de Jesús, tuvo que ir explicitando, a partir de la vida y la enseñanza de su Maestro, el misterio de su persona y el sentido salvífico de su actuación y su obra. Una explicitación que continúa a lo largo de la historia hasta el presente. ¿Cabe decir por ello que la cristología actual -después de dos mil años de reflexión teológica- es más rica y profunda que la cristología de la comunidad primera? No. Una respuesta adecuada a esta pregunta requiere tener en cuenta los niveles distintos de comprensión, condicionados por la diversidad tanto del contexto religioso como del cultural y el social. En una primera instancia destaca sobre todo la dialéctica «vivencia-concepto». La vivencia remite a la experiencia más honda que acompaña al vivir humano: un conocimiento que acaece más por contacto o impresión, vinculado a la densidad de la presencia y la relación personal y a la comunión vital o el amor, y como tal dotado de una riqueza y una profundidad que desborda la posterior formulación explícita. Este conocimiento hondo, vivencial, de Jesús fue el que tuvieron aquellas personas que convivieron estrechamente con él: María, su madre, que «conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón» (Lc 2,19.51: referido a la infancia de Jesús), José, los Doce y los primeros discípulos y discípulas que convivieron con él. Así, aunque ellos habrían sido incapaces de formular una cristología tan elaborada como la de la teología posterior, su experiencia singular acerca de Jesús les permitió sin duda intuir su realidad misteriosa desde unas claves contemplativas que superan y desbordan el posterior conocimiento lógico (o «teo-lógico»), de carácter más discursivo: analítico o conceptual.