Se publican aquí algunos textos inéditos y, sobre todo, se presenta una selección actualizada de su poesía siguiendo las pautas compositivas de los tres volúmenes que reúnen su obra: Cenizas de sentido, El largo aprendizaje y Puntos cardinales. El conjunto de los poemas que forman El bosque dividido en islas pocas da una imagen ajustada de las distintas dimensiones y etapas de esta poesía singularmente atractiva, envolvente, desafiante, cuya condición de innovación y aventura la vuelve irresistible en el panorama actual. Al mismo tiempo, los poemas dialogan unos con otros, componen una especie de mosaico móvil que admite una serie infinita de lecturas, una serie infinita de sentidos. La selección ha sido realizada por el poeta y crítico Antonio Méndez Rubio, autor también de un prólogo que busca dar las claves de orientación más necesarias para ayudar a reconocer los resortes imprevistos y sorprendentes de la poesía de Jenaro Talens.
En 1929, «Un chien andalou» provocó en su estreno parisino un enorme escándalo, tanto por lo chocante de su contenido como por el carácter subversivo de su estructura y de su forma narrativa. Este libro, cuya primera edición data de 1986, ofrece, además de un análisis detallado del film y de su proceso de producción, una contribución inestimable al corpus de estudios sobre la obra de Luis Buñuel. El volumen aborda, entre otros aspectos, la influencia del imaginario daliniano en la película, las relaciones de esta última con «La coquille et le clergyman», de Antonin Artaud y Germaine Dulac, así como su influencia en directores posteriores como Hitchcock o Polanski o autores como Samuel Beckett. Cierra el texto un «découpage» detallado, tanto gráfico como literario. Esta edición incorpora elementos que el autor añadió a la versión americana de The University of Minnesota Press, así como nuevas imágenes digitalizadas del film.
Un cielo avaro de esplendor representa, en la larga y compleja trayectoria poética de Jenaro Talens, una privilegiada metáfora del conflicto esencial que de modo constante ha atravesado su escritura: el ser-en-el-mundo. La voz poemática que habla en sus páginas busca aprehender, sin coartadas y sin subterfugios, el latido y la respiración de la existencia con un lenguaje cada vez más nítido y despojado de toda sentimentalidad superflua. Es una voz consciente de su desvalimiento y su fragilidad. No obstante, al enfrentarse con la experiencia traumática de la temporalidad y la muerte, rechaza la tentación elegíaca para cantar el valor irrenunciable de la vida y la voluntad de vivirla como lo que es, una parte tan sólo del ciclo natural de la materia. JENARO TALENS (Tarifa, 1946) es poeta, ensayista y traductor. Catedrático de Comunicación audiovisual en la Universidad de Valencia y catedrático emérito de Literaturas Hispánicas, Literatura comparada y Estudios europeos de la Universidad de Ginebra, ha publicado extensamente sobre semiótica, teoría e historia literaria y teoría e historia del cine; y traducido, entre otros, a Petrarca, Shakespeare, Hölderlin, Goethe, Novalis, Trakl, Rilke, Pound, Heaney, Júdice, Beckett o Natan Zach. Autor de una veintena de libros de poesía, su obra poética anterior está recogida en tres volúmenes : Cenizas de sentido. 1962-1975 (1989), El largo aprendizaje. 1975-1991 (1991) y Puntos cardinales 1991-2006 (2006). Su poesía ha sido traducida, entre otras lenguas, al alemán, inglés, francés, italiano, hebreo y portugués.
José de Espronceda (1808-1842) es el mejor poeta del Romanticismo español, por no decir el único. Pero más allá de esa significación histórica, que apreciamos en su recurrencia a temas, motivos, formas e, incluso, comportamientos románticos, la obra de Espronceda nos sigue importando por su sentido de la poesía y por la conciencia que exterioriza de los límites del lenguaje. No resulta exagerado afirmar que en Espronceda empieza la poesía moderna. La importantísima introducción que Jenaro Talens, catedrático de la Universidad de Ginebra y uno de los mejores poetas españoles actuales, escribe para esta edición de la Obra poética de Espronceda, incide precisamente en esa modernidad del autor de El Diablo Mundo, que inaugura en la literatura española el discurso literario entendido como práctica, como forma simbólica de intervención en la realidad.
Este poemario emplea como escenario espacios norteamericanos que sirven para situar exploraciones de la identidad y la muerte. Estos espacios disfrutan de una especificidad que paradójicamente contribuye al sentido de extrañeza creado por este libro. Dicha extrañeza emana en la mayoría de los casos de un yo poético descentrado que ocupa el centro del quehacer poético talensiano. Esta especificidad incluye alusiones a espacios (desconocidos para un público lector español) y tiempos (meses, estaciones, climas) concretos, que a pesar de todo no sirven para proveer un contexto fijo o una garantía de verosimilitud.
Pese a su diferente origen, espacial y temporalmente hablando se han reunido ahora en un nuevo contexto, en el libro, los poemas, que asumen una cierta unidad o, al menos, así debería percibirlo el curioso lector que se acercare a estas páginas. "A excep
El tiempo suele transcurrir sin memoria; pero, como apunta Alan Lightman en su monografía sobre la Teoría de la relatividad, hay dos tipos de tiempo, uno rígido y mecánico que, a la manera de un péndulo, se balancea imperturbable hacia atrás y hacia delante y otro corporal, que se retuerce y se escabulle como un pez en una bahía. El primero es inflexible y predeterminado. El segundo va conformando las mentes a medida que avanza. Los poemas de El sueño de Einstein giran en torno a esa segunda posibilidad, a modo de fragmentos dispersos de un mosaico que narra el viaje iniciático de ida y vuelta al universo de la infancia. Al unirse construyen un relato donde las distintas temporalidades coexisten, sin elegía ni nostalgia, en el único espacio del aquí y el ahora del presente.
En Viena nació la idea de este libro, que no es sino el cuaderno de bitácora de un viaje a través de la niebla y el humo, destrenzado el paisaje. La imagen y la palabra se contaminan mutuamente y lo cotidiano se abre al desconocimiento. Aunque el azar nunca deja cabos sueltos.
En el origen del proyecto que constituye "Según la costumbre de las olas" no había, sin embargo, reflexión ninguna, ni razonamientos de tipo conceptual, sino algo más inconcreto e inexplicable: un estremecimiento, un pálpito. La memoria no siempre se construye como relato, ni como rememoración; a menudo puede manifestarse bajo especie de sensaciones inconexas de algo que nos sorprende como un eco de melodías ya olvidadas. La música, cuya presencia ha acompañado siempre, de un modo u otro, el trabajo de los autores de este libro, apareció un día, de pronto, como síntoma de una experiencia diferente, difícil de expresar y puso en marcha este diálogo entre imagen y palabra que constituye el resultado de un intercambio gozoso entre dos de las voces más significativas de la poesía española contemporánea.