Las visiones de Hildegard von Bingen despliegan un riquísimo universo simbólico, que es el objeto de estudio de este libro. A través de diversas aproximaciones se trata de comprender el fenómeno visionario, ya como experiencia extraordinaria, ya como parte integrante del proceso creador. La floración de imágenes, su descripción y plasmación plástica es abordada a partir de comparaciones que ofrecen contrapuntos al caso de esta mística renana del siglo XII, tales como el Apocalipsis de Juan de Patmos, los espirituales del Oriente de luz estudiados por el iranólogo y filósofo Henry Corbin, o la obra del artista surrealista Max Ernst. La imaginación creadora de Hildegard von Bingen aparece como el origen de una tradición visionaria de Occidente, sagrada y secularizada, cuya estética se fundamenta en el valor de las imágenes.
Alemania, año 1106. Hildegarda, de ocho años, ingresa en un monasterio benedictino del Palatinado. Es una niña enfermiza con un don especial: tiene visiones. Durante largo tiempo su vida transcurre, externamente, tranquila y apacible, pero Dios tiene otro camino para ella. A los cuarenta y tres años le ordena que escriba sus visiones. Y, a partir de ese momento, se convierte en un referente de la Cristiandad al manifestarse su compleja y riquísima personalidad de visionaria, profeta, teóloga, música, médica, boticaria, científica, fundadora, consejera de emperadores y papas, de obispos, abades y abadesas, de gente sencilla...
Llamó ave de rapiña al arzobispo de Colonia, predicó en los mercados ante las masas entusiasmadas como antes sólo se habían atrevido a hacer los herejes e incluso siendo una octogenaria supo plantar cara a las arbitrariedades de la jerarquía eclesiástica. Hildegarda de Bingen fue una de las figuras más fascinantes del s. XII. Muchas cosas que Hildegarda de Bingen hizo y escribió fueron inauditas para su época: mantuvo correspondencia con Papas, gobernantes, obispos, con los reyes y con mujeres que necesitaban su consejo. Hildegarda desempeñó numerosos oficios a la vez: era poetisa, naturalista, boticaria y dirigía simultáneamente dos abadías. La biografía de esta extraordinaria mujer escrita por Christian Feldmann, llevada a cabo con un buen conocimiento histórico y estilo palpitante, se atreve a mirar hacia el lejano siglo XII haciendo evidente la actualidad de esta figura.
Casi nueve siglos han transcurrido desde que empezó a difundirse en toda Europa el texto de Scivias. Conoce los caminos de Hildegarda de Bingen, «un sencillo ser humano» como se define a sí misma. En este texto, que se traduce por primera vez al español, están recogidos la apasionante trayectoria vital de su autora y todos los saberes de su época. El Scivias aparece a mediados del siglo xii y se convierte en texto esencial en toda Europa hasta la Summa Theologica de Tomás de Aquino, más de un siglo después. La obra está marcada por el dinamismo y el carácter concreto de sus visiones, que son de una increíble riqueza. Son rasgos especialmente significativos del texto la importancia atribuida a los sentidos como fuente de conocimiento y de comunicación con los otros, y su carácter musical, basado en el campo semántico de las palabras, que adquieren una especial relevancia; el propósito de aludir a todas las connotaciones de los misterios para Hildegarda de Bingen la experiencia mística es algo que debe ser comunicado, como un «clamor», cuyas correspondencias son amplias e intrincadas, determina un peculiar estilo de relaciones, variaciones, resonancias y ecos que se dan a lo largo del texto. En una época en la que prevalecían las descripciones misóginas heredadas de Teofrasto y san Jerónimo, la obra de Hildegarda supone una alternativa a los esquemas tradicionales: yendo más allá del marco de la analogía, integra el elemento femenino en su teología y trata de superar el discurso masculino sobre Dios y los valores tradicionales atribuidos al hombre y la mujer, otorgando un papel mucho más positivo a ésta.
Este libro se centra en una figura en alza dentro de la Iglesia, Santa Hildegarda de Bingen, monja benedictina que vivió en Alemania en el siglo XII. Fue una gran mística, teóloga, filósofa, polifacética, científica, escritora, poeta, sabia, música Dirigía sus consejos y amonestaciones a los hombres de la Iglesia que admiraban su saber y la requerían para resolver dudas y problemas. Fue declarada «Doctora de la Iglesia» por Benedicto XVI el 7 de octubre de 2012, que relanzó su figura dentro de la Iglesia.
La presente biografía de Clara de Asís recorre el itinerario espiritual de la santa sin perder de vista el trasfondo de la sociedad medieval en la que vivió, la época de las ciudades nacientes, de las catedrales y del surgimiento de una nueva espiritualidad laica. Al desandar el camino de su vida, los autores entran en la comunidad de Clara, siguen sus huellas e iluminan su lucha por mantener, contra viento y marea, la originalidad de su vida evangélica. Este libro ha nacido de muchos encuentros individuales de los autores con la hermana de Asís y de muchos diálogos entre ellos. La visión de Ancilla Röttger, abadesa clarisa de San Damián, se diferencia sin duda de la experiencia de Martina Kreidler-Kos, una joven teóloga casada, y de la de Niklaus Kuster, fraile historiador. Al escribir juntos esta biografía, nos invitan a descubrir la vida de Clara con horizontes abiertos.
El pensamiento teológico de Hildegarda de Bingen culmina en el Libro de las obras divinas, una obra que nos ayuda a situarla en el contexto de los filósofos y teólogos del siglo XII preocupados por un acercamiento a la naturaleza y la historia. Hildegarda de Bingen desarrolla un tratado cosmológico con la topografía de la salvación y la condenación, las edades del mundo y la discusión sobre la creación del mundo y el final de los tiempos, además de la intervención en la Historia de dos grandes manifestaciones divinas, Sapientia y Caritas, fuerzas amorosas que han creado y sostienen el mundo. El Libro de las obras divinas es un ascenso espiritual que hace de la experiencia interior un "envío", un mensaje que debe ser entregado a otros.
Proclamada Doctora de la Iglesia el 7 de octubre de 2012, Hildegarda de Bingen (1098-1179) es la cuarta mujer a la que se ha concedido este título desde el origen del Cristianismo. Mundialmente conocida por sus obras musicales, sus iluminaciones, su conocimiento de las plantas medicinales y a veces por sus recetas culinarias, esta abadesa benedictina es sobre todo una maestra espiritual. Este libro aborda el tema poco estudiado de su aportación teológica e ilustra así la razón de esta proclamación papal.
Hildegard von Bingen (1098-1179) aparece en los Acta Sanctorum bajo el título de santa patrona de los lingüistas y de las novicias, mística objeto de culto, abadesa benedictina fundadora de los monasterios de Rupertsberg y Eibingen. Viajera, predicadora y corresponsal epsitolar de los personajes más eminentes de su época.
Pels volts de 1151, l?abadessa benedictina Hildegarda de Bingen va escriure i musicar Ordo Virtutum, possiblement el drama al·legòric musical més rellevant de l?edat mitjana, del qual es conserva íntegrament el text i la notació musical en neumes. Aquesta obra singular explica en vers lliure la història d?una Ànima que es debat entre seguir la vida lluminosa, inspirada per les Virtuts, o la vida obscura, imbuïda per les temptacions del Diable, en un context en què el cant i la música actuen com a medicina purificadora per a l?Ànima. En aquesta edició bilingüe, el lector trobarà acarats el text llatí i la traducció ?a primera en català?, juntament amb un estudi complet que li permetrà copsar la bellesa lírica i mística, així com la força dramàtica i espiritual d?aquesta obra universal.
Com la mateixa Hildegarda assenyala, la seva recerca espiritual al voltant de la realitat natural es distingeix clarament de l'escrutini filosòfic de la natura que promouen els mestres escolàstics de l'època. No obstant, la concepció de l'univers que presenta l'autora té paral.lelismes significatius amb la filosofia de la natura del segle XII. Aquesta és una de les paradoxes a resoldre mitjançant l'anàlisi de l'obra d'Hildegarda de Bingen, una pensadora en constant diàleg amb els esdeveniments del seu temps. La cosmologia d'Hildegarda estableix un pont amb la teologia i l'antropologia. És un àmbit al qual dedica una reflexió aprofundida, continuada en el temps i que vincula a altres sabers, com ara la medicina i la música. L'autora sosté que l'ésser humà es troba connectat amb Déu i també amb el món, i que ha d'aprendre a orientar la seva ànima tot cercant l'ajuda de les forces vives, tant les físiques com les espirituals, en l'univers creat.
Benedicto XVI la presentaba como una gran mujer profetisa que también hoy nos habla con gran actuali-dad, con su valiente capacidad para discernir los signos de los tiempos, con su amor por la creación, su medicina, su poesía, su música, su amor a Cristo y a su Iglesia. Es el mismo Papa que la proclama Doctora de la Iglesia y la constituye maestra universal para cuantos buscan la verdad y un ejemplo, de manera especial, para quienes viven el mismo ideal de vida monástica. Es cierto que Dios la adornó con múltiples dones y luces, pero no lo es menos que ella colaboró intensamente para que esos talentos dieran fruto abundante.
Breve semblanza de Hildegarda de Bingen (1098-1179), oblata benedictina del siglo XII, que a pesar de vivir en clausura, predicó su mensaje a través de sus numerosos escritos y de sus grandes viajes apostólicos. Tras trazar un perfil biográfico y relatar las vicisitudes de su canonización y de la peculiar devoción que suscitó, Angelo Amato se detiene en la ejemplaridad de la vida de Hildegarda, cuya fama de santa y de milagrera era bien conocida, en la validez perenne de su doctrina y en su mensaje de santidad. Por último, el libro recoge las dos catequesis que Benedicto XVI dictó en 2010 sobre esta mujer excepcional, considerada santa durante su vida y cuyo ejemplo ha traspasado las fronteras del tiempo hasta convertirse en una mujer absolutamente actual.
Recientemente, un disco titulado Ecstasy ha gozado de gran éxito en Europa y en los Estados Unidos, tanto más inesperado cuanto que su contenido se limita a los himnos de Hildegarda de Bingen, una humilde abadesa alemana del siglo XII. Lo que muchos ignoraban es que Hildegarda no sólo es la mística más importante dela Edad Media, sino también compositora, autora de setenta y siete sinfonías y, ante todo, una espléndida escritora cuyas obras, sorprendentemente, nos hablan de temas tan actuales como el lugar del hombre en el cosmos, el medio ambiente y el papel de la mujer en la sociedad: toda una sabiduría medieval que la sociedad contemporánea empieza a descubrir. Nacida en Alemania en el año 1098, Hildegarda de Bingen será un personaje desconocido hasta la edad de 40 años, cuando por fin su nombre empiece a sonar más allá del convento en el que permanecía recogida, a orillas del Rin. En esa época, en efecto, pone por escrito las sorprendentes visiones que venía experimentando desde su niñez y, muy pronto, el libro resultante desata pasiones y controversias en toda Europa: recibe la aprobación del Sumo Pontífice y los obispos; el eco de sus sermones resuena, entre otras, en las catedrales de Colonia y Maguncia; y todo el mundo acude a ella para consultarle cualquier tipo de asuntos, desde la gente más humilde hasta el emperador Federico Barbarroja. Pero, por encima de todo, Hildegarda no deja de escribir. Sus tres grandes libros de visiones, entre ellos el célebre Scivias, describen un universo infinito, en plena expansión, que se asemeja mucho al de los astrofísicos de nuestros días. Y sus dos tratados de medicina «sutil» --los únicos escritos en el occidente cristiano en el siglo XII-- se consideran todavía hoy un hito en la materia... Poco a poco, así, el extraordinario destino de Hildegarda de Bingen llega a poner en entredicho el asfixiante racionalismo de nuestros días y a encarnar a la perfección un saber diferente, intuitivo, místico y visionario: un verdadero bálsamo para nuestra locura cotidiana.