Si creemos a los principales medios de comunicación occidentales, Rusia es prácticamente la encarnación del mal. No importa que su sistema económico sea, con virtudes y defectos, equiparable a los de las democracias neoliberales del resto del mundo; sigue siendo, como en el periodo soviético, el enemigo que hay que combatir. Las señales de que ese combate ha empezado son evidentes: Rusia, que no sitúa bases militares en la frontera de EEUU, se ve cercada militarmente por las tropas de la OTAN. Mientras Occidente alienta las ?revoluciones de colores? y promueve la independencia de Kosovo, reprocha a Rusia su anexión de Crimea, región históricamente rusa, y niega la posibilidad de un referéndum a las provincias pro-rusas del este de Ucrania. Incluso la memoria de lo que realmente sucedió en la Segunda Guerra Mundial ha sido deliberadamente alterada, de modo que no parecen haber existido los 25 millones de rusos muertos, ni se reconoce ya que fue el ejército soviético quien contribuyó en mayor medida a la consecución de la victoria sobre el nazismo. Rusia es, pues, a los ojos de Occidente, el gran peligro. La gran amenaza. Utilizando a los medios, Estados Unidos y la Unión Europea han creado un ambiente rusofóbico, carente de justificación real, que anuncia una nueva etapa de la Guerra Fría.
Tras la rendición de Alemania y luego de Japón en 1945 se abrigaron grandes esperanzas de poder crear un mundo nuevo y mucho mejor a partir de las ruinas morales y físicas de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la combinación del enorme poder de Estados Unidos y la URSS, y el hundimiento prácticamente total de la mayor parte de sus rivales crearon un nuevo y sombrío entorno: la Guerra Fría. Durante más de cuarenta años las exigencias de la Guerra Fría conformaron la vida de casi todos nosotros. No había parte alguna del mundo donde Oriente y Occidente no requirieran una lealtad ciega y absoluta. Países tan alejados entre sí como Corea, Angola y Cuba se definieron por el bando que acabaron escogiendo. Casi todas las guerras civiles se convirtieron en guerras de poder para las superpotencias. Al parecer, Europa se había dividido en dos indefinidamente. Este libro es el primero en analizar con la suficiente distancia estos acontecimientos y crea un relato convincente y con enorme fuerza de la Guerra Fría. Tiene un alcance auténticamente global y capta los dramas y las agonías de un periodo siempre ensombrecido por el horror de la guerra nuclear y que, para millones de personas, no fue 'frío' en absoluto: un periodo de inmensa violencia, oportunidades desperdiciadas y fracaso moral. Lo habitual es contemplar la primera mitad del siglo xx como una pesadilla y la segunda mitad como un respiro, pero Westad muestra que para una gran parte del mundo la segunda mitad fue aún peor en casi todos los sentidos.
30º aniversario de la caída del Muro de Berlín. 1989-2019 El 9 de noviembre de 1989 aconteció en Berlín uno de los hechos históricos más importantes de la historia contemporánea, la caída del Muro. Desde 1961, este había dividido la capital alemana en dos partes y, de forma simbólica, el mundo. Consecuencia directa de la Segunda Guerra Mundial y de la división del mundo en dos bloques hegemónicos, encabezados por Estados Unidos y la Unión Soviética, Berlín se convirtió en el símbolo de una Europa dividida y exponente de las heridas latentes de uno de los periodos más violentos e inciertos de la historia reciente. Ricardo Martín de la Guardia, con gran destreza y capacidad de análisis, traza un recorrido magistral sobre estos acontecimientos definitivos que marcaron inexorablemente el destino de Alemania, Europa y, en definitiva, de todo el mundo, y se asoma al presente desde el legado político, histórico y cultural que la «revolución» de 1989 ha dejado. Una obra fundamental para entender el siglo XX e indispensable para comprender el presente.
¿Por qué trascendieron del deporte a la política una canasta de Alexander Belov y un gol de Jürgen Sparwasser? ¿Sabía que la CIA y antiguos miembros de la Gestapo colaboraron tras la Segunda Guerra Mundial? ¿Por qué Truman destituyó al general MacArthur
Segunda entrega de la historia bélica sobrenatural y alternativa del Tríptico de Asclepia: en 1963 la Unión Soviética ha reemplazado al Tercer Reich como enemigo a batir, y Gran Bretaña fragua la más extraña de las alianzas para evitar su propia destrucción En el ocaso de la Segunda Guerra Mundial los brujos británicos, al servicio de la organización gubernamental secreta conocida como Asclepia, lucharon para derrotar y eliminar de la faz de la tierra al Tercer Reich. Tras su victoria, se estableció un precario equilibrio entre el Imperio británico y la Unión Soviética, que ahora se extiende desde el océano Pacífico hasta el canal de la Mancha. Pero la balanza está a punto de desequilibrarse, pues, en silencio y sin descanso, los poderosos brujos mueren uno a uno en misteriosas circunstancias. Y con cada baja la seguridad nacional se compromete cada vez más. Mientras tanto, dos hermanos escapan de su cautiverio más allá del Telón de Acero. Protagonistas en su día de un retorcido experimento nazi para dotar de superpoderes a simples mortales, posteriormente prisioneros de los equipos de investigación soviéticos por sus preciadas habilidades, ahora su único objetivo es llegar a Inglaterra. Porque allí es donde vive Raybould Marsh. Y Gretel, poderosa clarividente, tiene planes para él... La crítica ha dicho... «Una mezcla entre las novelas de espionaje del primer John le Carré y la fantasía científica de X-Men. Reveladora y profundamente absorbente.» Kirkus Reviews «Una trama sorprendente, una subyugante ambientación y, sobre todo, personajes fascinantes. Esta novela es un ejemplo de la mejor -y más apasionante- historia alternativa que he leído jamás. Bravo.» Cory Doctorow, boingboing.net «Hágase un favor: coja Semillas amargas y La guerra más fría y léalas de principio a fin para comprender lo alucinante que es esta historia.» Fantasy Book Critic
Primera edición crítica del 'Tratado de arquitectura y urbanismo militar' de Durero realizada en cualquier idioma, vertida al castellano a partir del alemán original y confrontada con los bocetos y textos manuscritos previos. El texto de Durero se acompaña de una completa introducción y de un estudio filológico que ayudan a situarlo en su contexto histórico y cultural.