Con una mezcla de dramatismo, de poesía y de ironía que subyuga desde los primeros capítulos Gironella nos presenta los años inmediatamente posteriores a la guerra. El clima de aquellos tiempos aparece recreado con singular maestría, de tal modo que para el lector constituye un descubrimiento impresionante.
Isaac, nacido en 1970, hijo de Moisés y de Amparo, se considera descendiente de los judíos sefardíes expulsados de España en 1492. Tras morir su esposa, el librero Moisés debe educar en solitario a Isaac, que se interesa por su pasado a la vez que se acostumbra a convivir con gentes diversas. Al llegar a la universidad, Isaac traba gran amistad con un árabe musulmán, Mahmud Garib, y con un europeo católico, Álvaro Rocamora; los tres intercambian conocimientos y sensibilidades, y avanzan en la formulación de una religiosidad tolerante que no concuerda ni con la lógica violenta que se advierte en el contexto internacional ni con el racismo incipiente que crece en torno a ellos. Más adelante, cuando completa estudios en París, Isaac vive la plenitud del amor y vuelve a su Gerona natal, donde debe enfrentarse a graves acontecimientos en medio de la espiral destructiva en la que ha entrado el mundo.
En su obra póstuma, el autor de Los cipreses creen en Dios, condensa la experiencia y la sabiduría atesoradas a lo largo de su vida para ofrecernos una visión del mundo rica y enérgica. Por amor a la verdad es un recorrido personal por las grandes cuestiones como la belleza, la sexualidad, la immortalidad o el poder.