Ninguna teoría acerca del funcionamiento y estructura de la mente ha ejercido tanta influencia ni ha adquirido un estatus tan preponderante como la doctrina psicoanalítica, cuyas categorías y explicaciones no tardaron en convertirse en núcleo de un modo radicalmente nuevo de entender la realidad psíquica que ha marcado de forma notable el siglo xx. Dividida en tres volúmenes en la presente edición, LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS desempeñó un papel decisivo dentro de ese enorme esfuerzo de subversión de valores y de innovación teórica. Escrita entre 1895 y 1899, es la primera obra en que Sigmund Freud (1856-1939) esbozó con rigor y claridad las líneas generales de sus hipótesis y sus métodos.
Ningún otro de sus libros llevó tan lejos la especulación psicoanalítica para revelar los secretos de la alteridad y la paternidad. Ninguno se enfrentó con tanto rigor a la necesaria y compleja articulación entre lo psíquico y lo cultural. Las hipótesis teóricas del asesinato del padre y del banquete totémico de Tótem y tabú se transforman: Moisés el hombre se convierte en la figura de un padre que escapa a los lazos del sexo y la sangre por su origen egipcio. La interpretación que Freud efectúa aquí permite comprender las revisiones de su metapsicología, sobre todo la renuncia de lo pulsional y el progreso en la espiritualidad. Si el caníbal asesino e incestuoso que cada uno alberga en sí tiene la posibilidad de escapar a su destino trágico, ello dependerá de su propia capacidad.
«En los artículos que conforman el presente volumen se despliega una enorme cantidad de indicaciones, recomendaciones, principios y reglas formuladas por Freud en un período de quince años, entre 1904 y 1919. (...) Este florilegio tiene (...) la ventaja de que guarda una gran coherencia, no sólo en cuanto a las preocupaciones que en esa época se le plantean a Freud en relación con la práctica del oficio de psicoanalista, sino también con respecto al marco teórico. (...) »La totalidad de los textos aquí incluidos analizan los procesos psíquicos o anímicos de la cura con referencia exclusiva a la primera tópica, la constituida por lo inconsciente, lo preconsciente y lo consciente, (...) y con referencia, además, a la teoría de las pulsiones de1915».
«Cuadro sombrío, El malestar en la cultura tiene el color de su tiempo; el odio, la agresión y el autoaniquilamiento marcan su tónica psicoanalítica. Siniestro presagio, Freud entrega su manuscrito al editor en noviembre de 1929, justo una semana después del martes negro de Wall Street (29 de octubre). Las últimas palabras de la primera edición testimoniaban, no obstante, una vaga esperanza en los esfuerzos del Eros eterno, el gran agrupador. Un año más tarde, en la segunda edición los 12.000 ejemplares de la primera se vendieron con rapidez e hicieron de Freud un hombre célebre, la última frase agregada ensombrece la perspectiva: entre los dos adversarios, Eros y la pulsión de muerte, ¿quién puede prever el desenlace?». (J. A.)