El siglo XIX en pequeñas dosis narrativas A pesar de la oposición de su padre, que le instó a abandonar el género, Emilia Pardo Bazán escribió más de seiscientos cuentos de los más variados temas y utilizando todo tipo de técnicas. Los cuentos aquí escogidos, muchos de ellos publicados en los periódicos de la época, abarcan cuarenta años de efervescente actividad y presentan un amplio abanico de las cualidades de la autora, de la que Baquero Goyanes afirma: «Su feliz intuición de lo que el cuento era, su capacidad para conseguir efectos de gran intensidad en muy pocas páginas, su habilidad técnica, son rasgos que se perciben, una y otra vez, en cientos de relatos breves». El acertado prólogo de Marta González Megía, descubridora del cuento inédito que presentamos en este volumen, «La maga primavera», resulta el frontispicio perfecto para introducir al lector en el universo de la narrativa breve de la autora española que más ha influido en el discurrir de dicho género.
Emilia Pardo Bazán fue autora de uno de los corpus periodísticos más importantes del periodo de entre siglos (XIX y XX) y, sin embargo, su obra no ha sido justamente reconocida en los manuales de historia del periodismo español. De su firma salieron innumerables artículos en docenas de cabeceras, nacionales e internacionales, y en todos los géneros: suelto, crónica, reportaje, entrevista, corresponsalía, crítica literaria, artículo de fondo, colaboración en revistas científicas, etc. Pero no solo escribió en la prensa y la prensa correspondió a su incondicionalidad con la difusión de su obra literaria, novelas y cuentos. Fue además empresaria, editora, directora de periódicos y hasta publicista. Este libro reúne las colaboraciones de especialistas en el periodismo de Emilia Pardo Bazán con el objeto de hacer justicia a una gran pionera del periodismo español y de la escritura femenina.
Esta obra recupera para el lector actual la "Revista de Galicia", que Emilia Pardo Bazán fundó y dirigió en La Coruña, en 1880. En el estudio que precede a la edición facsímil, Ana Mª Freire destaca la importancia de esta "Revista" para el mejor conocimiento de los primeros años de la carrera literaria de la escritora, centrando su atención en la vertiente periodística de la obra de doña Emilia, particularmente en sus inicios. Después de situar al lector en el contexto periodístico español en que nace la "Revista de Galicia", se centra en el estudio de ésta, desde su nacimiento en el mundo cultural coruñés de 1880, hasta el cese de la publicación y sus motivos, abordando las razones que alentaron el proyecto y quiénes fueron los propietarios y los colaboradores, así como la vinculación de la Revista con el periódico "El Noroeste", y el análisis de las secciones y del contenido de la "Revista de Galicia" en las dos etapas de su publicación.
Emilia Pardo Bazán es sin duda una de las cuentistas más fecundas que ha producido la literatura de todos los tiempos. Notables por su número, los cuentos de Emilia Pardo Bazán, lo son también por la diversidad de sus temas y motivos. Constituyen un conjunto, cuya riqueza y complejidad hace difícil cualquier intento de clasificación, hasta el punto de que la propia autora, cuando recoge sus cuentos en colecciones, no intenta más que agrupar una serie de cuentos de temas muy variados aparecidos en la prensa hasta un determinado momento. Analizada detenidamente esta ingente y multiforme obra cuentística podemos observar diversos "centros de interés": cuentos de Galicia, cuentos religiosos, cuentos patrióticos y sociales,cuentos psicológicos, cuentos trágicos y dramáticos, cuentos populares, legendarios y fantásticos y cuentos de objetos y seres pequeños.
Emilia Pardo Bazán es sin duda una de las cuentistas más fecundas que ha producido la literatura de todos los tiempos. Notables por su número, los cuentos de Emilia Pardo Bazán, lo son también por la diversidad de sus temas y motivos. Constituyen un conjunto, cuya riqueza y complejidad hace difícil cualquier intento de clasificación, hasta el punto de que la propia autora, cuando recoge sus cuentos en colecciones, no intenta más que agrupar una serie de cuentos de temas muy variados aparecidos en la prensa hasta un determinado momento. Analizada detenidamente esta ingente y multiforme obra cuentística podemos observar diversos "centros de interés": cuentos de Galicia, cuentos religiosos, cuentos patrióticos y sociales, cuentos psicológicos, cuentos trágicos y dramáticos, cuentos populares, legendarios y fantásticos, y cuentos de objetos y seres pequeños.
Emilia Pardo Bazán es sin duda una de las cuentistas más fecundas que ha producido la literatura de todos los tiempos. Notables por su número, los cuentos de Emilia Pardo Bazán, lo son también por la diversidad de sus temas y motivos. Constituyen un conjunto, cuya riqueza y complejidad hace difícil cualquier intento de clasificación, hasta el punto de que la propia autora, cuando recoge sus cuentos en colecciones, no intenta más que agrupar una serie de cuentos de temas muy variados aparecidos en la prensa hasta un determinado momento. Analizada detenidamente esta ingente y multiforme obra cuentística podemos observar diversos "centros de interés": cuentos de Galicia, cuentos patrióticos y sociales, cuentos psicológicos, cuentos trágicos y dramáticos, cuentos populares, legendarios y fantásticos y cuentos de objetos y seres pequeños.
Emilia Pardo Bazán: maestra de la novela corta El interés de las novelas aquí seleccionadas radica en el hecho de que pertenecen a una de las más prolíficas e injustamente valoradas autoras de las letras españolas, Emilia Pardo Bazán. Estas seis novelas cortas muestran una faceta poco estudiada de su obra, donde la mezcla de géneros y estilos (desde la historia policiaca de La gota de sangre hasta el relato gótico en Belcebú, pasando por el género epistolar de Bucólica, novela considerada por su autora como su mejor novela)compone un interesante panorama de gran valor literario y también social. La autora muestra en ellas sus facetas más reivindicativas: por ejemplo en Bucólica, y de una forma absolutamente original para 1885, año en que fue publicada, pone críticas a la sociedad machista de su época en la voz de un personaje masculino. El pormenorizado prólogo con el que la filóloga Marta González Megía presenta estas curiosas novelas, que merecen ser rescatadas de entre el ingente legado de la autora gallega, revelará más de una sorpresa acerca de su carácter rebelde y de la árida recepción que obtuvo por parte de los jerifaltes culturales del momento. El análisis de cada una de las obras seleccionadas, por otra parte, introduce fecundas relaciones intertextuales que ayudarán al lector a adentrarse en la obra de una autora imprescindible.
A excepción de Pepita Jiménez y de las novelas epistolares de Galdós, ninguno de los hitos novelísticos europeos de la segunda mitad del XIX y de la primera mitad del XX es de naturaleza epistolar. A pesar de que tradicionalmente se ha considerado que en la segunda mitad del siglo XIX se hace un uso esporádico del género literario de la carta, los grandes autores del diecinueve español fueron epistológrafos asiduos, cultivando todos ellos de modo prolífico el (in)discreto encanto de la amistad a través del correo. Es natural, por tanto, que en algún momento las posibilidades literarias de un género que imita una forma real de comunicación escrita les tentasen.
Esta es la historia de Emilia Pardo Bazán, una escritora del XIX que vivió no solo su propia vida, sino su propia novela, en una época en la que las mujeres no tenían vida propia y vivían la vida de sus padres, más tarde la de sus maridos y, finalmente, la de sus hijos. De familia aristocrática y adinerada, Emilia nunca quiso renunciar a su identidad en aras del amor o de las demandas de su siglo, sino que realizó un escandaloso ejercicio constante de autoafirmación y entregó su vida, sus haberes y sus energías a revolucionar la literatura, al estudio, al feminismo y a la excelencia. Creyó firmemente en la igualdad entre los sexos, en un tiempo en el que la sociedad había emancipado al hombre pero había olvidado emancipar a la mujer. Utilizó todos los recursos a su alcance para demostrar, con hechos, que la inteligencia no tiene sexo, que los paradigmas de masculinidad y feminidad, tan arraigados en la sociedad decimonónica, no eran más que una falacia. Fue la primera ateneísta y la primera periodista de España, cuando la ciencia, las instituciones y la sociedad relegaban a la mujer al hogar y a la familia. En resumen, vivió, a caballo entre los siglos XIX y XX como hubiera vivido en el siglo XXI. Libre, dueña de su propio destino y dedicada a lo que siempre amó.