Resultados de la búsqueda para: Eduardo Mendicutti





MAE WEST Y YO (MENDICUTTI, EDUARDO)
A Felipe Bonasera, diplomático y ventrílocuo amateur, le diagnostican una preocupante enfermedad, por lo que decide ir a descansar unos días a una lujosa urbanización junto al mar. Deja en Madrid las muñecas parlantes de Mae West, Marilyn Monroe y Marlene Dietrich, pero la voz de Mae West no le abandona; Felipe bautiza entonces la hasta ahora bulliciosa parte de su cuerpo que ha enfermado con el nombre de la deslenguada actriz, y con ella, para vencer el desánimo, mantendrá sin cesar diálogos hilarantes. Pronto, Felipe siente indiscreta curiosidad por Pilar Meneses ?una vecina cuyo rico marido ha desaparecido? y por su guapo hijo, con los que vivirá una historia digna del cine de los mejores años de Hollywood. Y mientras La Roja cosecha victorias en el Mundial de Sudáfrica, Felipe se las verá con inolvidables personajes como la salerosa Carmeli, Leoncio y André, o el reportero Paco Luna, que en sus floridos artículos va informando del misterioso «caso Meneses».

GANAS DE HABLAR (MENDICUTTI, EDUARDO)
Después de pasar toda una vida arreglándoles las uñas a las «señoras bien» de La Algaida con su haute manicure, y dándoles bullanguera conversación, el manicura Cigala recibe el reconocimiento de sus paisanos: el pleno municipal acuerda ponerle su nombre a una calle. Entusiasmado, y alentado por sus reivindicativas ganas de hablar, Cigala pide que le pongan su nombre a la calle Silencio, como compensación por cuanto ha tenido siempre que callar. Y hasta la fecha fijada para el acontecimiento, se lo irá contando todo, día a día, a su senil hermana Antonia, con la que vive, y a sus clientas, y a la Fallon, y al curita Pelayo, y se enfrentará a todos los que se escandalizan porque le quite la calle nada menos que al Cristo del Silencio, cuya cofradía pasa por ahí cada Miércoles Santo.

MALANDAR (MENDICUTTI, EDUARDO)
Toni, Miguel y Elena se conocen y se hacen amigos desde que los tres tienen ocho años. Miguel empieza a ir con Antonio y Elena a la playa, al parque, al cine? Poco a poco, Toni y Miguel van descubriendo una especial relación entre ambos, pero también se confiesan que les gusta Elena, aunque les gusta «de otra manera». Cuando los tres han cumplido doce años, con pocas semanas de diferencia, Toni y Miguel hacen un primer viaje en barca y caminan hasta la punta de Malandar, un lugar prácticamente virgen en el que fantasean con la idea de construirse una casa. Estos viajes se van a repetir a lo largo de sesenta años, a pesar de que las vidas de Toni y Miguel sigan caminos muy dispares.