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Resultados de la búsqueda para: Eduardo Galeano
Mujeres, cuya edición ha sido supervisada por el propio Eduardo Galeano, desgrana en pequeños relatos la vida y obras de personajes históricos y anónimos, es un sentido homenaje a las mujeres que festejan la vida porque no se resignan, y en cuyas figuras Galeano reivindica la dignidad del ser humano.
Por boca de Raimon, una multitud canta. Muchas veces dicen, a través de sus canciones: tenemos el derecho de existir y queremos ser libres. En la lengua de su pueblo, lengua largamente prohibida, Raimon ha contribuido a encender los fuegos de una identidad colectiva que sobrevivió a la persecución y a la censura y que atravesó, herida pero viva, los tiempos de la represión. En este libro, la figura más representativa de la nova cançó catalana habla de su vida y su tarea creadora, desde la infancia en Xátiva hasta la hora actual: son conversaciones de Raimon con Eduardo Galeano, escritor y periodista uruguayo. Se incluye también las letras de las canciones más famosas de Raimon y de poemas clásicos catalanes a los que él puso música, en la versión original y con traducción al castellano. Numerosas fotos inéditas acompañan el texto.
Ventana sobre este libro Una mesa remendada, unas viejas letritas móviles de plomo o madera, una prensa que quizá Gutenberg usó: el taller de José Francisco Borges en el pueblo de Bezerros, en los adentros del Nordeste del Brasil. El aire huele a tinta, huele a madera. Las planchas de madera, en altas pilas, esperan que Borges las talle, mientras los grabados frescos, recién despegados, se secan colgados de los alambres. Con su cara tallada en madera, Borges me mira sin decir palabra. En plena era de la televisión, Borges sigue siendo un artista de la antigua tradición del cordel. En minúsculos folletos, cuenta sucedidos y leyendas: él escribe los versos, talla los grabados, los imprime, los carga al hombro y los ofrece en los mercados, pueblo por pueblo, cantando en letanías, las hazañas de gentes y fantasmas. Yo he venido a su taller para invitarlo a que trabajemos juntos. Le explico mi proyecto: imágenes de él, sus artes de grabado, y palabras mías. Él calla. y yo hablo y hablo, explicando. y él nada. y así sigue siendo, hasta que de pronto me doy cuenta: mis palabras no tienen música. Estoy soplando en flauta quebrada. Lo no nacido no se explica, no se entiende: se siente, se palpa cuando se mueve. Y entonces dejo de explicar; y le cuento. Le cuento las historias de espanto y de encantos que yo quiero escribir, voces que he recogido en los caminos y sueños míos de andar despierto, realidades deliradas, delirios realizados, palabras andantes que encontré -o fui por ellas encontrado. Le cuento los cuentos; y este libro nace.