El presente volumen recoge dos de las novelas breves más conseguidas y alabadas de Edith Wharton. Ambas tienen en común el amor, la fuerza que le oponen las convenciones morales y los caprichos de la vida que a menudo deparan inesperados giros a la existencia. " Ethan Frome " se urde en torno a la relación amorosa del protagonista con Mattie, la prima de su mujer enferma, y la pugna entre el deseo y el deber. En " Las hermanas Bunner " , pareja de solteronas que regentan una humilde mercería en Nueva York, es la irrupción de una posibilidad ya descartada el detonante del drama.
A comienzos del XX el viaje a Europa era un género tan popular como desgastado. Lo que aporta Edith Wharton es ímpetu y gozo, horror a los caminos trillados, una mirada perspicaz y un bagaje intelectual asombroso. Vida, arte y escritura se alían para contrarrestar los angostos interiores de Vieja Nueva York o La edad de la inocencia, su mundo, al que contrapuso la exaltación del horizonte inabarcable. Una de las primeras norteamericanas en tener coche propio, contagió su pasión por la carretera a su amigo Henry James, que la nombró el Águila Dorada. El coche, en su vertiginoso pasar, permitía explorar carreteras secundarias, lugares ensimismados y desconocidos. Esta antología de textos de viaje, que recopila la profesora Teresa Gómez Reus, extrae ejemplos de su mirada nada convencional cuando se asoma al Monte Athos, muestra su pasmosa erudición en Italia, Francia o España, o posa una mirada femenina y crítica sobre la sordidez de los harenes en Marruecos, sepulcros blanqueados, con una concepción de la vida sexual y doméstica que se basa en el esclavismo. España le fascinó desde que la transitara con su familia en destartalas diligencias a la edad de cuatro años. Ya en su madurez hizo repetidas incursiones desde su hogar en Francia, varias de ellas con el gran amor de su vida, Walter Berry. Con él viaja por Cataluña y las dos Castillas, y recorre el Camino de Santiago. Su Viaje por España en cuatro ruedas iba a ser uno de sus últimos libros de viaje que, por desgracia, no llegó a escribir. Algunos de sus breves textos y el diario conciso de las rutas que realizó se han incluido en esta antología como evidencia de su genuina atracción por nuestro país.
En 1914, año en que estalló la primera guerra mundial, Edith Wharton tenía cincuenta y dos años y gozaba de un tremendo prestigio como novelista. Desde 1910 residía en Francia, el país que más amaba. No es difícil imaginar, pues, el horror que supuso para ella la invasión de Francia por los alemanes. A principios de 1915 la Cruz Roja francesa le pidió que informara sobre las necesidades de los hospitales del frente. Lo que vio le hizo albergar la idea de narrar sus experiencias en una serie de artículos para la Scribners Magazine, que luego serían recopilados en el presente volumen. Era una época en que los corresponsales extranjeros estaban excluidos de la zona de combate. Pero nadie, por poderoso que fuera, era capaz de disuadir a Edith Wharton de su empeño, y de ese modo decidió abandonar su apartamento parisino para visitar, en seis apasionantes expediciones, el frente de batalla en que se decidía el destino de Europa, de Dunkerque a Belfort.
Edith Wharton, la gran novelista neoyorquina, lleva a cabo en este breve texto una interesante reflexión sobre el hábito de leer y muestra que hay un tipo de lectura que es perjudicial para el desarrollo cualitativo de las letras.
9788493781859 «La novela nos recuerda, por su precisión, el mecanismo de un reloj. Es un magnífi co ejemplo de equilibrio narrativo. Al mismo tiempo, es un caso excepcional en la obra de Wharton. Por el ambiente en que se desarrolla la acción y por la especial simpatía con que la autora se acerca al personaje central, Las hermanas Bunner se destaca entre toda su producción. Su lectura revelará a quienes no hubieran tenido la oportunidad de conocer este texto un aspecto nuevo de la autora norteamericana y nos confi rma el enorme talento que poseía.» Soledad Puértolas Ann Eliza y Evelina Bunner, las protagonistas de esta novela, regentan una modesta mercería en un barrio humilde de Nueva York. Un día, con motivo de su cumpleaños, Ann Eliza le regala a su hermana un reloj. Este humilde objeto será el causante de que los cimientos sobre los que se asientan sus vidas empiecen a tambalearse. Edith Wharton escribió esta conmovedora historia sobre la abnegación y el sacrifi cio en 1892, si bien no la publicó hasta 1916 en el volumen titulado Xingu and other stories. A pesar de su temprana fecha de redacción, los conocedores de su obra no dudan en considerarla una de sus creaciones más logradas. En ella quedan patentes tanto su habilidad a la hora de desarrollar una trama como su maestría para describir el ambiente en el que se desenvuelven sus narraciones y para plasmar las motivaciones, las dudas y los anhelos de sus personajes.
Wharton, la primera mujer en recibir el prestigioso Premio Pulitzer y, seguramente, la novelista norteamericana más importante de su generación, publicó en la revista Scribners a mediados de los años veinte una serie de ensayos dedicados a la técnica, la práctica y el oficio de la creación literaria. Escribir ficción es una brillante aproximación a las claves de la ficción moderna, en el que, con sencillez y rigor, desgrana técnicas y re-cursos para desarrollar el estilo y la estructura narrativa, contar un cuento o desarrollar los personajes, entre otros aspectos y mecanismos. Escribir ficción es un notable manual de escritura creativa con visos de convertirse en referencia indispensable en la bibliografía del género, pero no solo: con un capítulo dedicado a Marcel Proust y un broche a este volumen acerca de la lectura, es posible, al mismo tiempo, compartir las experiencias propias de un creador inimitable como, sin duda, lo fue la autora de La edad de la inocencia.
Estos ensayos de Edith Wharton (la gran novelista de la ciudad de Nueva York) constituyen una valiosa guía para comprender el arte de la narración y sus secretos. Wharton emplea toda su perspicacia, su gran cultura y su dilatada experiencia de escritora para describir con brillantez los elementos esenciales de la narración y hacernos comprender el funcionamiento de sus mecanismos.
Wharton, además de una novelista absolutamente actual, cuyos libros se reeditan continuamente, fue durante toda su carrera una activa divulgadora de la lectura y la escritura, de la gran literatura en todas sus formas. En sus ensayos y artículos Wharton se ocupó de la obra de contemporáneos como Henry James y de clásicos como Proust o Eliot, trazó perfiles biográficos de sus autores predilectos, reseñó los títulos que consideraba necesarios, analizó los vicios y virtudes de la crítica de libros y tendió puentes, en definitiva, entre la creación literaria y su recepción, es decir, unió en una misma la mirada del autor y la del lector. Criticar ficción no es un libro para críticos literarios, sino para lectores preocupados por los mecanismos de la ficción y sus alrededores, dispuestos a conocer la visión de Edith Wharton tanto sobre la crítica como sobre la ficción, en sus sentidos más amplios. Un volumen en el que la gran escritora analiza las tendencias y los valores de la literatura, repasa la relación de la crítica con las obras o el concepto de "gran novela americana", rinde tributo a sus autores de cabecera, reflexionando, además, de manera espléndida sobre su propia obra.
En el verano de 1914, ajeno a la guerra que se fragua en Europa, el célebre pintor estadounidense John Campton, divorciado de la ambiciosa Julia, aguarda ansioso en París la llegada de su único hijo, George, para realizar juntos un viaje. John espera de este modo acercarse a su hijo, quien vive en Estados Unidos con Julia y su actual marido, un rico banquero. Pero dos inesperadas circunstancias truncarán no sólo el tan deseado viaje, sino también la vida de todos ellos : George, que había nacido casualmente en Francia, llega a París en el momento en que reclutan a los jóvenes de su generación para luchar en la primera guerra mundial. Ante el horror de sus padres, que remueven cielo y tierra tratando de evitar su alistamiento, George decide ir al frente. Los unos en la retaguardia, el otro en primera línea de fuego, vivirán en carne propia los atroces efectos de la guerra, que suelen causar insospechadas heridas a veces mucho más hondas y duraderas que las ya bien conocidas.
Mientras se iban publicando los relatos reunidos en el segundo volumen de estos Cuentos completos, entre 1909 y 1937, Edith Wharton se adentrará en el siglo xx, en el que vivirá las fracturas sociales del nacimiento del siglo, el conflicto de la I Guerra Mundial en primera persona, el periodo de entreguerras y el Crack del 29. Son los cuentos que aparecieron antes y después de su novela universal, La edad de la inocencia (Premio Pulitzer en 1921). Son sus décadas de mayor esplendor literario, donde su prosa alcanzó las mayores cotas de calidad y sus cuentos reflejaron como pocos el advenimiento de un nuevo mundo y una nueva sensibilidad.
Almas vencidas es uno de los textos más representativos de la obra de Edith Wharton: y en él se reflejan los temas que caracterizan su obra: los problemas sociales y sentimentales derivados del matrimonio, la rigidez de las normas, los conflictos de clase o la ambición por conocer el mundo. Un relato protagonizado por los norteamericanos que viajaban para conquistar, y dejarse conquistar por Europa. Acompañando la prosa de Wharton, las sugerentes ilustraciones de Clàudia de Puig nos llevan a otra época y nos permiten nuevas y sugerentes visiones de esta maravilla literaria de la autora de La edad de la inocencia.