Novella publicada pòstumament lany 1901, La ciutat i les serres és una divertida sàtira del vertiginós món modern que, acompanyat dels corresponents avanços tecnològics, es desenvolupava amb força a finals del segle XIX. Descendent duna família portuguesa de bona posició exiliada a París, la ciutat de la llum, Jacint, el protagonista, és el prototip de lurbanita regit per la idea de què lhome només és supremament feliç quan està supremament civilitzat. El fastigueig i la vacuïtat, no obstant, impregnen la seva vida, i el retorn als seus endarrerits pagaments portuguesos al que lanima el seu amic José Fernández amb lexcusa dalguns problemes que exigeixen allà la seva presència serà per ell linici duna font de sorpreses. Curiosament, qui desitgi entretenir-se i intercanviar París per Nova York, la mecànica per lelectrònica, etc., descobrirà en aquesta novella de José Maria Eça de Queirós una obra, a més damena, plenament vigent
Una novela del autor que ha dicho considerado el renovador de la literatura portuguesa por su estilo, influenciado por la literatura francesa y el naturalismo. En el marco de una languideciente Lisboa, Eça de Queirós narra la tediosa y mediocre existencia de la soñadora Luisa, en cuyos confusos sentimientos el canallesco Basilio encontrará terreno abonado para añadir un registro más a la nómina de sus fechorías.
En un momento en el que las siempre ambiguas relaciones entre Inglaterra y Portugal parecían haber llegado a un punto especialmente crítico, ¿cómo pudo Eça haber escogido esta novela, para publicarla, traducida, en su Revista de Portugal? De una forma muy sencilla, volviéndola otra, aportuguesándola (¡colonizándola!) para siempre. Distanciándose de ella, más que traducirla, Eça acabará por apoderarse de ella, explotarla, comentarla y, finalmente, reescribirla. (Ana Luísa Vilela)
«El conde de Abranhos es un estadista, orador, ministro, presidente del Consejo, etcétera, etcétera, que bajo esa grandiosa apariencia resulta ser un bribón, un pedante y un burro. De manera que el propósito del libro (además de una crítica de nuestras costumbres políticas) es la exposición de las mezquindades, estupideces, bellaquerías y sandeces que se esconden bajo un hombre a quien todo el país proclama grande. Zagalo, el secretario, es tan necio como el ministro y lo más piquant del libro es que, queriendo hacer la apología de su amo y protector, el idiota de Zagalo nos presenta en toda su crudeza la nulidad del personaje».
Esta antología trata de ser un homenaje a cuatro de los autores más grandes de la literatura portuguesa moderna, siempre insuficientemente conocida en el ámbito de los lectores en español: Camilo Castelo Branco, José María Eça de Queirós, Fernando Pessoa y Mário de Sá-Carneiro. Se han seleccionado relatos representativos de sus autores, que pueden ser una buena introducción a su obra para aquellos lectores que no los hayan leído anteriormente, o un buen complemento a aquello ya leído, pues en varios casos se trata de textos no traducidos anteriormente al castellano. El amor es el tema de los relatos de Castelo Branco y Eça de Queirós. El primero, un relato de amor espiritual llevado al límite; el segundo, un caso de amor patológico que mezcla el drama con la ironía y el humor incomparable de Eça. Los relatos de Fernando Pessoa son un pequeño mosaico dentro del gran mosaico que es la obra de Pessoa, siempre genial. Los dos relatos de Sá-Carneiro son una excelente muestra de las inquietudes vitales del brillante amigo de Pessoa.
Para Eça de Queirós (1845-1900), una literatura era la mejor justificación de una nacionalidad. En un país como Portugal, que cultiva su ser patrio tan primorosamente, determinadas obras han estado llamadas a convertirse en exponente máximo del genio y la vida portugueses: Los lusiadas, Los Maia, los escritos pessoanos. Incluso cuando su carácter y sentido último han sido contrarios a esa búsqueda ansiosa de confirmación de lo que se es. Entronizada como la mejor novela portuguesa escrita nunca, Los Maia representa en Portugal y para Portugal el súmmum del arte narrativo: es su Quijote. Los Maia (1888) cuenta la historia de la decadencia de una gran familia portuguesa a través de dos de sus miembros: el anciano Afonso da Maia y el joven Carlos da Maia, representante del refinamiento finisecular y verdadero protagonista del relato. Al hilo del desmoronamiento, del fin de un tiempo y un modo de vida, los personajes viven su tiempo y su vida, y la novela escenifica los ritos del amor (y del velado sexo burgués del XIX, o adúltero o de pago) y los de la humana estupidez, abordada en su vertiente más social. En ambos aspectos la novela nos retrata: somos excelentes y bobos de manera muy similar a como lo eran los hombres de 1875. El amor y la estupidez son intemporales. En Los Maia el amor tiene el rostro accidental del incesto, que no es para Eça de Queirós una tara, sino una de las formas de la excelencia amorosa. Un espléndido retrato de la Lisboa de finales del siglo XIX, que en lo esencial es la Lisboa que los forasteros buscan y admiran. Una urbe a la que Eça de Queirós se refirió como "la ciudad de mármol y basura".
En Las rosas, crónica publicada por la Gazeta de Notícias de Río de Janeiro en 1893, Eça narra la evolución de esta flor, desde la Grecia antigua hasta los tiempos modernos, y su transformación de motivo poético en símbolo político.
Eça de Queirós, quizá el más grande de los novelistas del XIX portugués, viajó a Egipto en 1869 con el fin de redactar una serie de crónicas acerca de la inauguración del canal de Suez, la mayor obra de ingeniería de su época, que cautivaría la imaginación de todo Occidente. En lo que será para él un viaje iniciático, un choque cultural con lo real y lo ideal de Oriente, descubrirá lo exótico pero también lo miserable, rasgos que fusiona en sus descripciones literarias de marcada influencia flaubertiana, llenas de perspicacia e ingenio. La Alejandría que vio pasear a Cleopatra se convierte a sus ojos en un lugar sórdido, con un barrio egipcio sucio y pobre, y un barrio europeo de aires provincianos. El Cairo, por el contrario, le resulta fascinante por su pintoresca inmundicia. Pocos años después, Eça de Queirós volverá a la zona para detallar la destrucción de Alejandría en las seis memorables piezas que constituyen «Los ingleses en Egipto», incluidas asimismo en este volumen.
«En lo más remoto de la China existe un mandarín más rico que todos los reyes que refieren la Fábula o la Historia. Nada conoces de él, ni el nombre, ni el rostro, ni la seda con que se viste. Para que tú heredes sus infinitos caudales, basta que hagas sonar esa campanilla, puesta a tu lado sobre un libro. Él exhalará apenas un suspiro en los confines de Mongolia. Entonces será un cadáver y tú verás a tus pies más oro del que puede soñar la ambición de un avaro. Tú, que me lees y eres un hombre mortal, ¿harás sonar la campanilla?» Teodoro, un oscuro amanuense de Lisboa, recibe cierta noche en su habitación la visita del demonio, que le propone sellar un pacto siniestro: aniquilar a un mandarín a cambio de obtener todas sus riquezas. A partir de ese momento, su vida se verá inmersa en una aventura prodigiosa donde la fantasía se combina con las más deleitables emociones. Las estampas del gran artista Alberto Cedrón honran este clásico de las letras portuguesas.
Esta antología trata de ser un homenaje a cuatro de los autores más grandes de la literatura portuguesa moderna, siempre insuficientemente conocida en el ámbito de los lectores en español: Camilo Castelo Branco, José María Eça de Queirós, Fernando Pessoa y Mário de Sá-Carneiro. Se han seleccionado relatos representativos de sus autores, que pueden ser una buena introducción a su obra para aquellos lectores que no los hayan leído anteriormente, o un buen complemento a aquello ya leído, pues en varios casos se trata de textos no traducidos anteriormente al castellano. El amor es el tema de los relatos de Castelo Branco y Eça de Queirós. El primero, un relato de amor espiritual llevado al límite; el segundo, un caso de amor patológico que mezcla el drama con la ironía y el humor incomparable de Eça. Los relatos de Fernando Pessoa son un pequeño mosaico dentro del gran mosaico que es la obra de Pessoa, siempre genial. Los dos relatos de Sá-Carneiro son una excelente muestra de las inquietudes vitales del brillante amigo de Pessoa.
Los mejores libros jamás escritos. «Si el día del sofá amarillo se hubiera dejado llevar por la cólera, o si hubiera persistido después en sus ideas de venganza y rencor, ¿qué habría sido de su vida?» El señor Alves y su socio Machado comparten negocio en Lisboa. El casado Alves ve con simpatía los escarceos amorosos del soltero Machado, hasta que un día lo descubre en los brazos de su mujer. A partir de ese adulterio, Eça de Queirós construye una de sus novelas más ágiles y divertidas. Sentimientos como los celos y la venganza han de compaginarse con los asuntos comerciales que atan a los protagonistas. Dejando a un lado el fatalismo amoroso que impregnaba la literatura de la época, la ironía y el sentido del humor se imponen en la relación entre ambos socios, lo que desemboca en un final tan inesperado como deslumbrante. Antecede a este magnífico texto una introducción a cargo de Elena Losada, profesora en la Universidad de Barcelona y reconocida experta en literatura portuguesa, quien nos adentra en esta brillante sátira sembrada de pequeñas contradicciones que solo una mente como la de Eça de Queirós podría imaginar.
Esta antología trata de ser un homenaje a cuatro de los autores más grandes de la literatura portuguesa moderna, siempre insuficientemente conocida en el ámbito de los lectores en español: Camilo Castelo Branco, José María Eça de Queirós, Fernando Pessoa y Mário de Sá-Carneiro. Se han seleccionado relatos representativos de sus autores, que pueden ser una buena introducción a su obra para aquellos lectores que no los hayan leído anteriormente, o un buen complemento a aquello ya leído, pues en varios casos se trata de textos no traducidos anteriormente al castellano. El amor es el tema de los relatos de Castelo Branco y Eça de Queirós. El primero, un relato de amor espiritual llevado al límite; el segundo, un caso de amor patológico que mezcla el drama con la ironía y el humor incomparable de Eça. Los relatos de Fernando Pessoa son un pequeño mosaico dentro del gran mosaico que es la obra de Pessoa, siempre genial. Los dos relatos de Sá-Carneiro son una excelente muestra de las inquietudes vitales del brillante amigo de Pessoa.