El presente trabajo propone una nueva interpretación del pensamiento estético de John Dewey expuesto en sus obras finales, particularmente en El arte como experiencia (1934). El filósofo estadounidense elaboró una propuesta que se muestra novedosa y adelantada para su tiempo no sólo por el intento de restaurar la continuidad arte-vida, sino porque asienta la base para una filosofía de lo cotidiano. Dewey define la experiencia estética como la interacción armónica de la criatura viva con el medio y la sitúa como una fase previa a cualquier tipo de conocimiento, en el ámbito de la inmediatez de las situaciones; otorgándole una originalidad que tiene eco en nuestros días. Dicha originalidad, que por su terminología y forma de expresión resultan difíciles de exponer desde la tradición estética occidental, presenta fructíferas aportaciones al discurso contemporáneo al ponerla en diálogo con la noción de armonía que el pensador clásico Confucio formuló. El filósofo chino considera que el hombre está continuamente realizándose a sí mismo en su interacción con el mundo y ese hacerse, a través del cual trata de res
Confucio (551 a. C. - 479 a. C.), creador del confucianismo y una de las figuras más influyentes de la historia china, dirigió todas sus fuerzas a vivir lo mejor que sabía. Su único deseo era que se le concediesen unos pocos años más de vida. Así, «si llego a los cincuenta», decía, «seré quizá capaz de comprender los principios del cambio y podré librarme de cometer errores graves».Biografía y libro de historia sobre China clásica, este libro viene a llenar un vacío en la bibliografía española ya que se encuentran pocos libros que aborden la vida y la obra de Confucio y la historia china desde los tiempo más antiguos.«Igual que Sócrates y Jesucristo, Confucio concibió su pensamiento sobre la palabra hablada con todos los matices de la enigmática sabiduría antigua. Annping Chin nos ayuda a recuperar esos matices como nadie lo ha hecho hasta ahora» (Harold Bloom).
Nacido en el siglo VI a.n.e. en una pequeña aldea, Confucio ha marcado con su sello no sólo el destino de China sino la vida intelectual y moral de Extremo Oriente a lo largo de más de veinte siglos de historia. Con todo, la perennidad de su figura y la extraordinaria influencia de su doctrina son aún un enigma pues, en realidad, no se conserva más que una magra colección de aforismos y máximas compiladas por sus discípulos, una escueta biografía redactada tres siglos después de su muerte y algunas citas dispersas en textos posteriores. Este fascinante ensayo del sinólogo Jean Levi se propone esclarecer la vida y la obra de Confucio desde una perspectiva audaz y original. Lejos de acudir a imágenes recurrentes, ofrece al lector la pintura puntillista de una búsqueda espiritual captada no tanto a través de las palabras sino por medio de una marquetería de gestos ínfimos, de anécdotas triviales que revelan sin embargo las relaciones de Confucio con las cosas y las gentes. Más que dar la descripción de un pensamiento discursivo, este libro nos introduce en los pasos de una coreografía existencial. Jean Levi no pretende reconstruir el pensamiento de Confucio en abstracto, sino presentar el esbozo de sus avatares y periplos, de sus fracasos y frustraciones, de la relación con sus discípulos y con los dirigentes de su tiempo, de su pasión por las formas rituales y el legado de la tradición, de su gusto por la música y la danza, de su sentido del humor y del honor, en el convencimiento de que es en esa dimensión vital donde reside la verdadera esencia del Maestro.
La China nos sorprende siempre, cuando nos asomamos a ella, y es precisamente en su mayor exotismo cuando más nos sorprende. Por ejemplo, con este extraordinario filósofo, más moralista que metafísico que es Confucio.
Una antología de profunda literatura filosófica y espiritual china sobre familia, educación, guerra, el dao, gobierno, sapiencia y muerte. Más de 250 historias, extractos y aforismos recién traducidos procedentes de la edad de oro del pensamiento chino. Seleccionados a partir de textos clásicos, como las Analectas de Confucio y el dao de jing de Laozi, así como manuscritos aparecidos en excavaciones más recientes. Refleja una idea subyacente a la raíz de la cultura china: todos nacemos con el potencial necesario para crecer, pero la mayoría de nosotros sólo aprendemos poco a poco mientras maduramos e interactuamos con los demás. Una magnífica selección de textos ilustrados de la literatura filosófica y espiritual china. Desde los ideales humanos de Confucio y Mencio hasta el pensamiento más esotérico expresado en el Tao Te Ching y en el Zhuangzi, fundamentos del taoísmo; desde la filosofía de la guerra expuesta por Sunzi a la promoción del amor universal de Mozi. Esta original recopilación ofrece una interesante introducción a la visión de la filosofía china sobre aspectos tan fundamentales como la vida, la muerte, la divinidad, la sociedad y la moral. Un estudio que refleja nuestro viaje a través de la vida con todas las etapas que ésta implica. Una invitación a la reflexión, la interiorización e incluso la emoción a través de las lecciones de este corpus.
Analectas. el manga, ambientado en el siglo XXI, convierte esta obra clásica del pensamiento en una auténtica guía de sabiduría para lectores de todas las edades. Síntesis En sus viajes por todo el país, el sabio Confucio arrastró tras de sí a unos 3000 discípulos, que se encargaron de redactar sus diálogos con el Maestro y propagar sus ideas por toda Asia. Estos escritos se compilaron bajo el título de Analectas, convirtiéndose en el texto de referencia del confucianismo. Según la filosofía política de Confucio, el gobernante ideal para el Estado ideal, es el hombre que llega a ser virtuoso a través de la cultura, el conocimiento y el ejercicio de la virtud, ya que. para Confucio, el amor al estudio, los valores humanitarios y la integridad son los medios necesarios para el perfeccionamiento personal y la armonía social. Sin duda, estas enseñanzas contienen una filosofía práctica, para la vida, que tiene vigencia todavía hoy. Autor Confucio (551-479 a. C.) fue un sabio de la antigua China que vivió en una época política y socialmente turbulenta. Miembro de la pequeña nobleza tradicional, dedicó su vida a propagar una doctrina religiosa y moral para fundamentar la armonía social. El confucianismo fue y sigue siendo hoy muy influyente en China y Asia Oriental.
No deja de parecer una ironía que las llamadas historias generales o universales de la filosofía prescindan generalmente del pensamiento oriental y empiecen con Grecia. Pero independientemente del hecho de que la historia de la cultura no se reduce a la historia de la cultura occidental, sino que debe comprender también las otras grandes culturas, hay una razón poderosa para considerar pedagógica y vitalmente importante el estudio del pensamiento oriental, y muy en particular del antiguo. Karl Jaspers defendió su conocida tesis del «tiempo-eje», partiendo del dato, empíricamente constatable, de que hacia el año 500 antes de Cristo, o, por fijar un margen más amplio, entre los años 800 y 200 antes de nuestra era, tuvo lugar, tanto en Occidente como en Asia, un profundo proceso o fermento espiritual, en virtud del cual el hombre vivió por primera vez la situación límite de enfrentarse a fondo y reflexivamente consigo mismo y con el destino, preguntándose por el sentido del mundo y de la vida. En esa época se constituyen las categorías fundamentales con las cuales aún pensamos, y se inician las religiones mundiales de las que todavía viven los hombres. En todos los sentidos se pone el pie en lo universal. Como señala Jaspers, se trata de un fenómeno verdaderamente universal, transcultural y hasta pudiera decirse global, si no fuese porque no tiene su origen en la acción de los gobiernos o las multinacionales, ni en el mandato de ninguna sola Iglesia, sino en la desnuda palabra de unos cuantos individuos.
La obra Los grandes filósofos es una historia mundial de la filosofía única en su género. En ella culmina la visión del mundo de Karl Jaspers, figura gigante él también en el pensamiento de nuestro siglo. A diferencia de las historias convencionales de filosofía, este libro no sigue un orden cronológico ni se divide en volúmenes que dependan uno de otro en su secuencia temporal. Jaspers no agrupa a los grandes filósofos por épocas ni por orden de antiguos a modernos, sino por " tipos " concebidos a la manera de Max Weber: Sócrates, Buda, Confucio, Cristo " los hombres decisivos " cuya conducta cambió al mundo, aunque no dejaron, salvo Confucio, ninguna obra escrita son tratados en el presente volumen; de Platón, San Agustín y Kant los tres grandes " fundadores del filosofar " se ocupa un segundo volumen que Editorial Tecnos tiene en preparación.