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Resultados de la búsqueda para: Clive Staples Lewis
Esta obra, publicada originalmente en 1936, constituye uno de los más influyentes trabajos académicos de C.S. Lewis en el campo de la literatura medieval. En ella se desarrolla un profundo estudio sobre la poesía amorosa alegórica de la Edad Media, cuyo origen se sitúa en los poemas de «amor cortés» de los trovadores del Languedoc de finales del siglo XI. Esta poesía de los trovadores, que constituiría el primer modo de expresión del amor «romántico», supuso tal cambio respecto de la literatura precedente que, como el propio Lewis señala, «no dejó intocado rincón alguno en nuestra ética, nuestra imaginación y nuestra vida diaria, erigiendo barreras infranqueables entre nosotros y el pasado clásico o el presente oriental. Comparado con esta revolución, el Renacimiento es un simple remolino en la superficie de la literatura». Resulta particularmente relevante dentro del presente ensayo el estudio que Lewis realiza de El libro de la rosa, obra cumbre del género dentro de la literatura tardo medieval.
En la situación anglosajona existe la costumbre de mezclar categorias contrapuestas: sagrado y profano, racional y «metafísico», trágico y cómico, lógico y absurdo. Esta costumbre ha dado lugar al nacimiento de varias corrientes literarias entre las que se encuentra la popularmente denominada «ciencia-ficción». C.S. Lewis, uno de los más prestigiosos nombres de la cultura anglosajona, no fue ajeno a la tradición literaria a la que nos referimos. Sus tres novelas conocidas como «Trilogía espacial» o «Ciclo interplanetario» (Perelandra, Lejos del planeta silencioso, Esa horrible fuerza) son narraciones en las que la sugerente ciencia-ficción se mezcla con una ardiente «teología-ficción»; en todas ellas se representan y reavivan los viejos dramas humanos (responsabilidad, mal, culpa...) y las eternas cuestiones metafísicas.
Lewis se sirve de la correspondencia que mantiene con otro intelectual, para aportar luz sobre cuestiones como: ¿qué valor tiene la oración?, ¿es la oración un soliloquio que nadie escucha? o ¿por qué es importante la liturgia?
En la situación anglosajona existe la costumbre de mezclar categorias contrapuestas: sagrado y profano, racional y «metafísico», trágico y cómico, lógico y absurdo. Esta costumbre ha dado lugar al nacimiento de varias corrientes literarias entre las que se encuentra la popularmente denominada «ciencia-ficción». C.S. Lewis, uno de los más prestigiosos nombres de la cultura anglosajona, no fue ajeno a la tradición literaria a la que nos referimos. Sus tres novelas conocidas como «Trilogía espacial» o «Ciclo interplanetario» (Perelandra, Lejos del planeta silencioso, Esa horrible fuerza) son narraciones en las que la sugerente ciencia-ficción se mezcla con una ardiente «teología-ficción»; en todas ellas se representan y reavivan los viejos dramas humanos (responsabilidad, mal, culpa...) y las eternas cuestiones metafísicas.
En la situación anglosajona existe la costumbre de mezclar categorias contrapuestas: sagrado y profano, racional y «metafísico», trágico y cómico, lógico y absurdo. Esta costumbre ha dado lugar al nacimiento de varias corrientes literarias entre las que se encuentra la popularmente denominada «ciencia-ficción». C.S. Lewis, uno de los más prestigiosos nombres de la cultura anglosajona, no fue ajeno a la tradición literaria a la que nos referimos. Sus tres novelas conocidas como «Trilogía espacial» o «Ciclo interplanetario» (Perelandra, Lejos del planeta silencioso, Esa horrible fuerza) son narraciones en las que la sugerente ciencia-ficción se mezcla con una ardiente «teología-ficción»; en todas ellas se representan y reavivan los viejos dramas humanos (responsabilidad, mal, culpa...) y las eternas cuestiones metafísicas. Perelandra, escrito en 1943, nos introduce, a través de una alegoría, al problema de la libertad del hombre frente al bien y al mal. Lewis escribía: «La existencia se parece más a un árbol que a un río. No se mueve hacia la unidad, y a medida que las criaturas crecen se separan de la perfección (...). El mal se puede eliminar pero no se puede 'metamorfosear' en bien. El tiempo no lo puede mejorar». El bien y el mal, demasiado concretos y reales para para ser dos «principios» que luchan entre sí, son las dos posibilidades, las dos direcciones que puede tomar el camino del hombre. Una lo conduce hacia la plenitud de sí mismo, la otra lo aniquila.
En este libro clásico, breve pero intenso, C.S. Lewis reflexiona sobre la sociedad, la naturaleza y el reto de la educación. Con su prosa genial y aguda, expone una de las mejores defensas de la objetividad de la ley natural y de la moralidad que se han escrito, al tiempo que advierte contra las inhumanas consecuencias de eliminarlas de la familia, la escuela y la civilización. Denunciado el subjetivismo y el cientificismo que imperan también en nuestros días, y proponiendo una visión positiva del hombre y de la ciencia, este profético libro sigue ofreciendo un diagnóstico inigualable sobre la crisis de la cultura.
Cautivado por la Alegría es el libro en el que Lewis cuenta su conversión del ateísmo al cristianismo. Se trata de una historia, como dice el propio autor, «insoportablemente personal». Una vez que se ha comenzado a leerla, cuesta trabajo interrumpir su lectura; como ocurre con toda historia verdadera, como ocurre siempre que un escritor saber «crear» un mundo, sea éste ficticio o real. Los lectores de Lewis saben que él es un autor genial en ambos casos. La historia de esta conversión se lee sin apenas darse cuenta de que se está recorriendo un largo camino: desde los juegos de la infancia a las emociones de la adolescencia, al comienzo de la madurez. Es como asistir a las investigaciones de un detective que quiere ir al fondo de un «caso» apasionante; y todo ello presentado con la alegría poética y la fuerza narrativa de un gran escritor.