En este hermoso jardín de palabras se ocultan los mas atroces secretos. Misterios indescifrables gravitan entre sus paginas y se revelan gracias a un estilo preciso y contundente nacido de la pluma del gran Chesterton, como una flor que se abre perfecta
Comparándolos con otros, puede que algunos relatos del padre Brown parezcan ingenuos. Pero es que él no es un detective al uso, ni tampoco sus historias. No podemos leer a Chesterton como a Agatha Christie o a Conan Doyle, porque aquél tiene intenciones muy distintas con sus palabras. Le gusta recrearse creando misterios cada vez más complicados e irresolubles, pero también busca transmitir sus propias ideas y hacer un retrato costumbrista de las personas y lugares de su época, con especial mimo en detalles de la vida cotidiana que muchos pasarían por alto. Excepto su padre Brown.EL EDITOR: ALEJANDRO VALERONació en Badajoz en 1959. Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad Complutense de Madrid, actualmente es profesor titular de Inglés en el I. E. S. María Guerrero, de Collado Villalba (Madrid). En 1995 recibió una Ayuda a la Creación del Ministerio de Cultura para la realización de su libro de poemas Contra Rilke y otros poemas y ese mismo año quedó finalista del Premio Nacional de Traducción por Diagrama de flujo, libro del poeta John Ashbery. Ha realizado numerosas traducciones entre las que destacan: Canción de Navidad, de Charles Dickens, Etcétera, de Joseph Brodsky, Odas y Sonetos, de Keats. Preparó también la edición de El Castillo de Otranto en esta misma colección, núm. 29.
Esta obra teatral de Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) se escribió en 1930, pero ni se publicó ni se representó, quizá para hacer honor a su nombre también póstumamente. La sorpresa, efectivamente, tiene la virtud de pillarnos siempre desprevenidos. Por una parte, confirma que Chesterton era también lo que no sospechábamos ni nosotros ni él: un autor de teatro. Al sumarse a Magia y a El juicio del doctor Johnson configura una trilogía teatral digna de consideración. Por otra parte, la obra misma es una catarata de sorpresas encadenadas, no sólo en la trama, hecha de volutas que nos ganan la espalda a cada momento, sino en la intención. De la mera diversión a la verdadera meta, que es la Teología, La sorpresa pasa por el metateatro, la metapoesía, la metacrítica y la metafísica. Todas son metas volantes, porque el vuelo de esta pequeña obra parece no tener fin.
Gilbert Keith Chesterton, mejor conocido en España por sus novelas y ensayos, es considerado en Inglaterra, además, un gran poeta; con esta edición bilingüe, antologada, traducida y prologada por Miguel Salas Díaz, nos proponemos acercar al lector español una obra lírica de extraordinario valor, pero apenas conocida en nuestra lengua a pesar de ese prestigio. Autor: CHESTERTON, Gilbert Keith CHESTERTON, Gilbert Keith G. K. CHESTERTON nació el 29 de mayo de 1874 en Londres (Inglaterra). Se instruyó en dibujo y pintura en la Slade School of Art y en el University College. En el año 1895 abandonó sus estudios para dedicarse al periodismo, una actividad que ya había abordado en su adolescencia realizando publicaciones amateur. En sus comienzos como literato destacó por sus libros de poemas, que siguió compaginando con su labor narrativa, debutando con el volumen de poemas Greybeards At Play (1900). Posteriormente publicaría algunos ensayos críticos sobre diversas figuras literarias británicas, entre ellas las de Thomas Carlyle, William Thackeray o Charles Dickens, y su primera novela, El Napoleón De Notting Hill (1904), libro de incisiva observación política y crítica social abordada con inteligente sentid
«La mayoría de libros liberales sobre la familia no tienen la salud mental de las verdades evidentes. Y la mayoría de los libros conservadores sobre la familia son aburridos, reforzando así la superstición que a Chesterton le encanta refutar, la idea de que la vida de familia es en cuanto tal aburrida y que la vida fuera de casa, en el mundo, es más interesante y liberadora. Chesterton refuta este ridículo lugar común escribiendo sobre la familia con el vigor, colorido, vívido ingenio, y amor apasionado que el tema se merece. Es el poeta de la familia, el trovador de la familia, el San Francisco de la familia. [ ] Este es uno de esos libros absolutamente necesarios. Nadie ha tenido una sabiduría práctica tan vigorosa y tan llena de sentido común como Chesterton. Este libro ha juntado a la familia y a GKC, al caballero andante que marcha para luchar por ella. Debería ser nuestro libro de texto para cambiar el estado de cosas y restaurar el sano juicio de siempre». Peter Kreeft (Boston College) Gilbert Keith Chesterton (Londres, 1874-Beaconsfield, 1936). Periodista, novelista, poeta, dramaturgo y crítico literario, es uno de los autores modernos más frecuentemente citados con obras maestras como Ortodoxia, Charles Dickens, El Napoleón de Notting Hill, Santo Tomás de Aquino, o San Francisco de Asís. En el catálogo de Ediciones Espuela de Plata y Renacimiento pueden encontrarse una buena parte, además de una muy buena representación, de la obra de Chesterton. Álvaro Silva. Escritor y especialista en la edad del humanismo renacentista, ha editado en español varias obras de Tomás Moro. Su primera novela, Camina la noche, fue publicada por Acantilado en 2015.
Edición que incluye todos los relatos del padre Brown. Gilbert K. Chesterton (1874-1936) tuvo una fructífera carrera literaria que se plasmó en la escritura de unos 80 libros, cientos de poemas, cientos de ensayos y varias obras de teatro. De carácter excéntrico y dotado de un humor prodigioso, Chesterton creó a uno de los detectives más famosos de la literatura, el padre Brown, que resolvía sus casos con el sentido común y su profundo conocimiento de la naturaleza humana. Muy interesado en la técnica de las historias de misterio, Chesterton llegó a afirmar que el arte de la novela policíaca no consiste en inventar un misterio, sino más bien en eliminar del mundo un misterio inventado. Las historias del padre Brown han gozado de una enorme popularidad desde que apareciera la primera en 1911, y entre sus fieles lectores encontramos escritores de la talla de Kafka, Freud, G.B. Shaw, André Maurois, Nabokov, Borges e incluso a Ghandi. El presente volumen reúne todas las historias del padre Brown incluida La máscara de Midas, inédita hasta hace pocos años, en las que Chesterton hace gala de un humor delicioso y de una imaginación extraordinaria.
Periodista, filòsof, crític literari, orador, novel·lista... Lescriptor anglès G. K. Chesterton (1874-1936) és una figura polifacètica, complexa, molt interessant. Sílvia Coll-Vinent fa una tria de textos seus entorn dels tres grans àmbits sobre els quals va pensar, escriure i discutir: cristianisme, pensament social i polític, i literatura i crítica literària. Una gran part daquests fragments escollits shan traduït per primera vegada al català, per bé que també sinclouen en aquest volum algunes traduccions que ja havien estat publicades anteriorment però que a hores dara resultaven molt difícils de trobar (de Pau Romeva, C. A. Jordana o Marià Manent).
Las dos grandes obsesiones de Chesterton, el arte y la religión, se reúnen en esta colección de ensayos que nacieron como reseñas literarias. El primer ensayo, dedicado a William Blake, nos da la pauta de lo que pretende Chesterton, reunir biografía con ensayo, descripción con reflexión. No solo repasa la vida y la obra del más singular de los artistas ingleses, sino que investiga la historia religiosa y mágica de Occidente, reflexiona sobre la relación entre temperamento artístico, locura y mística. Esta edición se divide en dos grupos de personajes. Por un lado, los «temperamentos artísticos» (Blake, Lord Byron, C. Brontë, W. Morris, R.L. Stevenson), los «temperamentos religiosos» (Francisco de Asís, Savonarola y Tolstói). Una muestra del mejor Chesterton.
Para referirse a su obra ensayística Chesterton solía decir que era un simple periodista jocoso que escribía breves artículos semanales sobre asuntos graciosos, y en cierta ocasión en que una admiradora se le acercó para decirle que parecía saber infinidad de cosas, le contestó escuetamente: «Madame, yo no sé nada, soy un periodista». La modestia del escritor terminó persuadiendo a muchos de sus contemporáneos, entre ellos Auden, quien sólo descubrió el valor de los ensayos de Chesterton cuando le encargaron la selección que el lector tiene en sus manos. En ella, el poeta inglés reúne los textos de Chesterton que le parecían tan amenos y agudos como sus piezas periodísticas, pero mucho más enjundiosos y penetrantes, y nos brinda una excelente ocasión para descubrir o releer a uno de los escritores más lúcidos y brillantes de la primera mitad del siglo pasado.
¿Qué hay en las rosas, cuya cólera aparece aquí? ¿Cómo es posible que algo como las rosa genere cólera? ¿Qué figura literaria es esta que nos invita a entrar en la casa del escritor inglés? El lado más acusado de las rosas es que se defienden con las espinas. Quitas las espinas y la rosa pierde lo que como rosa tiene una vecindad con las demás cosas, lo más propio, que es provocarnos el riesgo de cogerlas en medio de las agujas. Chesterton se atrevió, y vivió toda una existencia en permanente tensión.
La sal de la vida (The spice of life) fue publicado por vez primera en 1964 y es una muy lograda miscelánea reunida por su secretaria e insigne chestertoniana, Dorothy Collins. Los artículos proceden de muy diversas publicaciones a lo largo de más de veinte años y el que da título al volumen fue escrito por Chesterton solo tres meses antes de su muerte. Para Dale Ahlquist, reconocido biógrafo de nuestro autor, este es quizás el más orgánico y mejor organizado de los libros póstumos de Chesterton. En él se reúnen, junto con los habituales ensayos polémicos sobre temas de actualidad como la educación o la escritura de novelas de detectives, otros de carácter más literario que nos hablan, como solo G. K. (y Borges) saben hablarnos, de Shakespeare, Esopo, Alicia en el país de las maravillas, Samuel Pepys o Charlotte Brönte, por citar solo unos pocos nombres. Gilbert Keith Chesterton (Londres, 1874-Beaconsfield, 1936). Es conocido, sobre todo, entre el gran público, por sus relatos policiales del padre Brown y por su novela El hombre que fue Jueves, pero el gran escritor inglés destacó en todos los géneros literarios, especialmente en el menos convencional y menos cerrado (tal como convenía a su peculiarísima personalidad humana y artística), el ensayo, lo que en su caso no es sino hablar de periodismo. Porque el siempre polémico y polemista Chesterton fue sobre todo, durante toda su vida, un periodista, es decir un hombre curioso y apasionado para quien no había asunto que no pudiera o no debiera ser tema de discusión («no hay cosas sin interés. Tan solo personas incapaces de interesarse» es una de sus frases o, lo que es casi lo mismo, de sus paradojas). En el catálogo de Ediciones Espuela de Plata y Renacimiento pueden encontrarse una buena parte, además de una muy buena representación, de la obra de Chesterton. Entre ediciones de rescate, nuevas traducciones y libro inéditos en español, sumamos ya más de veinte títulos, entre los que destacan los siguientes: William Blake (2007, 2010, 2017), El color de España y otros ensayos (2007, 2009), Lectura y locura y otros ensayos imprescindibles (2008), Lo que vi en América (2009), Robert Browning (2010), Chaucer (2010), El hombre que fue Jueves (2010), La cosa y otros artículos de fe (2010), Enormes minucias (2010), Tipos diversos (2011), El acusado (2012), Sobre el concepto de barbarie (2012), La eugenesia y otras desgracias (2012), El hombre corriente (2013), La superstición del divorcio (2013), La sorpresa (2014) y El amor o la fuerza del sino (2017).
En el Londres surrealista de cambio de siglo, el poeta Gabriel Syme es reclutado por un destacamento antianarquista en Scotland Yard. A partir de este momento empezará su bizarra y trepidante misión en la que tendrá un objetivo como detective encubierto. La adaptación en viñetas de Marta Gómez-Pintado de la conocida obra de Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) aborda, con agudo ingenio y un particular sentido del humor, una historia en la que anarquistas y policías se ven inmersos en una serie de alocadas y desconcertantes aventuras que bajo su apariencia disparatada esconden un sentido más profundo. La originalidad del planteamiento, la frescura en el desarrollo narrativo y su trasfondo existencial convierten a El hombre que fue Jueves en una obra fundamental.