Augusto Monterroso nos transmite la cultura de la cotidianidad, el sentir de la miscelánea de su tiempo y el valor de las joyas ocultas que deslumbran al ser descubiertas. Movimiento perpetuo es una buena muestra de estas pequeñas-grandes construcciones lúdicas son menos intensas y sabias, y no por sabias e intensas menos divertidas. La lectura de esta obra asegura una sonrisa y más de una reflexión sobre el gran juego de la vida. "El humor es una máscara y la timidez otra. No dejes que te quiten las dos al mismo tiempo" dice Monterroso, uno de los grandes escritores latinoamericanos y, sin duda, uno de los maestros del relato breve.
Pájaros de Hispanoamérica es la recopilación de más de treinta retratos de distinta extensión sobre hombres y mujeres de letras hispanoamericanos.«Lo que aquí presento no son retratos; ni siquiera bocetos o apuntes, sino tan sólo el trazo de ciertas huellas que algunos pájaros que me interesan han dejado en la tierra, en la arena y en el aire, y que yo he recogido y tratado de preservar. Charles Lamb declaró en su autobiografía de una página que la acción más importante de su vida había sido atrapar una golondrina en pleno vuelo, y puso a su mano como testigo. Los pájaros que aquí aparecen fueron atrapados por mí en momentos muy diferentes de mi vida y de sus vidas, con mi pluma como único testigo.»Ernesto Cardenal, Scoza, Asturias, Bryce Echenique, Quiroga, Donoso, Salazar Bondy, Claribel Alegría, Borges, Rulfo, Sábato, Cortazar, César Vallejo, José Emilio Pacheco, Onetti, Emilio Adolfo Westphalen, Gabriel Zaid son algunos de los retratados. Personajes conocidos que aparecen aquí vistos al modo de Monterroso, como reflejos rápidos, impresiones literarias y vitales muy inteligentes, a veces anecdóticas y siempre sorprendentes. El último es un retrato, simpático y lleno de sentido del humor, del propio autor, que se ha situado a sí mismo como último «pájaro de Hispanoamérica».
Un nuevo capítulo de ese libro infinito que Monterrosos nunca dejó de escribir. Monterroso dijo: «La vida es como un árbol frondoso que con sólo ser sacudido deja caer los asuntos a montones; pero uno puede apenas recoger y convertir en arte unos cuantos, los que verdaderamente lo conmueven». La erudición, la protesta sobre la incompatibilidad de Latinoamérica y la utopía política, la defensa del cuento, la anécdota, los clásicos, la búsqueda de personajes recónditos que aporten nuevas luces a figuras conocidas y, sobre todo, la elegancia y el humor que impregnan toda la obra de Monterroso, se reúnen aquí para sus lectores. En forma de ensayos microscópicos, reflexiones, relatos autobiográficos y conversaciones, uno de los autores más importantes de la literatura contemporánea nos hace disfrutar una vez más de sus temas de siempre. Sus lecturas y su idea de la escritura, de las amistades y de la vida afloran en los textos y trazan un croquis brillante del que fue su mundo.
A partir de la idea de que un buen cuento siempre será un cuento triste porque la vida misma es triste y un buen cuento concentra toda la vida, Bárbara Jacobs y Augusto Monterroso se dieron a la tarea de recopilar, seleccionar y antologar los mejores ejem
Los sueños son la brújula que nos marca el camino a seguir y las metas que queremos alcanzar. Nos impulsan, nos fortalecen y nos permiten crecer. Si nuestros sueños son pequeños, nuestras posibilidades de éxito también serán limitadas. Renunciar a los propios sueños implica darle la espalda a la felicidad: quien no lucha por cumplirlos está condenado al fracaso el cien por cien de las veces. El trabajo de Cury se basa en diecisiete años de investigación sobre las formas que tiene la mente para procesar los pensamientos y sobre las reacciones del individuo ante estímulos relacionados con recuerdos ocultos en las profundidades de su psique. Su método para analizar cómo se alcanzan los propios sueños, entendidos como objetivos, en la vida se desarrolla a partir del el estudio de las vidas algunos de los más sabios líderes de la humanidad.
Francisco de Vitoria (+1546), reconocido como fundador del Derecho internacional moderno debido sobre todo al legado científico de sus Relecciones, es también considerado, en la Historia de la Teología, como el padre del renacimiento teológico español en la España del siglo XVI. Desde las fuentes seguras de la Escritura y la Tradición y sirviéndose de los grandes maestros de la Escolástica, sabe hacer una teología viva, capaz de dar respuesta a los interrogantes del momento. No es una teología meramente académica. Es un diálogo sobre las cuestiones y problemas de su tiempo. Pero su modo de abordar y tratar los temas transciende ese marco y señala un camino que merece ser recorrido por el discurso teológico. Buena parte de ese legado teológico son los Comentarios a la Summa Theologiae de Santo Tomás recogidos en las Lecturas escolares. La Biblioteca de Teología de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra edita los dedicados a comentar la Prima Secundae de la Summa Theologiae: esa parte de la Teología Moral que se ocupa de los fundamentos del ser y del obrar moral cristiano.
Hablamos de la ciudad y de su re-construcción para repensar la importancia del Estado democrático de derecho y de su núcleo constituyente, el Espacio público incluyente generador de simetría humana y justicia a fin de sugerir formas alternativas que lo afiancen y defiendan de los ataques de un sistema mundial económico depredador del tejido social y de la naturaleza. Tal como Hannah Arendt claramente lo plasmara hace más de seis décadas en La condición humana: «La existencia de una esfera pública y la consiguiente transformación del mundo en una comunidad de cosas que agrupa y relaciona a los hombres entre sí, depende por entero de la permanencia. Si el mundo ha de incluir un espacio público no se puede establecerlo para una generación y planearlo solo para los vivos, sino que debe superar el tiempo vital de los hombres mortales? Sin esta trascendencia? ninguna política, estrictamente hablando, ningún mundo común ni esfera pública resultan posibles...Pero tal mundo común sólo puede sobrevivir al paso de las generaciones en la medida en que aparezca en público». «Somos solo nosotros los jardineros del árbol misterioso que ha de crecer» (Ernst Bloch).
Cómo entender a una figura tan amada y odiada, tan monstruosa pero de una ética singularísima y sumamente estricta al mismo tiempo, que ejerce el poder en nombre de los ciudadanos parece ser la misión de esta novela. Roa Bastos recorre así, en un libro brillante y lleno de texturas, la experiencia paraguaya, de la transición de la dependencia colonial a la independencia nacional. Memorandos, cartas, testimonios anónimos, pasquines y monólogos conforman una polifonía de voces, tiempos y estilos que retratan de forma descarnada no solo a El Supremo sino a todo un país, enfrentados al drama de organizar una república poscolonial y al dilema de haberse independizado de España para convertirse en provincia argentina o brasileña.
Las reflexiones sobre conocimiento moral que ofrece el autor en estas páginas están pensadas para iluminar y orientar la vida moral que vivimos todos. Por ello, el autor ha intentado hacerlo con un lenguaje que no se aleje del que utilizamos en la vida