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Assumpta Montellà, lautora de La maternitat dElna, ens descobreix en aquest apassionant llibre dinvestigació, El setè camió, la història dels tresors que lagònica República de Negrín va intentar salvar de la desfeta. A través del mite del setè camió, barreja de llegenda i realitat, que encara avui continua viu a la memòria dels empordanesos. Sobre el llbire Una nit de febrer de 1939, amb les tropes de Franco trepitjant-los els talons, un comboi de set camions evacuava els últims tresors de la República, que durant els darrers mesos de guerra havien estat ocults a la Mina Canta, a La Vajol. Set camions carregats dor i de valuoses obres dart procedents del Museo del Prado. Però només sis van aconseguir travessar la frontera francesa. El setè camió no va arribar mai...
Primera obra editada en español de este historiador alemán, referente fundamental para la historia de la comunicación y culminación de un largo proceso de reflexión sobre la materia. Riguroso, y aún hoy con pleno valor, su estudio de los orígenes del concepto de opinión pública rastrea desde los clásicos griegos y latinos hasta sus propios contemporáneos.
España sufre. Diarios de guerra en el Madrid republicano, retoma los diarios de Carlos Morla Lynch justo donde los dejó en el anterior volumen En España con Federico García Lorca. Páginas de un diario íntimo (1928-1936) (Renacimiento, 2008), al comienzo de la guerra civil española. «Morla (y la mayoría), ha vivido en tres años lo que otros no vivirían en tres vidas. Lleva alimentos a gentes escondidas en casas particulares, va a visitar a Pastora Imperio al teatro o a su casa, asiste a sus funciones, acude, cuando las hay, a corridas de toros ("con peligro de bombardeo"), a las carreras de galgos, a unos cines para los que casi nunca obtiene entradas, o acaba en el gallinero, porque están siempre abarrotados (en algunos incluso han caído bombas causando enorme mortandad; en todos el público prorrumpe en exclamaciones cuando aparecen banquetes en la pantalla); vuelve a la Plaza Mayor, donde compra unos pliegos de cordel con canciones revolucionarias, o libros en los carretones de saldo ("montones de Sobre los ángeles, a dos reales"), y mira asombrado la muerte y sus múltiples manifestaciones: al pasar en su coche, cuerpos tirados de cualquier manera, asesinados, en la calle, tras los bombardeos, en los hospitales, en esos entierros sin cortejo, sin ataúdes ("no hay, se alquilan por comida"), los ejecutados ("fusilan a la gente sin sentido, llegan sin sentido" porque se han desmayado ya en los coches que los llevaban al "paseo"). Nos había dicho que después de ver tantas cosas uno se acostumbra a todo, pero su diario es el desmentido: nunca dejará de asombrarse. (...) No suele dejar detalle sin anotar, por nimio que sea (...) Todo vale en este testimonio único y veraz». Del prólogo de ANDRÉS TRAPIELLO
«La pongo al par de Shakespeare, Cervantes y Henry Fielding.»Henry James En Sentido y sensibilidad, Jane Austen explora con sutileza e ironía las opciones de la mujer en una sociedad rígida, donde el éxito o el fracaso dependen de la elección del marido. La historia se centra en dos hermanas, Elinor y Marianne, cuyas personalidades antagónicas ejemplifican dos posibles respuestas femeninas ante la hipocresía dominante: el «sentido común» y la «sensibilidad». Sin embargo, tanto un camino como el otro entrañan sus peligros. «Venga, entre amigos no hay secretos.»
El surgimiento y desarrollo histórico de la Función Pública durante el siglo XIX se produce a través de la superación del doble fenómeno de la politización y de la patrimonialización de los oficios públicos. A partir de aquí, se configura un régimen jurídico-público específico para el personal al servicio de las Administraciones Públicas, informado por los principios de mérito y capacidad, de objetividad y de neutralidad, que pretendía situar al funcionario al abrigo de injerencias externas, pero que también lo sometía al interés general concretado en la función pública a desarrollar. Hoy en día, en cambio, el sistema de Función Pública español, lejos del impulso autónomo de organización y de gestión que determinó su nacimiento, funciona principalmente por impulsos políticos. Una articulación política de la Función Pública que sólo es posible, a su vez, por la articulación jurídica de la repolitización y de la repatrimonialización que aquella padece. No es pues de extrañar que, a esta crisis institucional, le siga la crisis social de la Función Pública, con el cuestionamiento continuo de su función en la sociedad, exacerbando estereotipos más o menos justificados, pero que en última instancia revelan que una Función Pública politizada y patrimonializada no puede mantenerse y hacen por ello imprescindible profundizar en sus principios y caracteres originales y que, en su devenir histórico, se han ido olvidando cuando no violentando. La explicación de este doble proceso convergente de repolitización y de repatrimonialización de la Función Pública española es, en suma, el objeto de este libro titulado Pasado, Presente y Futuro de la Función Pública, pero subtitulado significativamente Entre la politización y la patrimonialización, por constituir los dos fenómenos permanentes que se ciernen peligrosamente sobre la Función Pública.
El título del estudio resulta lo suficientemente revelador: El régimen jurídico de obtención del suelo destinado a dotaciones públicas; es decir, la exposición de los instrumentos que el ordenamiento pone a disposición de las Administraciones públicas con la finalidad de obtener aquellos espacios que, por su destino público, se necesitan en ejecución de los cometidos y funciones que les son propias. No obstante el examen exhaustivo de dichos métodos de obtención, la circunstancia de moverse en un escenario como el de las dotaciones públicas, insertado además en una disciplina compleja como lo es el urbanismo, exige, con carácter previo a dicho análisis, dedicar parte del estudio a cuestiones tales como deslindar el concepto de dotación pública, resaltar su importancia dentro de la ciudad o estudiar los diferentes principios e instrumentos que rigen nuestro urbanismo. Por último, el urbanismo constituye, asimismo, una disciplina que debe poner en relación los intereses públicos propios de la organización espacial de un determinado municipio con los intereses de los particulares. El reconocimiento en la CE del derecho de propiedad, y el hecho de que los métodos analizados lo que pretenden es precisamente la obtención de espacios que en principio están en manos privadas, hace presumir que exista un permanente conflicto entre el campo de lo público y lo privado. Para ello, ha resultado necesario que, dogmáticamente, se hayan tenido que introducir principios, fundamentos e instrumentos capaces de aunar ambos intereses.