Muchas veces me ha sorprendido que la gran gloria de Balzac hubiera sido pasar por ser un observador; siempre me pareció que su gran mérito era ser un visionario, y un visionario apasionado. Baudelaire Visionarios y apasionados son los tres relatos que aquí presentamos. La misa del ateo es una de las más conmovedoras narraciones de Balzac, en la que, con magistral emoción, retrata la generosidad de los sentimientos humanos. En El elixir de la larga vida nos deleita con una sorprendente versión de la historia de Don Juan y sus infiernos. Completa el volumen La obra maestra desconocida, una fábula sobre la búsqueda de la perfección en el arte, cuya altura narrativa la convierte en un texto inolvidable.
El matrimonio formado por Clémentine du Rouvre, una bella heredera parisina, y Adam Mitgislas, un noble tan feo como elegante, vive momentos de éxito y bienestar. Sin embargo, la buena administración del patrimonio conyugal se debe, según descubre la esposa, al mejor amigo de su marido, Tadeusz Paz, un atractivo aristócrata polaco. El joven Tadeusz está enamorado secretamente de Clémentine, pero de ningún modo quisiera traicionar a su mejor amigo. Y como tampoco quiere herir los sentimiento de ella, decide inventarse una falsa amante para justificar su fingida indiferencia ante Clémentine.
El intruso honorífico viene a ser una enciclopedia personal en la que se mezclan la interpretación y el dato, la parodia y el análisis, la visión crítica y la visión irónica, dando pie a una especie de caleidoscopio ensayístico en el que se analizan o se definen objetos cotidianos y conceptos universales, obras artísticas y creadores de todas las disciplinas, con el foco centrado en los aspectos más extraños e imprevistos de nuestra realidad. Todo ello da pie a un libro ?en el que Felipe Benítez Reyes ha trabajado a lo largo de los últimos 25 años? de factura clásica y de visión novedosa, mezclando ?la precisión de un proyecto enciclopédico y la fantasía propia de la creación literaria: el método caprichoso y el capricho metódico?, en palabras del autor. Un libro, en definitiva, en que se despliegan, entre bromas y veras, saberes y conjeturas, información y especulación. Y que ofrece, sobre todo, con la habitual brillantez de la prosa deBenítez Reyes, un ejercicio de literatura en estado puro.
Los discursos más difundidos sobre los trastornos depresivos tienden a interpretarse en clave biológica o a destacarse en lo que se refiere a sus implicaciones sociales. La presente obra invita a traspasar la fachada negadora de conflictos tras la que muchos depresivos se parapetan y a explorar un universo relacional bastante menos idílico de lo que las apariencias sugieren. El depresivo accede a su condición de paciente emblemático de la psiquiatría desde un aprendizaje de exigencia y descalificación que le hace extremadamente sensible a la valoración de los demás. Defraudado en sus expectativas, tanto en la familia de origen como en la pareja, procesa su desesperanza en términos de culpabilidad pero también de hostilidad encubierta. Necesitado de ofrecer una imagen respetable, prefiere presentarse como enfermo orgánico que como sujeto de juegos relacionales presididos por la carencia y el expolio. Y si la dinámica de desvalorización inexorable lo conduce al acto suicida, enviará mensajes coherentes con su bajísima autoestima junto a otros capaces de transmitir a su entorno hostilidad y culpabilidad. El distímico, por su parte, produce sus síntomas en contextos presididos por triangulaciones manipulatorias, en las que aprende a manejarse entre coaliciones transgeneracionales y pérdidas relacionales relevantes. La utilización que hace de sus síntomas le conduce a participar en continuos pulsos simétricos que lo sumen en la cronicidad a la vez que disminuyen radicalmente su popularidad en medios psiquiátricos.
La hipertensión arterial es una de las enfermedades más importantes del tiempo que nos ha tocado vivir. Por ello es fundamental conocer la enfermedad a fondo para poder combatirla y minimizar sus efectos perjudiciales. El objetivo de este libro es informar detalladamente no sólo sobre las posibles causas y sus consecuencias, sino también sobre los tratamientos que pueden ayudarnos a sobrellevar la enfermedad de manera que cause el menor número de trastornos posible.
Este libro, recopilado en homenaje a nuestro compañero, maestro y amigo, Luis Vega, pretende reflejar su trayectoria intelectual desde que 1968 se licenciara en Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid. Esa trayectoria ha supuesto un continuo avance en el análisis y la comprensión de varios temas relacionados: los problemas del análisis lógico, la concepción situada e histórica de las teorías y prácticas de la demostración, las características de la explicación científica o de la argumentación filosófica, y la concepción integrada de una teoría de la argumentación más allá de las perspectivas reconocidas. A partir de los años noventa, Luis Vega se ha centrado fundamentalmente en la teoría de la argumentación, precisamente porque sus planteamientos permiten dar sentido a muchos de sus intereses anteriores. De ahí que Luis Vega asocie la teoría de la argumentación con ese saber que Aristóteles buscaba como fundamento filosófico último y que ha resultado ser, más que un conjunto de principios sustantivos sobre el ser en cuanto a ser, la reflexión consciente sobre nuestras muy humanas y cotidianas prácticas de dar y pedir razones.
El propietario de una perfumería, al que los honores que recibe tras una vida de "probidad comercial" empujan al deseo de hacerse "un lugar en la sociedad elegante" y de aumentar su fortuna mediante una operación de "comercio abstracto" se embarca en una especulación de terrenos sin percatarse de que detrás de ella acecha la venganza de un antiguo empleado suyo, ahora banquero y arribista sin escrúpulos.
La paz del hogar es una historia sobre el amor, el adulterio y el deseo; un vodevil sobre la hipocresía del matrimonio, las relaciones extraconyugales y el precio del amor mostrados con sutileza y cierto sentido del humor. En resumen, una farsa conyugal de la vida parisina, una tragicomedia con tintes de sainete donde la sátira de las costumbres se vuelve cáustica. Balzac se vale de su afilada pluma para retratar la hipocresía de la sociedad, la desintegración de los sentimientos y la difícil situación de la mujer del XIX.
El "Tratado de la vida elegante", publicado por Honoré de Balzac en 1830 para inaugurar la serie «Patología de la vida social», corazón «estético» de la Comedia Humana, constituye una de las piedras angulares del dandismo literario, prefigurando e inspirando la obra de autores tan reputadamente elegantes como Barbey dAurevilly o Charles Baudelaire. Rico en aforismos, anécdotas hilarantes, y cargado de un humor finísimo (el texto llega a incluir un encuentro ficticio con el príncipe de todos los dandis, el Bello Brummell, que tuvo que emigrar a Francia desde Inglaterra huyendo de sus fieros acreedores), este Tratado marca el camino que va desde el dandismo temprano de la Regencia inglesa al fecundo decadentismo artístico e intelectual de la Francia del XIX, y que desembocaría en la bohemia y en último término en Oscar Wilde. Este capítulo esencial en la historia del gusto estético en el vestir y en el comportarse nos llega, además, en magnifica traducción de Lluís Maria Todó.
Balzac recoge en esta obra maestra la crónica de toda una época, y compone una elegía de los perdidos sueños de juventud. Obra maestra de Balzac, Las ilusiones perdidas cuenta la historia de un joven de provincias con ambiciones artísticas que sueña con triunfar en París. La odisea de Lucien Rubempré desde la inocencia de su Angulema natal hasta el fango del fracaso constituye uno de los periplos narrativos más audaces, embelesadores e imponentes de la narrativa del siglo XIX. Crónica de toda una época, elegía y recuerdo de los perdidos sueños de juventud, esta novela, apoteosis y a la vez síntesis de La comedia humana, ha consolidado con el tiempo el vigor de su intimidante grandeza. «¿Qué era en aquel mundo de ambiciones? Un niño que corría tras los placeres y las satisfacciones de la vanidad, sacrificándolo todo a ellos.» Charles Baudelaire dijo...«Un visionario apasionado. Todos los personajes de Balzac están dotados con el entusiasmo por la vida que anima al propio autor.»
Fernando Álvarez de Toledo, el gran duque de Alba, vivió en el siglo xvi una vida plena de aventuras y sucesos asombrosos que marcaron no sólo su destino y el de su familia sino el de todo un Imperio. Una vida de novela que el historiador Juan Carlos Losada ha novelado con inigualable maestría. A través de los ojos y de la narración del mejor amigo del protagonista y su compañero de armas descubrimos el fuerte carácter del duque de hierro, sus turbulentas relaciones con la corona y otros nobles, las campañas militares con los tercios en las que demostró su fuerza y honor, su amistad con el poeta Garcilaso, sus aventuras amorosas; pero también las duras decisiones que le llevaron a ser conocido como el carnicero de Flandes y al injusto desprestigio y amargo olvido. Realidad y ficción entretejen la vida de leyenda de uno de los personajes más importantes de nuestro pasado.
Concebido en honor de D. Mariano Peñalver Simó, el presente texto se emplaza en la misma estela de civilidad del homenajeado. Las aportaciones de los participantes en el homenaje se han dividido convencionalmente en tres momentos: Evocaciones, Suscitaciones y Disonancias.
Ferragus comienza a la manera de una película de Murnau o de Fritz Lang. En esta novela de 1833, Balzac incita al lector a deambular por París tras una misteriosa m ujer de la mano de su escritura genial y desmesurada. Italo Calvino consideraba el libro «un atlas del continente París» y afirmó que su autor fue «el primero que intuyó la ciudad como lenguaje, como ideología, como condicionante de todo pensamiento, palabra o gesto». Blaise Cendrars, por su parte, escribió que aquí «Balzac esboza el plan psicológico, anatómico, físico, mecánico y económico» de la capital. Lo cierto es que el París moderno, «el más delicioso de los monstruos» según Balzac, es el protagonista del que constituye el primer episodio de la trilogía Historia de los Trece.