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Resultados de la búsqueda para: , poeta
La mejor recopilación de la prosa de Gerardo Diego. Con la introducción de Francisco Javier Díez de Revenga. Segundo volumen de este quinto tomo.
La mejor recopilación de toda la obra de Gerardo Diego. Con la introducción de Francisco Javier Díez de Revenga. Primer volumen de este cuarto tomo.
Un Bécquer menos conocido: de La hija del poeta a Les filles del poeta parte de un texto becqueriano tan enigmático como es la hasta ahora denominada tragedia sin título para profundizar en la formación clásica del principal poeta romántico de nuestras letras. No solo se dan las claves de lectura de ese texto sino que también se ofrece un estado de la cuestión en lo que respecta a la tradición clásica del poeta sevillano. Dado que se trata de una obra de juventud, se conecta con los proyectos literarios que Bécquer había dejado manuscritos en unas cuartillas que también se editan aquí por primera vez comme il faut a raíz de la localización de los originales. Finalmente, se da a conocer la traducción catalana de las Rimas por obra de Enric Franco, que acometió esta empresa en la misma década en que se publicaron por primera vez las obras del inmortal poeta.
Juan Ramón Jiménez emprendió en 1916 un viaje a Estados Unidos, en una época de su vida en la que atravesaba por momentos de desesperación y frustración. El «Diario de una poeta reciencasado», que alude con el título a su recién estrenado matrimonio con Zenobia Camprubí, no es sólo la crónica de ese periodo de su vida, sino el comienzo de una nueva etapa poética en la que eliminaría los adjetivos puramente ornamentales, dejaría el uso de la rima para tansformarla en ritmo poético y reduciría las imágenes a lo esencial utilizando generalmente sustantivos desnudos.
Jules Supervielle confesaba que sólo a fuerza de simplicidad y de transparencia conseguía abordar sus secretos esenciales y decantar su poesía profunda. Afán que compartió con Jorge Guillén, quien, como Rafael Alberti, Mariano Brull, Manuel Altolaguirre y Pedro Salinas, tradujo al castellano algunos de sus poemas. Supervielle trabó amistad además con Unamuno, Eugenio dOrs, Corpus Barga, Fernando Vela, secretario de la Revista de Occidente, y con Ramón Gómez de la Serna a quien se parecía por su humor breve y melancólico, y tradujo al francés El martirio de Santa Eulalia de García Lorca. Decía Supervielle que «el poeta dispone de dos pedales, el claro, que le permite llegar a la transparencia, y el oscuro, que va hasta la opacidad», y añadía: «yo creo que raramente le he dado al pedal oscuro. Si oscurezco lo hago naturalmente y no hay en ello, así lo quisiera yo, más que el velo de la poesía». Para traerlo de nuevo a la luz ofrecemos esta selección de sus poemas y prosas acompañados de análisis, recuerdos y entrevistas de quienes le conocieron.