En la década de los setenta, Tom Wolfe, Gay Talese y otros escritores estadounidenses impulsaron el llamado Nuevo Periodismo, movimiento que revolucionó el género periodístico al situarlo al nivel de la mejor literatura, tanto por las audaces técnicas narrativas empleadas como por la novedosa forma de explorar los temas y los personajes. Cuarenta años después, Robert S. Boynton define en este libro lo que él denomina el «nuevo Nuevo Periodismo», y lo hace a través de una serie de conversaciones con diecinueve profesionales cuya labor continúa y actualiza el legado de sus predecesores. Estos «nuevos nuevos periodistas» son ante todo reporteros que se implican a fondo en sus investigaciones, como Ted Conover, que vivió durante meses como un vagabundo; Jon Krakauer, que acompañó una expedición al Everest de funesto desenlace; o Adrian Nicole LeBlanc, que dedicó casi diez años a escribir un reportaje sobre una familia del Bronx. Estrategias de inmersión que ilustran el análisis de los problemas más candentes de la actualidad y le dan una dimensión real. Las entrevistas recogidas en El nuevo Nuevo Periodismo revelan los métodos, las fuentes de inspiración, los objetivos y las inquietudes de un grupo de periodistas que han infundido nueva fuerza a una profesión apasionante y más necesaria que nunca.
Esta obra reúne una selección de textos biográficos de Virginia Wolf; semblanzas de artistas que destacaron por su genio, su brillantez, su originalidad o valentía. Desde el autor de los "Viajes de Gulliver", Jonathan Swift, hasta el apasionado William Hazlitt, pasando por la extraordinaria lucidez de Joseph Addison, los caprichos del dandi Brummell y el bello estilo de De Quincey.
He vuelto a la Tierra. Los jóvenes no sentís la nostalgia y no sé si vale la pena hablaros de ella. Pero yo no puedo olvidar. Un prostíbulo que ofrece servicios de extraterrestres con habilidades insospechadas. Una gasolinera al borde de la autopista qu
¿Por qué Nabokov llamó Lolita a Lolita? ¿Qué pensaba Mark Twain de sus lectores? ¿Por qué Tolstói dijo que todas las familias felices se parecen? ¿Por qué Virginia Woolf creía que el ritmo es lo más importante? ¿Por qué según García Márquez todo está en la primera frase? ¿Por qué Philip Roth escribía de pie? ¿Por qué Doctorow no era capaz de redactar un justificante del colegio para su hijo? ¿Qué le hacía más gracia a Jane Austen y cómo atrapa las ideas Stephen King? ¿Por qué Madame Bovary nos parece tan sensual y por qué Martin Amis dice que es imposible escribir de sexo? De Homero y Shakespeare a Vonnegut o Zadie Smith, Richard Cohen explora cómo arrancar un libro, cómo se construye un personaje, cómo narrar una escena de sexo, cómo se escribe y reescribe. Y, también, cómo vive cada autor todo el proceso: sus miedos, bloqueos y trucos para superarlos. «Hay tres reglas para escribir una novela», dijo Somerset Maugham, pero añadió: «Lamentablemente nadie sabe cuáles son». Y, aun así, Richard Cohen nos acerca en este lucidísimo, erudito y fascinante libro a cómo piensan, y escriben, los grandes escritores de la literatura universal. Oro puro para los que quieren entender mejor lo que leen o incluso atreverse a escribir.
La cultura es fuente, a veces beligerante, de identidad colectiva, y archivo de lo que cada sociedad ha vivido o imaginado, una fuente y un archivo en que los escritores tienen el poder de nombrar y de contar. En el caso de la cultura catalana, autores como Jacint Verdaguer, Joan Maragall, Salvador Espriu o Miquel Martí i Pol (considerados por muchos " poetas nacionales " ) han escrito y cedido palabras que luego han sido esenciales a la hora de establecer, mantener y reproducir la idea de comunidad. A cambio, han obtenido un importante reconocimiento público. Este es o quiere ser un libro de historia cultural. Y un libro, como reza su subtítulo, sobre escritores, literatura e identidad: el último siglo y medio puede ser visto como un largo esfuerzo de la cultura catalana por " ser " , y en ese esfuerzo lo literario ha jugado siempre un papel destacado. " Construir con palabras. Escritores, literatura e identidad en Cataluña (1859-2019) " estudia el papel clave de textos, autores, editores, traductores, críticos, organizaciones, instituciones, revistas y certámenes, de todos los agentes del sistema literario, vistos de forma vinculada y dinámica, en la configuración de la cultura catalana contemporánea. Y lo hace siguiendo la máxima de que la tradición no consiste en adorar cenizas, sino en mantener vivo un fuego.
Los mapas, ricos en sorpresas y posibilidades, tienen el poder de transportarnos. En este volumen, escritores e ilustradores de talla mundial comparten sus visiones personales. Nos hablan no solo de los mapas que aparecen en sus libros, sino también de los que les han inspirado y de los bocetos que formaron parte del proceso de creación literaria. Philip Pullman recuerda un mapa que dibujó para una de sus primeras novelas; Robert Macfarlane reflexiona acerca de su cartofilia, surgida a raíz de La isla del tesoro; Daniel Reeve describe su trabajo en las películas de El hobbit; Miraphora Mina recuerda cómo crearon el "Mapa del Merodeador" para Harry Potter, y David Mitchell nos adentra en el Mappa Mundi a través de su novela El atlas de las nubes. Y mucho más. Desde la Atlántida hasta los Siete Reinos, Narnia y Utopía, Mercator y Tolkien. Mapas literarios, un fascinante viaje visual y verbal, resultará irresistible para los amantes de los mapas y para todo aquel que disfruta perdiéndose en un buen libro.
Puede que Borges, Onetti, Vargas Llosa, Cortázar o García Márquez sean los nombres más famosos que ha dado la literatura latinoamericana, pero desde luego no bastan para explicar algunos fenómenos literarios posteriores. ¿Qué tiene la obra de Manuel Puig para atraer a creadores tan distintos como Murakami, Bolaño o Wong Kar-wai? ¿Por qué ha sido reivindicada por tantos escritores en las últimas décadas? ¿Qué motivos extraliterarios determinaron que fuera apartado de los círculos de prestigio de su época? El presente ensayo pretende responder a estas y otras preguntas. Literatura Max Factor analiza además las especificidades de la obra literaria de Puig, que pasa por el reciclaje desprejuiciado de la cultura mainstream y el entertainment: las radionovelas, el cine de serie B, la publicidad, los talk shows y otros géneros corruptos ofensores del buen gusto; la mirada ambivalente sobre Estados Unidos; las manifestaciones de la tecnología; y la cuestión de género, donde se expresa el potencial desestabilizador de la loca y las distintas formas en que se manifiesta el control y los privilegios del discurso masculino sobre el femenino. En la literatura latinoamericana del siglo xx hubo dos puntos de inflexión: uno en los años 60, con el rechazo que suscitaron la obra y la figura pública de Puig en la ortodoxia; el otro en los 90, cuando las estrategias de mercadotecnia de algunos escritores, de la industria editorial y de una España que buscaba renovar su contrato cultural con Latinoamérica se aliaron para buscar y lanzar al estrellato al relevo generacional del boom. Puig diría en una ocasión: «Si pudiera, cambiaría todo lo que voy a escribir en la vida por la felicidad de esperar a mi hombre en el zaguán de la casa, con los rulos hechos, bien maquillada y con la comida lista». Afortunadamente, al menos para quienes vinieron después, eso no pasó. «A Manuel Puig lo leí cuando estaba en el instituto. Me inspiró su manera de contar las historias, no el contenido sino la forma. Yo apenas utilizo un guión, tomo notas y luego hablo mucho con los actores, de la película y de la historia que quiero contar. En la literatura de Puig hay algo indefinible que me gustaría transmitir con mi cine». Wong Kar-wai, director de cine «Cuanto más serio me vuelvo en la vida real, más extrañas son las cosas que escribo. Por eso uno de mis escritores favoritos es Manuel Puig, con esa imaginación tan libre. Encuentro un punto en común muy fuerte entre su literatura y la mía». Haruki Murakami, escritor
El valor de Sartre radica en que su voz fue muchas veces la de una conciencia crítica vivamente sensible a la injusticia y a la opresión, sin concesiones al poder establecido, y en esto consiste su interés para el mundo actual.
Brujas literarias es una reivindicación y celebración de las mujeres escritoras que a lo largo de la historia han sido ignoradas y rechazadas, tal y como se hizo con las brujas. Así, las autoras han querido dignificar el término bruja usándolo para describir el talento de escritoras excepcionales que han sido además símbolo de fuerza, sabiduría y poder. A través de sus hipnóticos textos y maravillosas ilustraciones, nos presentan a treinta autoras que han dejado escritas grandes páginas de narrativa y poesía.Autoras de cualquier época, etnia, clase, sensibilidad o religión, desde figuras reconocidas como Toni Morrison, Emily Dickinson o Agatha Christie, hasta otras más desconocidas como Janet Frame o Yumiko Kurahashi. Cuenta con ilustraciones de gran belleza y textos que se leen casi como un hechizo
Este libro es un intento de rendir un modesto ?pero sincero y sentido? homenaje a la memoria de dos de los mejores escritores españoles del siglo xx. Dos grandes tipos ?dos homenots? cuya personalidad es analizada y estudiada aquí desde el rigor académico, pero también desde la indisimulable atracción que Josep Pla (Palafrugell, Girona, 1897-1981) y Miguel Delibes (Valladolid, 1920-2010) han ejercido y ejercen sobre los autores. Escritores, filólogos e historiadores que nos proponen miradas muy sugerentes y originales sobre distintos aspectos de las obras planiana y delibesiana en los que, hasta ahora, nadie había reparado, en un ejercicio de literatura e historia comparada extraordinariamente fértil y estimulante. El resultado es un libro que son dos libros a la vez. Por un lado, un volumen colectivo ?lo que en argot anglosajón se llamaría un reader? en el que especialistas de reconocido prestigio evidencian la necesidad de profundizar en un legado que, por su extensión y por su riqueza, ofrece todavía muchas posibilidades, no solo al investigador, que tiene ante sí a dos personalidades con un enorme potencial, sino también al lector curioso que, probablemente, solo conoce una parte mínima de la extensísima producción de ambos escritores. Precisamente por eso, y con el objetivo de llegar no solo a un público universitario, sino también a esos miles de leales lectores que tienen Pla y Delibes, hemos incorporado un amplio anexo documental en el que se incluyen testimonios de diferente naturaleza ?artículos de prensa, cartas, fotografías? sobre la relación personal entre Pla y Delibes, la mayoría de ellos inéditos, que dotan al libro de un innegable valor documental, como testimonio de una época y de la amistad que en ella se dio entre estos dos gigantes de la literatura contemporánea.
"Presentamos aquí a tres escritores, Rafael Chirbes, Juan Goytisolo y Carlos Fuentes, aprovechando nuestro recuerdo personal y propio, pero sobre todo mostrando cómo estos rezan en el recuerdo de los medios de comunicación, la crítica y la sociedad lectora. Comenzamos por Rafael Chirbes, del recuerdo personal que de él nos queda, algo de su obra y sobre todo su destino final, sucesores y Fundación.Seguimos con Juan Goytisolo, cuya obra siempre hemos leído y admirado, pero por esa razón de escritos tan heterogéneos, ambiguos, varios y extraños (veamos ese Makbara con su mensaje de muerte y cementerio), que siempre nos han extrañado y de algún modo frenado. A ellos sumamos reflexiones sobre Carlos Fuentes, escritor mexicano al que le unió una gran amistad con Juan Goytisolo, quien no sólo le invitó a visitarle en su domicilio marroquí, sino que incluso le hospedó en su piso parisino, donde, en 1973, en el departamento prestado por Juan Goytisolo y Monique Lange, prosiguió la redacción de Terra Nostra. Esto es todo: presentar y hablar de tres conocidos circunstanciados, quienes señalamos no fueron nunca nuestros amigos, pero sí nuestros conocidos circunstanciados. Gracias y buena lectura. Ya saben, «Tout est pour le mieux dans le meilleur des mondes possibles», y esto sin Candide y mucho menos su poco cándido Voltaire."
Francisco Umbral es uno de los escritores españoles contemporáneos más leídos y fue considerado como «el mejor prosista en castellano del siglo». Su obra abarca la novela, el ensayo, el cuento y los artículos periodísticos. Este autor, que, al igual que algunos clásicos como Quevedo, cultivó una veta literaria popular y otra cultista, nos ha legado obras maestras como Los males sagrados (1973) o Mortal y rosa (1975). En esta línea, Diario de un escritor burgués es un cuaderno completo de un año en la vida del escritor. Libro donde se hace introspección, intimismo, crónica literaria y política de la España de la Transición, semblanza lírica de gentes y circunstancias. Un diario íntimo, en fin, dentro de los cánones conocidos e ilustres del género y enriquecido con la prosa y las características literarias, ya tan personales, de Francisco Umbral, que se autoexamina en esta obra y se confiera abiertamente, minuciosamente, como él abe hacerlo, o nos da la nota puntual, segura y plástica de la vida nacional, cotidiana, incesante.