Teresa de Jesús, mujer del s. XVI, nos da la clave para labrar artística y equilibradamente el cofre precioso en la que se guarda el verdadero y feliz amor: eros y ágape. La primera Doctora de la Iglesia fue más humana cuanto más divina y más divina cuanto más humana, como dijera de ella Gabriel y Galán.Inquieta y andariega, mujer evangelizadora en el s. XVI, mística, contemplativa, enamorada de Cristo y entregada a la Iglesia.