Apenas recién salido del coma en que nació, ya con cicuenta y dos años, el protagonista pasivo de esta novela comienza a recibir cartas de un hombre que confiesa ser una especie de hermano, por cuanto ambos fueron intercambiados en la maternidad que fueron dados a luz, yendo el uno a para a la familia del otro y viceversa. La razon de aquel cambio radicó, según le confiesa, en la preeminencia y fortuna de su familia, para la cual era inaceptable alumbrar un hijo en coma que probablemente tendría enormes taras de por vida, motivo por el cual sobornaron a los médicos y matronas y cambiaron a uno por el otro. Sintiéndose en deuda con él, este hombre que vivió una existencia de poder y éxito gracias a la familia que no le correspondía, le informa sobre qué hizo con su vida y, a la vez, le descubre cómo funciona y se organiza la sociedad, la cual está manejada por un pequeño y muy selecto grupo de Poder, El Club, del que él ha formado parte, alcanzando el grado 30 y llegando a ser uno de los hombres más prominentes del país. Cometió un error, sin embargo: quiso presentarse a las elecciones para remediar lo que estaba mal y era injusto, sin duda sintiendo la llamada de la clase social a la pertenecía, y fue destruido por El Club, llegando incluso a pasar algunos años en la cárcel acusado de delitos que no cometió. Sobre esta base de crónica espitolar, y tomando como referencia las noticias que fueron titulares de prensa y telediarios, el autor elabora una trama que abarca desde 1939 a nuestros días, proporcionando una visión de la realidad que más parece un pastoreo de los pueblos por ciertos poderes que una sucesión de hechos fortuitos Lo que presenta el autor con ello, es mucho más que una novela de intriga o de accion, e incluso desborda lo que podríamos considerar una novela histórica: es una evidencia de la conspiración permanente que usa el poder para conducir la realidad. No se trata siquiera de intrigas sociales promovidas por grupos discretos o secretos que pretendan hacer fortuna o imponer a las sociedades sus creencias, sino algo que va tan lejos y que viene de tan lejos, que solamente leyéndolo podrá el lector dar crédito a las evidencias que tiene ante sí.