Una de las razones por la que muchas personas abandonan pronto la lectura de Juan de la Cruz es que comienzan por la Subida del Monte Carmelo. En ella Juan se enfrenta a uno de los grandes desafíos del ser humano: la libertad para dejarse amar así como la libertad para amar. La profunda comprensión de la naturaleza humana que tiene Marc Foley, reforzada por sus estudios en psicología, así como por sus extensas lecturas en literatura, le convierten en un guía sabiamente dotado para acercarnos a la experiencia contemplativa de Juan de la Cruz.