Un modelo de fe y de oración, que amansó a un dragón terrible hacia el año 800. Y la historia empieza así: 'Según la tradición, san Emerio es el protagonista de un episodio de la conquista de Gerona (785) por parte de las tropas carolingias. Gerona, hasta entonces bajo dominio árabe, pasó a manos de los francos gracias a la intervención del ejército de Carlomagno. Nacía el condado de Gerona, territorio que formaría parte de la llamada Marca Hispánica.'