En los albores del siglo XVII, Pieter Paul Rubens irrumpió en el panorama de la pintura europea con una fuerza arrolladora. Tras una larga estancia en Italia, en la que atesoró un caudal iconográfico riquísimo, Rubens convirtió su taller de Amberes en una auténtica factoría de imágenes, una forja de la que emergerieron formas y colores de luminosa belleza: una jubilosa fiesta de la pintura abierta a todos los temas, desde los motivos religiosos hasta el retrato o el paisaje. El presente volumen está dedicado al fenómeno Rubens, un artista que encarna como pocos la esencia del mejor arte barroco, el que caracterizó el estilo de la primera mitad del siglo XVII en Europa. Un recorrido por las diversas etapas de una carrera inimitable y por la vida de un singular artista, con el trasfondo de una época de profundas transformaciones y también, sobre todo, una mirada a algunas de las más destacadas obras maestras del arte de todos los tiempos.