Pero todo da un giro inesperado cuando la viuda MacKinley y su hijo Sean acuden a la ciudad para asistir al juicio. Convencida de que MacFly tiene información sobre su hija Abby, desaparecida repentinamente hace seis años, la viuda MacKinley deja escapar a MacFly. Esta madre desesperada cree ser lo bastante fuerte como para obligar a su prisionero a llevarla hasta Abby, esté donde esté. Pero no resultará tan fácil. El alcoholizado sheriff Cassidy organiza la búsqueda para encontrar a los fugitivos.