Pedro Zamora ha basado su comentario en la lectura narrativa del texto, que busca primordialmente el núcleo de significado de cada narración o historia y, en última instancia, el significado global del libro. Fijado el marco narrativo, ubica en él la exégesis histórico-crítica, que sigue siendo relevante en este comentario, pero constreñida por un marco algo menos especulativo como es la textura narrativa del libro. Consigue así el autor poner de relieve ante el lector el valor del relato bíblico que pretende ser leído como Palabra de Dios, pero que a la vez no quiere quedar desarraigado de las cuestiones históricas que, a fin de cuentas, ponen de manifiesto que la Palabra de Dios está encarnada en la realidad humana. Cabe destacar que esta metodología del autor abre nuevas y atractivas vías de interpretación de algunos de los relatos más difíciles de 1 Reyes.