Nathalie Sarraute fue una de las más respetadas y prestigiosas intelectuales francesas. Recibió el Premio Internacional de Literatura en 1964 por su novela Los frutos de oro y el Gran Premio de las Letras Francesas en 1982. Retrato de un desconocido constituye uno de los momentos más altos de su obra. Su tema central, la relación retorcida entre un padre miserable y su hija, está tomado de Eugenia Grandet, de Balzac. Jean-Paul Sartre, uno de los lectores más entusiastas de esta novela, argumenta en su prólogo que Retrato de un desconocido es en realidad una 'antinovela'. 'Las antinovelas conservan la apariencia y el formato de la novela; son obras de imaginación que nos presentan personajes ficticios y nos relatan su historia. Pero sólo para defraudar mejor: se trata de refutar la novela mediante la novela misma, de destruirla ante nuestros ojos en el preciso instante en que el autor parece edificarla, de escribir la novela de una novela que no se desarrolla, que no puede desarrollarse, de crear una ficción que sea a las grandes obras de Dostoievsky y Meredith lo que es a los cuadros de Rembrandt y Rubens la tela de Miró titulada 'Asesinato de la pintura'. Estas obras extrañas y de difícil clasificación no atestiguan la debilidad del género; señalan, más bien, que vivimos en una época de reflexión y que la novela está en camino de reflexionar sobre sí misma. Así es el libro de Nathalie Sarraute: una antinovela que se lee como una novela policial.' Jean-Paul Sartre