Joo Myung-Duck (1940) nació en Anak, en la provincia de Hwanghae, al norte de Corea, pero en 1945 su familia se trasladó al sur del país. Tras estudiar en Seul, se interesó por la fotografía, que en la Corea de los años cincuenta estaba totalmente dominada por corrientes realistas. En 1966 Joo Myung-Duck causó una verdadera conmoción con su primera exposición individual: El orfanato del señor Holt, una serie de fotografías de niños mestizos de un orfanato de Ilsan, al norte de Seul. En 1969 esas fotografías se publicaron junto con imágenes de pueblos cercanos a las bases militares estadounidenses en un libro que consolidó a Joo Myung-Duck como el primer fotógrafo coreano que conseguía transmitir el malestar de la posguerra. Ese mismo año comienza a trabajar como fotoperiodista en la revista Monthly JoongAng e inicia una importante labor de documentación de la vida cotidiana que da lugar a Familias coreanas (1971), un trabajo que analizaba los valores y la psicología de Corea mediante imágenes que muestran la transformación de la estructura familiar tradicional. A partir de la década de 1970, Joo Myung-Duck se dedica a documentar la cultura tradicional de su país mediante el estudio minucioso de los edificios tradicionales y su relación con el paisaje, un interés que queda patente en la serie Un camino poético a la Península de Corea (1980) en la que plasma su fascinación por las tradiciones estéticas coreanas. El Círculo de Bellas Artes presenta por primera vez en España 37 fotografías de Joo Myung-Duck realizadas en los años setenta y ochenta y centradas en la arquitectura tradicional de Corea. Pese a la deuda de estas fotografías con autores realistas como Jung Haechang y Limb Ungsik, Joo Myung-Duck va más allá de la labor documental y busca una genuina comprensión estética de los códigos del patrimonio cultural coreano. En palabras del propio autor: «Cuando se convierte en un genero artístico, la fotografía debería situarse por encima del resto de disciplinas artísticas. Y eso no debe asustar al fotógrafo.