Este quinto poemario de García Obregón sigue las pautas estructurales que trazó en La fragmentación del paisaje. Aquí, en cambio, escoge el alejandrino para la totalidad del poemario. El giro poético se ve en una temática más comprometida con el momento actual, desde los desaparecidos de Argentina hasta los conflictos del Medio Oriente. Es una obra crítica de la realidad circundante, de todos los juegos del poder, sin importar partidos. De la Residencia nerudiana hace su Resistencia en la tierra. El poeta se aventura mucho más a nombrar, aunque siga creando compromisos elípticos (requisito de su poética fractal) que esperan una lectura activa por parte del lector. Cada epígrafe, minuciosamente escogido como paratexto esencial, se engarza en un juego intertextual que abre las múltiples lecturas a las que aspira el poema. (IRENE MIZRAHI, Boston College)