"Los primeros en romper el círculo vicioso en que giraba la literatura peruana son César Vallejo, en poesía, y José María Arguedas, en la narrativa". Sin duda, Mario Vargas Llosa tiene razón: Arguedas (1911-1969) configura un hito fundamental en el desarrollo de la literatura peruana. De hecho, su obra abre las puertas a la modernidad, concluyendo magistralmente las experiencias del movimiento indigenista e inaugurando la etapa posterior, que se ha caracterizado por una insólita diversidad temática y por una indagación permanente en el plano lingüístico.