Esta monografía analiza las relaciones que mantuvieron los gobiernos de la II República española con la Iglesia católica, así como sus consecuencias en los ámbitos concordatorio, legislativo y político. El trabajo se enmarca en una línea de investigación más amplia, relativa al debate sobre la necesidad de mantener, modificar o derogar los Acuerdos de 1979 entre la Santa Sede y el Estado español.