La educación pública está en crisis. El analfabetismo funcional es cada vez más desproporcionado en materias como la lengua y las matemáticas. Estamos intentando sobrevivir con una fuerza de trabajo aún muy alejada del dominio de las altas tecnologías, cada vez más necesarias. Y, como consecuencia de todo ello, estamos perdiendo la batalla por la construcción de un mercado global, progresivamente escindidos en dos grupos: la élite de los "informados" y la gran masa de quienes no están "educados" al respecto. No obstante, hay también una buena noticia: todo esto tiene solución. Y, de hecho, esa solución está ya en marcha. El Next Century Schools, programa patrocinado por la RJR Nabisco Foundation, es un impresionante ejemplo de que las cosas empiezan a funcionar. Desde 1990, la fundación ha destinado treinta millones de dólares a cuarenta y tres escuelas repartidas por todos los Estados Unidos y el resultado han sido espectaculares transformaciones internas. A partir de este panorama, el presente libro describe los logros conseguidos y propone una estrategia para la reforma total de las escuelas públicas. Se trata de una forma de intervención en la educación pública que supone evitar elefantiásicas burocracias para centrarse en el lugar concreto burocracias para centrarse en el lugar concreto donde se desarrolla la acción educativa: la escuela. Los autores, así, se dedican a demostrar cómo puede convertirse esta última en parte integrante del imparable progreso informático por qué debe ser capaz de liberarse de la tiranía de algunas tradiciones y de qué manera los educadores pueden hacerse responsables tanto de sus aciertos como de sus errores. Pero, ante todo, insisten en hacer florecer el aprendizaje allí donde ahora sólo existe un erial educativo y, por si fuera poco, en conseguir que nuestros hijos alcancen las herramientas teóricas y prácticas necesarias para que su futuro sea mucho más prometedor que el nuestro.