La trascendencia del fenómeno de naturaleza compleja que constituye la contaminación atmosférica en las sociedades actuales es de tal magnitud que se hace necesario el análisis de su regulación jurídico-administrativa como sector clave del medio ambiente, toda vez que la atmósfera es un bien común indispensable para la vida en la Tierra respecto del cual todas las personas tienen el derecho de su uso y disfrute y la obligación de su conservación. Y es que, por su condición de recurso vital y por los daños que de su contaminación pueden derivarse para la salud humana, el medio ambiente y demás seres vivos y bienes de cualquier naturaleza, la calidad del aire y la protección de la atmósfera han sido desde hace tiempo una prioridad de la política ambiental. Por ello, se hace indispensable el análisis del amplio repertorio de instrumentos legales, articulados desde antaño tanto en el plano nacional como regional e internacional, tendentes a hacer compatibles el desarrollo económico y social con la preservación de este recurso natural, lo cual se ha tornado en vital a medida que los procesos de industrialización y de urbanización de grandes áreas territoriales han ido provocando impactos negativos en la calidad del aire. Es este pues el contexto en el que se ubica el importante acervo jurídico y el conjunto de políticas y medidas que se han venido desarrollando en materia de calidad del aire y de lucha contra la contaminación atmosférica y que son objeto de pormenorizado análisis en este libro, que asimismo considera las perspectivas de futuro en torno a la protección del medio ambiente atmosférico. La finalidad del presente estudio jurídico-administrativo sobre la contaminación atmosférica pretende recoger y ensamblar la herencia jurídica recibida, no sólo carente de sistematización, sino también incompleta, dispersa y fragmentada, con el actual marco normativo sobre la contaminación atmosférica, que involucra en la conservación del medio ambiente atmosférico no sólo a las distintas Administraciones Públicas, sino también a la sociedad en su conjunto, aunque no con el carácter de unidad legislativa que sería deseable para una regulación jurídica que intenta poner coto a un problema tan trascendental como el de la contaminación atmosférica, dados sus enormes efectos perjudiciales que se propagan rápidamente y de manera continuada por todo el Planeta.