El interés de este libro radica en la particular capacidad de su autor para recordar un periodo, unos personajes y un paisaje muy especiales y hoy casi desaparecidos. En sus páginas se refleja tanto el ambiente, la vida y las transformaciones de Carabanchel -uno de los barrios de más carácter de la periferia madrileña- durante los años de la Autarquía, como la transformación en un suburbio marginado de la capital -por una implacable destrucción- de unos antiguos pueblos que habían sido residencia veraniega de la realeza, de la alta nobleza y de la más rica burguesía madrileña durante los siglos XVIII y XIX.