En la tradición estética occidental, la razón y el sentimiento han estado siempre dialogando y tratando de encontrar vías de enlace para interceder entre lo que lo que, a primera vista, parecen dos instancias irreconciliables. Casi se podría afirmar que el origen mismo de la disciplina estética radica en las distintas reflexiones a que ha dado lugar esta conflictiva relación. Autores como Boileau, Dubos, Hume, Kant, Nietzsche, Unamuno, Ortega y un largo etc. hicieron, en efecto, incursiones en un problema que se percibe, entonces, como inevitable en cualquier tratado dedicado a la estética. Sin pretender que sea la última palabra, los autores de este volumen se proponen arrojar nuevas luces sobre una cuestión medular, a la espera de completar, con diferentes miradas, la bibliografía que ya la aborda desde los inicios mismos de la modernidad.